Estoy totalmente persuadido de que, sin ese producto en nuestra Constitución, sin la exclusión de los diputados cubanos, con su admisión en el Parlamento español, con el resto garantías y libertades constitucionales, no hubiéramos presenciado tristes situaciones cuyo recuerdo aflige al alma, y que ningún cubano hubiera pensado nunca en separarse de España. Veinte años después, cerca ahora de finales del siglo XVI, Diego de Ocaña describe a las criollas como jocosas, desenfadadas y amigas de las noticias del saber. Calancha, en 1639, detalla a los criollos como personas de agudo comprensión y dotados de buena memoria.
Pero, al mismo tiempo, los americanos pudieron inspirarse asimismo en el texto constitucional de Cádiz para afianzar su sendero y respaldar sus derechos. Este Coloquio es una ocasión para continuar reflexionando sobre algunas de las cuestiones que se han provocado en tal debate. Muchos son los temas que aparecen en él, y hay que hacer aproximaciones sucesivas que permitan ir tratándolos en toda su dificultad.
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Eso, afirma, es manifestar a Cuba que ella es alguna cosa distinta del resto provincias españolas, que tiene una nacionalidad propia, que se la domina y no se la gobierna, que es colonia y no provincia, objeto y no sujeto de derecho. Nuestro clima, nuestro cielo, vuestra propia injusticia y opresión nos han infundido nueva vida, nuevos sentimientos y destrezas, y nos han permitido asimilarnos nuevos elementos y facultades que vosotros habéis rechazado siempre con vuestro insuperable y también irracional españolismo. Y cunado todo tiende a caracterizarnos y distinguirnos, cunado no hay una sola fibra de nuestra constitución que no proteste contra la dependencia de España, en el momento en que no solo la geografía sino más bien todos y cada uno de los sentimientos del alma claman a grito por la separación, nos charláis todavía de común nacionalidad, de idéntica historia y de recuerdos solidarios. Nos pregunta el señor Reynals «qué páginas ha dado a la historia la nacionalidad cubana.» Nosotros le rogaremos a nuestro turno que nos afirme cuáles eran las que había creado al empezar su revolución la nacionalidad norte-de america que después aquí está escribiendo la epopeya más espléndida que recuerdan los anales de la humanidad.
El gran argumento que siempre y en todo momento se ha usado contra los que mantenemos la nacionalidad cubana, radica en decir que en muy poco la apreciamos, en el momento en que consentimos en anexarla a otra nacionalidad que a vuelta de escasos años la absorbería completamente. Tendralo comprendido el Consejo de Regencia y dispondrá lo preciso a su cumplimiento, mandándole imprimir, difundir y circular.» — Antonio Joaquín Pérez, presidente. — «Y para que llegue a novedad de todos el Consejo de Regencia lo manda imprimir y circular. Lo vais a tener comprendido, y dispondréis lo necesario a su cumplimiento.» Joaquín Blake, presidente.
La Reforma Liberal
Por ser éstos una barrera formidable opuesta a la unificación del pueblo mexicano, tanto cultural, popular como políticamente. Pretendía tomar la lengua castellana por tradición histórica y por herencia española como lengua escolar y pues siendo de este modo, se va a llegar a atrofiar y destruir los idiomas locales. En la cédula real de Felipe II fechada en el mes de junio de 1586 se dispone que «todos los indios enseñados y obligados a entender la lengua de españa dentro del término que les pareciere bastante», sin que se comprenda que por esto lo que hubieren de ser curas dejen de entender y estudiar las lenguas de ellos, sino que se den curatos ni doctrinas de indios o clérigos ni monjes que no fuesen primero examinados que sean muy suficientes en la lengua de los indios.
La Constitución de Cádiz de 1812 establecía ya en su producto 11 que se va a hacer una división más favorable del territorio español, por una ley constitucional, luego que las situaciones lo dejen. El nuevo régimen político trató inmediatamente de constituir un nuevo mapa del Estado, y de dividirlo de forma uniforme en diversos escalones inferiores, esencialmente provincias y municipios. Se trata principalmente de los servicios sexuales, pero también del alquiler de úteros y la venta de óvulos, e incluso de órganos.
Normalización Del Español En América
Mientras cambian los causantes económicos estructurales que llevan a las mujeres a vender servicios sexuales hay que estar del lado de las más atacables, para que logren hacerlo sin riesgos y de manera sin dependencia de las mafias. Pero como la actividad sexual comercial de las mujeres es un desafío a la doble ética, que cree que las transacciones sexuales de las mujeres son de un orden distinto a las transacciones sexuales de los hombres, persiste el estigma. Luego de comprender las investigaciones novedosas que documentan una variedad de experiencias, tal como de volver a percibir a algunas de las mujeres que trabajan en la calle, estoy persuadida de que la regulación del comercio sexual mejoraría las condiciones de trabajo y la seguridad de la mayor parte de quienes se ocupan de esa actividad. Reconocerles derechos como trabajadoras a quienes lo solicitan de manera sin dependencia es una mediación frente la carencia de otras alternativas laborales que caracteriza la situación nacional. Pero para asegurar los derechos de quienes trabajan en ese ámbito hay que ir alén de las posiciones fundamentalistas del abolicionismo21 y regular el negocio. Hay que apoyar a las trabajadoras sexuales para que puedan laborar sin peligros y de forma independiente o, si lo quieren, aprender para efectuar otro género de trabajo.
Cuando el apresamiento de este buque, fué diferente de la que ha observado cuando han sido apresados otros buques pertenecientes a particulares, que se apoderó del buque de manera fuerte armada, siendo presa inglesa, y que los soldados españoles sacaron del buque todo lo que probaba su calidad de negrero, y para finalizar, que de todos estos hechos podía certificar Mr. Crawford, cónsul inglés en la Habana. Bien hace el señor Reynals en sugerir en seguida a España que se mantenga neutral en la contienda del día. «Quiera Dios, afirma, que en este momento como en tantas ocasiones el sentimiento no mande la razón; desee Dios que seamos enérgicamente neutrales entre la Francia, Italia y el Austria.» Aparentemente, no es la prudencia el atributo de que carece el señor Reynals. Malquistarse España con las unas o las otras naciones beligerantes sería disparidad en estos tiempos calamitosos en que tiende a prevalecer «un nuevo teorema de derecho en todo el mundo,» a comprender, el de intervención diplomática o armada en los Estados cuyo mal gobierno pone en riesgo la paz y la seguridad del resto naciones. Las analogías entre la cuestión italiana y la cuestión cubana persiguen al señor Reynals por más que pretenda sacudir la pesadilla.
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De todas maneras, estos 2 hechos notables, el empeño de los cubanos de negar la nota de anexionistas y el de darse los aires de una nacionalidad oprimida, han llenado de zozobras al señor Reynals, quien asegura inferir y manifestar sus consecuencias en otro producto. De esta manera, el indio hispanizado alcanzó una situación privilegiada frente a el resto, porque el hispanismo cultural expresaba la orientación socioeconómica de una nueve élite india para la que la adquisición de propiedad privada, la búsqueda de prosperidad comercial y las relaciones sociales tendían a diferenciarlos del campesino y asimilarla a una clase explotadora de hombres de negocios aristócratas, lo que para los españoles suponía un riesgo, por cuanto podía ocasionar un deseo de independencia. Este espíritu culminará en el siglo XVIII, en el momento en que, por servirnos de un ejemplo, en 1728 los descendientes de los caciques indios pidieron a Felipe V la reapertura del imperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco y de San Pablo, los dos para indios, para la enseñanza de la doctrina católica, las buenas costumbres, latín, griego y de la lengua castellana, porque la diversidad de lenguajes amerindios obstaculizaba el cumplimiento del progreso espiritual, social y el futuro de la nación. Estas leyes centralizadoras probablemente tengan su explicación política, en tanto que a finales de siglo XVII y en el siglo XVIII, el espíritu independentista de los criollos fue en incremento, produciéndose sublevaciones y conspiraciones en distintas sitios como Chile, Perú, la Patagonia, Paraguay, México… No obstante, es probable que los indios no quisieran estudiar el español, temiendo perder su lengua y también identidad, aunque muchos indios debían tener un conocimiento pasivo de la lengua española por pretensiones de trabajo, superexplotación e inclusive esclavitud, con lo que no es de extrañar que se negasen a evitar la utilización de la lengua de sus dominadores.
Si en España la reacción contra el gobierno impuesto por Napoleón dio rincón a la convocatoria de la asamblea nacional en 1809, y si desde exactamente el mismo instante de su apertura en el mes de septiembre de 1810 las Cortes se proclamaron soberanas, hubiera sido extraño que ese desarrollo, una vez desencadenado, no tuviese desarrollos mucho más radicales en América. La afirmación de la soberanía nacional como fuente de legitimidad tendría consecuencias revolucionarias repentinas en los lejanos territorios americanos de la Monarquía, donde las oligarquías locales vieron despertar, o tuvieron posibilidad de encauzar, sus anhelos y proyectos de control popular y económico. Además de esto, los medios de comunicación, al reiterar una y otra vez las horríficas historias de las víctimas de “tráfico”, dejan de lado las historias de las trabajadoras sexuales, y el tema de sus derechos laborales aparece como sin importancia, cuando justamente el derecho al trabajo es fundamental. En México, en el contexto de la precarización laboral la llamada “prostitución” representa una manera esencial de subsistencia para muchas mujeres. Hacer dinero se expone como una necesidad primordial para asegurarse donde vivir, para vestirse y alimentarse, para educar a los hijos, para abonar medicinas, en fin, para subsistir de forma decorosa y para darles a sus familiares otras alternativas.