Diferente suerte tuvo sin embargo la hipnosis, de la misma las ideas adlerianas, mucho más cercanas a la ideología bolchevique, siendo usada la primera en intervenciones médicas y después como técnica de lavado cerebral. Por contra, la psicología junguiana apenas dejó huella salvo en las reseñas y artículos. Y en la actualidad, también está muy presente la corriente humanística de Rogers, lo que sorprende por la clásico repulsa rusa a todo lo estadounidense.
Pero no va a ser hasta 1937, cuando el camino hacia la anexión de Austria por Alemania ya es un hecho, que Freud llegue a ver que la supervivencia del psicoanálisis ya es inviable. Muy perjudicado por el cáncer debió ayudar a la disolución de todas y cada una de las instituciones psicoanalíticas en centroeuropa y a la emigración hacia el planeta angloparlante de la inmensa mayoría de sus miembros. Se va a interesar por la obra de dos autores, Le Bon y McDougal, médico uno y sicólogo el otro, cuyas trayectorias en el ámbito político rozan lo contrarrevolucionario y lo racista, pero Freud retoma de ellos ciertos aspectos referidos a la sociedad de masas, aunque desmarcándose de sus principios políticos que no comparte. Aunque simultáneamente toma distancia del movimiento psicoanalítico soviético, al que ignora, y de los discípulos mucho más cercanos al pensamiento marxista como Wilhelm Reich, al que desprecia por su militancia comunista.
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No obstante, tenga presente que necesitará conseguir una tiene Psychologist World para obtener sus desenlaces. La resistencia al régimen asimismo se puede entender de una manera mucho más general, no psicoanalítica. Más tarde, Freud ha propuesto un modelo mucho más estructurado de la cabeza, uno que puede coexistir con sus ideas originales sobre la conciencia y la inconsciencia.
Después de eso, la llevaba al dormitorio de los progenitores, le afirmaba que se desvistiera y la golpeaba mientras que su madre miraba. “Freud -prosigue Oscar- empieza a preguntarsesi la histeria debía ver con la sexualidad;y a pensar que los síntomas de histeria son representaciones simbólicas de memorias traumáticas muy con frecuencia de naturaleza sexual. De regreso a Viena, instala su consultorio privado y detecta casos frecuentes de histeria en algunos de sus pacientes. Asimismo empieza a trabajar con su colegaJoseph Breuersobre un caso de histeria de unos de sus pacientes.
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Nuevamente, ya que los sentimientos de Joan hacia sus pensamientos son centrales en el trabajo analítico en mi interpretación retorno a esta cuestión, juzgando esta actitud como la más útil para la continuación de la historia. En verdad, a menudo se estima que un psicoanalista es un género de psicoterapeuta, solo uno que se especializa en psicoanálisis. Teniendo esto presente, todo psicoanalista es asimismo un psicoterapeuta, pero no todos los psicoterapeutas son psicoanalistas. No obstante, ámbas profesiones se enfocan en contribuir a las personas mediante la terapia de conversación, y las dos utilizan sus capacidades para ayudar a sus clientes a obtener una visión de sí mismos, abordar sus problemas mentales y emocionales y sanar.
Durante esos años, y merced a la publicación de sus primeros artículos, otros muchos colegas y también intelectuales procedentes de Berlín, Londres o Zurich fueron acercándose al conocimiento de la novedosa ciencia, entre ellos Abraham, Jones, Eitingon, Rank, Ferenzi, Jung y Adler. En 1908 tuvo lugar el primer congreso en todo el mundo de psicoanálisis en Salzburgo, al que asistieron 42 personas de 6 países. De a poco el psicoanálisis fue ganando adeptos, y en el mes de septiembre de 1909, Freud fue invitado a USA para vocalizar unas charlas de introducción al psicoanálisis en la Clark University, un hecho que resultó definitivo para la extensión del psicoanálisis. Conseguiría pronto cierto renombre como curador de la histeria, nosología que ilustró en su ensayo Estudios sobre la histeria . Cada vez más interesado en “las patologías de los nervios”, se fue alejando de la neurología a la vez que llevaba a cabo su “autoanálisis”, de cuya evolución da cuenta la correspondencia que mantuvo con un otorrinolaringólogo berlinés, Wilhelm Fliess, autor de extrañas teorías sobre la relación entre la mucosa nasal y los órganos genitales.
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Además de esto, la neutralidad técnica exige que el analista se abstenga de imponer sus sistemas de valores al cliente . Interpretación propiamente dicha, que se refiere a la hipótesis propuesta por el analista del concepto inconsciente que relaciona todos y cada uno de los aspectos de la comunicación del cliente entre sí . Lacan propuso que hay una etapa esencial de desarrollo que Freud no conoce como la “etapa de espejo”. Esta etapa con nombre apropiado se inicia en el momento en que los bebés miran en un espéculo su imagen.
Anna Freud aceptó la defensa de la teoría freudiana y se enfrentó a Melanie Klein, apoyada por Jones. Freud se situó en un background, muy afectado por el lamentable cáncer de mandíbula. Pero al estar cruzado el debate por la irrupción del movimiento feminista de postguerra, y al estar asimismo cruzado el debate por determinadas concepciones mucho más conservadoras de Freud, anclado en los hábitos sociales de la preguerra, los Freud iban a tener todas las de perder, al mezclarse el enfrentamiento teórico con el político y el ideológico.
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La mayor parte de los bebés se fascinan con la imagen que ven en el espejo e incluso tienen la posibilidad de intentar interaccionar con ella. Pero eventualmente, se dan cuenta de que la imagen que ven es de ellos mismos. A diferencia de lo simbólico, al que Freud ha propuesto que se podía acceder a través del psicoanálisis, no se puede acceder a lo real. Una vez que aprendemos y comprendemos el lenguaje, nos apartamos totalmente de lo real. Lo detalla como el estado de naturaleza, en el que no existe más que una necesidad de comida, sexo, seguridad, etcétera. . Entre mediados y finales de la década de 1900, el psicoanalista francés Jacques Lacan pidió un regreso a la obra de Freud, pero con un enfoque renovado en el inconsciente y una mayor atención al lenguaje.
El desenlace de la guerra y la proclamación de la República Húngara supusieron una enorme oportunidad para el psicoanálisis al ser propuesto Ferenczi para ocupar una cátedra de psicoanálisis en la Universidad de Budapest. En el enfrentamiento que se abre entre Freud y Ferenczi sobre la cuestión, Freud llega a esbozar lo que podría ser una licenciatura de Psicoanálisis, con materias de Literatura, de Arte, de Mitología, de Historia de las religiones y de las civilizaciones, etcétera. además de otras del campo de la Medicina y la Filosofía. Ferenczi fue finalmente nombrado catedrático de psicoanálisis por el gobierno de los Consejos Obreros (de clara inspiración bolchevique) comandado por Béla Kun y con Georg Lukács a la cabeza de Instrucción Pública y Cultura. La derrota de la revolución húngara y la instauración del régimen dictatorial del almirante Horthy iban a suponer asimismo la destitución de Ferenczi y la desaparición de su cátedra.
También parece tal y como si en estos años, ahora en el ambiente de los 70, adoptase una cierta postura de provocación hacia el curso más oficialista del movimiento psicoanalítico que él ya no controla, a cargo de Jones y del mundo anglosajón desde el desenlace de la guerra, y regresa al interés por la telepatía, el ocultismo, etcétera., que él mismo había rechazado con vehemencia años atrás. 2 casos de análisis clínicos cobran gran protagonismo en este periodo, se trata de los casos Lanzer y Serguéi (populares respectivamente en la jerga psicoanalítica, uno como «el hombre de las ratas», y el otro como «el hombre de los lobos»). Dos casos extensamente comentados y que adjuntado con la experiencia de la guerra, con los traumas causados, dejan afinar el análisis de las neurosis, diferenciando las de origen familiar , de las traumáticas, entre ellas las producidas por la barbarie de la guerra, que serán ahora también tomadas en consideración. Pero los años 20 van a ser asimismo instantes de crisis y desavenencias en el movimiento psicoanalítico (como la que se produce con un acólito muy querido, Rank, muy crítico con la interpretación freudiana sobre el «hombre de los lobos»). El entender psicoanalítico es juzgado ejemplo paradigmático de las malvadas y dañinas prácticas burguesas del capitalismo occidental, por eso cuestiones como el avance sexual infantil dejen de investigarse, al estar socias al nombre de Freud. Como excepción a tal estado de cosas, está la traducción rusa de Alén del principio de placer en 1928, donde han tomado parte Luria y Vygotski, quienes ahora habían redactado un prefacio a ésta en 1925.