Lo hizo durante su primera declaración al arranque del juicio y en la reconstrucción del delito en la finca de Rodalquilar dos días tras ser detenida. “¿Quién puede ser capaz de matar a un niño como Gabriel? ” se preguntó en voz alta ayer la fiscal Elena Fernández al inicio de su última intervención en la salón.
Cierto es que en el año y medio transcurrido desde la desaparición del Pescaíto se ha impuesto la tranquilidad. En este momento hay un tribunal en frente de la asesina confesa y un jurado que establecerá si es inocente o culpable. He vuelto a conocer a Ana Julia Quezada, la mujer que segó la vida del niño Gabriel Cruz (ocho años), apodado por sus paisanos el Pescaíto. Detrás de una mujer mala siempre y en todo momento hay una madrastra, y la crónica de la humanidad está llena de madrastras terribles y deshumanizadas. Alén de su significado así, madrastra es cualquier mujer que hace un empleo abyecto de la maternidad.
Ana Julia Quezada, La Mujer Más Odiada De España
La logró merced a su matrimonio con Miguel Ángel. Él era un camionero que se enamoró perdidamente de la dominicana tras conocerla en un prostíbulo de carretera. Por aquellas datas, el marido de Ana Julia había suscrito un seguro de vida en que la beneficiaria del 50 por ciento del dinero si el moría era su mujer. Finalmente, subsistió, pero a inicios de 2009 su mujer le anunciaba que quería el divorcio, ya no estaba enamorada de él, se le acabó el cariño, le ha dicho. A la fiscal no le pasaron desapercibidos los gimoteos intensos y sin lágrimas que se silencian de pronto en el momento en que charla.
Ana Julia Quezada Cruz nació el 25 de marzo de 1974 La Concepción de La Vega, en la República Dominicana. Precisamente, desde su ciudad natal llegaron las únicas palabras que la defienden frente al lamento popular desatado contra ella una vez que el cadáver de Gabrielfuera hallado en el maletero de su vehículo. De Ana Julia Quezada se ha estudiado hasta el último detalle de su vida. Cuarenta y cinco años y un periplo que no ha dejado indiferente a absolutamente nadie tras las varias confesiones de esos que la rodearon en el pasado. El dispositivo de búsqueda, que sacudió las entrañas del país, que arrancó los instintos mucho más primitivos y que removió la conciencia de investigadores y ciudadanos, duró 13 días, implicando a más de 5.000 personas. El abultado lo constituyeron los voluntarios, unas 3.000 personas.
La prenda de vestir está al lado de las instalaciones de la depuradora de Las Negras, la pedanía de Níjar (Almería) en la que se ha instalado el puesto de mando adelantado que coordina las labores de búsqueda. Inmediatamente, buzos de la Guardia Civil rastrean sus balsas en busca del cadáver del pequeño. Patricia Ramírez y Ángel David Cruz, padres de Gabriel, durante el funeral del pequeño, celebrado el martes 13 de marzo en la catedral de Almería.
El Llamamiento Atormentado De La Madre De Gabriel: “les Ruego Que No Empleen La Imagen De Mi Hijo”
La pequeña fallecida había sido adoptada por su pareja de entonces, Miguel Ángel, con quien Ana Julia tuvo una segunda hija, que tenía solo un par de años en el momento en que su hermana falleció. La chavala, ahora de 24 años, sigue viviendo en Burgos con su padre. Cuando el juez dictase sentencia pasaría de ser una presa precautoria a una presa condenada, y se le aplicaría el nivel correspondiente.
Los funcionarios de cárceles las forzaron a retirarlos frente su llegada. Esos días, Ángel Cruz, el papá de Pescaíto, iba y venía como un zombi de la mano de Ana Julia, una dominicana bien parecida de la que después conocimos sus antecedentes. Había llegado a España en los 90 acompañada de una hermana y sin más ni más equipaje que su hija de tres años. Seguramente le atraía la luz internacional de un país que celebraba Juegos Olímpicos, Expos 92, Quintos Centenarios, y el dinero emanaba a raudales. Sergio montó un conjunto musical con gente autóctona.
Ana Julia Quezada: Retrato De Una Mujer Malvada
Ana Julia indudablemente pensó que alisándose el pelo con unos tratamientos de keratina podría pasar por una de españa buen parecer. Ana Julia, sin embargo, tiene instantes sobreactuados en los que solo se parece a sí misma, la madrastra del cuento. O la hechicera, como decía la mamá de Gabriel, forzando un bucle literario. El Correo de Burgos se hizo eco de las declaraciones de los familiares de un burgalés con el que Ana Julia asimismo mantuvo una relación hasta el momento en que el hombre murió en 2012, por causas naturales. La familia del fallecido la califica como una persona “que solo se mueve por interés, por dinero”.
Hablamos de una cala de arena virgen dentro del parque natural del Cabo de Gata. Desde el barranco, coronado por el espectacular Castillo de San Ramón, se consiguen unas vistas increibles de sus aguas cristalinas. Es complicado conseguir hosting en esta temporada del año pues la ocupación roza el cien%. Pocos parecen recordar que solamente a unos kilómetros de distancia sucedió la tragedia, que ese paraje fue uno de tantos que se llenó de batidas buscando a Gabriel Cruz. «En el momento en que sucedió lo del niño sí que nos llamaron algunos clientes del servicio preguntando por el tema, pero ahora absolutamente nadie se acuerda», cuenta un conocido hotelero de Rodalquilar.
Según constaba en los documentos de la temporada, sufría una “fuerte excitación nerviosa”. En la barra de ese bar Ana Julia conoció a Ángel Cruz, el padre de Gabriel. La Nochevieja de ese mismo año empezaron una relación sentimental. En septiembre de 2017 ya estaban viviendo juntos. El crío, Gabriel, vivía con su madre y pasaba fines de semana y la mitad de las vacaciones con su padre, que le adoraba. Gabrielillo, \’el Pescaíto\’, no sentía lo mismo por la novia de papá.
Él era el dueño de una cafetería de un conocido club social de la ciudad burgalesa y tenía un enorme patrimonio. “Se fijó en él por su dinero”, opinan desde su ambiente. El divorcio fue tormentoso y el hombre acabó condenado por acoso y no ha podido ver a su hija Judit durante cuatro años. Por aquella época, Ana Julia ya había popular a un hombre viudo y enfermo que tenía un bar en Burgos. Vivieron juntos dos años y medio, hasta la desaparición del hombre.