Las enseñanzas de Benjamín Franklin tuvieron una profunda predominación en las proyectos de muchos de los grandes autores contemporáneos en el campo del desarrollo personal, tales como Napoleón Hill, Dale Carnegie, Zig Ziglar y Stephen R. Covey, entre otros muchos. Por consiguiente la obra que podría ostentar el glorioso título de primer libro de autoayuda jamás escrito es El libro del hombre de bien, del que fue uno de los denominados Progenitores Fundadores estadounidense, Benjamín Franklin (de todos modos esa obra es un extracto de su autobiografía, entonces explicaremos ese detalle). Pero es imposible comprender los escritos de Franklin sin entender antes su vida y circunstancias. Con su carácter decidido y su ingenio, Franklin devino el símbolo del “hombre hecho a sí mismo”, al unísono que revolucionaba todos los campos en los que se desarrolló su actividad, desde la investigación científica y la educación hasta el periodismo y la política.
Sin duda, Franklin se encuentra dentro de los personajes mucho más fascinantes de la historia de Estados Unidos. Y sucede que más allá de su faceta como político, fue un prolífico inventor. Debemos a su ingenio el pararrayos, el cuentakilómetros, las lentes bifocales…, tal como ciertos interesantes ensayos sobre el ajedrez o las corrientes marinas.
Sus trabajos acerca de la electricidad le llevaron a elaborar conceptos tales como el de lascargas negativas y las cargas positivas, a partir de la observación del comportamiento de las varillas de ámbar, o el de conductor eléctrico, entre otros muchos. Inventó también el llamado horno de Franklin y las denominadas lentes bifocales. A los 17 años, Benjamin decidió escapar del control de su hermano y se marchó a Novedosa York, pero nada más llegar alguien le propuso ir a Filadelfia, la capital de la colonia de Pensilvania. Indudablemente te recomiendo leer «Autobiografía De Un Hombre Feliz» de Benjamín Franklin, un libro que bajo mi criterio resulta una gran inversión y que merece ocupar un hueco en tu biblioteca personal. No es un libro que, en mi entender, destaque por su elevada concentración de conocimientos, no obstante, posee múltiples perlas en su interior que indudablemente resultan de un valor realmente elevado.
Franklin, Benjamin
Dinámico, afable, pero también radical en sus ideas, Franklin pertence a las figuras más simpáticas y atractivas de su temporada. Pero siendo los precedentes unos logros mucho más que notables, lo que verdaderamente le logró pasar a la posteridad fue su actividad política. Participó en la reunión de colonias que supuso el origen de Estados Unidos y redactó al lado de John Adams y Thomas Jefferson la Declaración de Independencia. Posteriormente ejercería de representante americano en París, donde demostró una extraordinaria capacidad diplomática explotando las rivalidades entre las potencias europeas para garantizar la aún frágil independencia del nuevo país. Siempre tuve la curiosidad de saber mucho más de este hombre fantástico que dejó una gran lista de consejos y buenos hábitos para encaminar nuestros pasos hacia el éxito personal, sugiero emplear las agendas concebidas por Franklin hace 150 años y prosiguen siendo una novedad por su sencillez y efectividad.
Impulsó la masonería en la ciudad; de su imprenta salieron las Constituciones de Anderson en 1734, el primer libro masónico publicado en América. Asimismo participó en muchas iniciativas sociales, como la fundación de la primera biblioteca pública de Filadelfia, el primer cuerpo de bomberos de la región o la Facultad de Pensilvania. Esta es, sin duda, entre las autobiografías más transcendentales de siempre.
Comunidades
Contribuyó así a la capacitación científica de Franklin, cuya escasa educación matemática le imposibilitaba estudiar el libro de Newton. Las aportaciones de Franklin a la ciencia se apoyaron siempre y en todo momento en la observación, experimentación y su muy poderosa imaginación. Para entonces las colonias británicas de América se habían convertido en un país independiente, USA, en un desarrollo en el que nuestro Franklin tuvo una participación de primer plano. La nueva nación tuvo muchos progenitores de la patria, empezando por su primer presidente, George Washington, héroe de la guerra de independencia contra Gran Bretaña; pero quizás el mucho más querido y más recordado de todos fue “Ben Franklin, impresor”.
Al tiempo que prosperaba en su trabajo, Franklin se embebía de la civilización de la Ilustración. En su autobiografía enseña que prefería quedarse en el taller leyendo libros que sumarse a sus compañeros “bebedores de cerveza”. De ahí derivó sus ideas de tolerancia, de escepticismo frente a los dogmas religiosos y de búsqueda del conocimiento útil para la sociedad. A los 15 años publicó sus primeros artículos en el diario fundado por su hermano en Boston; ya en Filadelfia, adquirió La gaceta de Pensilvania.
Opinión:
Lo único que vale la pena del libro es la supuesta carta a su hijo, el resto, soporífero a más no poder, no lo recomiendo. Descuentos en libros, últimos títulos publicados y considerablemente más.
Breve Biografía De Benjamin Franklin
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Que en vuestra casa cada cosa tenga su rincón, cada negocio su tiempo. Estaba yo el otro día en La Casa del Libro leyendo con gesto absorto la contraportada de un ensayo de política internacional, mientras que con el disimulo de práctica buscaba frotarme de manera accidental con alguna chavala próxima —siguiendo a una que no dejaba de apartarse— cuando acabé frente a la sección de autoayuda. Ya que estaba ahí, comencé a ojear los títulos y, repentinamente, un mundo de posibilidades se abrió ante mí. Cuando acabas el libro tienes una imagen clara de lo que tienes que realizar para prosperar. Para mi una traducción muy poco elaborada, si sabes inglés busca una versión original, de lo contrario, más vale esto que nada, pues el libro es bien interesante y contribuye muchas cosas.