De esta forma, durante estas páginas, se cuenta de qué forma Camela consagró sus casetes en las estaciones de servicio hasta llegar a esta época. La historia se remonta al instante en el que Ángeles y Dioni se conocen al transformarse primero en cuñados y, entonces, en compañeros de trabajo. De hecho, en sus comienzos el conjunto era un trío de amigos que han comenzado a realizar unas grabaciones hogareñas con un teclado en la casa de la abuela de Dioni y a vender el resultado en los mercadillos.
Pero había alguien que se nos escapaba, alguien a quien no le poníamos cara y por fin gracias a lo expresivo que es y ha sido siempre y en todo momento Dioni Martín en sus redes sociales hemos conocido a su madre. Camela, autores de la “tecno-rumba” y fenómeno gestado ajeno de la enorme industria musical, sigue con la celebración de 25 años de historia con la publicación de una primera biografía oficial donde, entre otras muchas cosas, sobran en las razones por las cuales el grupo pasó de trío a dúo. Asentados como uno de los grandes nombres de la música de españa, Ángeles y Dioni afirman no ser rencorosos. “En este momento aseguran que sí, que Engatusa mola. Pero nosotros hemos sido siempre y en todo momento exactamente los mismos. Son ellos o las tendencias los que han cambiado”, piensa Dioni en el final del libro. “De manera frecuente me llegaba a preguntar si Camela había matado a alguien… A ciertos, ser seguidor del grupo les parecía vulgar, propio de gente con poco gusto que solo sabía apreciar la música de \’organillo\'”.
Dioni Martín, la mita de Engatusa, junto a su mujer Lucía y sus hijos Rubén y Cristofer. Somos una compañía con varios años de experiencia en el campo. A lo largo de los años hemos crecido y nos hemos adaptado al mercado sin dejar de prestar los más destacados y una gran variedad de productos a costos muy confrontados, realizando de esto nuestra filosofía de compañía. El libro comienza con el prólogo del director de cine Juan Antonio Bayona quien, antes de ganar el Goya a Mejor Directivo por El Orfanato, Un monstruo viene a verme y por Lo irrealizable, se formó detrás de las cámaras en seis videoclips de Camela. En 2009 se les logró distribución de un disco especial por las ventas de 7 millones de álbumes a lo largo de su trayectoria, incluyendo los que unicamente se habían distribuido en mercadillos, aunque si hubiera existido un registro riguroso “la cantidad sería bastante mucho más abultada”. En ese sentido, se influye en el papel que su primer productor, David Muneta, tuvo en la configuración de su sonido tan personal.
El Dúo (antes Trío) Musical Prosigue Llenando Auditorios Y Vendiendo Discos A Porrillo
“Yo ahí no canto. Eso semeja bacalao”, protestó Martín de primeras, convencido después al hablarle de de qué manera Las Grecas o Los Chichos habían innovado en el ámbito de la canción aflamencada metiendo instrumentos de rock. Con todo, Cabrera siguió formando parte de Engatusa diez años mucho más, aunque sin aportación musical, con una presencia “prácticamente testimonial para no distorsionar la imagen” de la capacitación, hasta que Martín dio un golpe en la mesa agotado de “dividir las ganancias en tres partes iguales”. En el entorno familiar de Dionisio todos conocen la existencia de Daniel, pero ninguno de sus integrantes ha hecho el esfuerzo reducido por contactar con este hijo “misterio” al que el artista rechaza de forma sistemática desde su nacimiento. Una sentencia reconoció su filiación pero su padre nunca ha amado conocerlo.
No obstante, “a muchos les prosigue costando admitir que les gustamos, pero no dejamos de trabajar y de vender millones de discos”. Hoy Engatusa “están por encima del bien y del mal”, afirma Bayona, y “pertenecen a los nombres consagrados de la música popular española”. Pero en el momento en que se conocieron “generaban arduas polémicas”.
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Hasta casarse y formar un matrimonio, ya con unos cuantos hijos, uno de ellos compone para Camela y el otro es modelo. Los cuñados como decíamos, se llevan estupendamente y no existe entre ellos, más allá de sus contactos periódicos y sus viajes otra relación que no sea la rigurosamente profesional. No hacía falta ser seguidor del conjunto, aquello de “escúchame, compréndelo, es realmente difícil nuestro amor …” se grababa en la mente de tanto que sonaba. Como personas son un diez, siempre humildes y cercanos; lo que unido a su estilo personal, la voz de Ángeles, las letras simples, las canciones pegadizas, un cóctel que les ha llevado a un espacio merecido en la música. Esto de los dúos musicales lleva a veces a confundir lo que les une en la privacidad, fuera de los escenarios. Hay formados por marido y mujer; por dos hermanos; por amigos, compañeros de trabajo.
Lo que no sabíamos es que los pertenecientes de Engatusa, Dioni y Ángeles, son cuñados. Por Navidades y Nochevieja se bromea que en las cenas los cuñados terminan poco menos que a leñazos. No es el caso de Camela, quienes igual que unen sus voces para popularizar rumbas aflamencadas con la mejor armonía posible, son muy respetuosos entre sí y mantienen, por lo demás, vidas separadas y felices.
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En este momento tiene 30 años, vive con su madre y nunca ha tenido relación alguna con el cantante de En el momento en que Zarpa el Amor. D[/dropcap]ioni Martín, la mitad de Engatusa, acaba de festejar cincuenta años y lo hizo cubierto de su familia, su mujer, Lucía, y sus hijos, Rubén y Cristofer. El dúo (antes trío) musical prosigue llenando auditorios y vendiendo discos a porrillo.
Ángeles Muñoz y Dioni Martín cuentan su historia personal y profesional en el libro “Camela por Camela. Además de esto, el conjunto ha obsequiado a sus fieles con una exclusiva canción “Su disparidad, mi placer”. Cuando comenzaron, San Cristóbal era uno de los distritos mucho más humildes de La capital española, con muchas viviendas de realojamiento de chabolas. “Mi abuela materna era gitana y mi abuelo, solo a medias”, recuerda Dioni en una página del libro.
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Durante todos estos años, Gema le solicitó a Daniel que no dijera jamás quién era su padre con la intención de evitarle un sambenito extra. Ella misma guardó silencio y no lo reveló no a varios de sus familiares hasta un momento muy reciente. En las sesiones de terapia se refería a Dioni como “señor X”.