Fue entre las musas del cine de los 70 y hoy se dedica al teatro. En «Mi mujer es muy aceptable, en lo que cabe», que obsequia el viernes LA RAZÓN, es una mujer a la que un señor posesivo desea encerrar en una jaula. Como su familia no tenía claro que ella lo tuviese claro (deseaba ser actriz) la hicieron montadora cinematográfica. Portal de actualidad y noticias de la Agencia Europa Press. Mujer de Buero Vallejo, y de Julia Trujillo, hay diez actrices.
“Era un apartamento de unos 70 metros cuadrados que compartía con otra gente. Estaba en Hortaleza. Naturalmente, no era la casa de mis sueños, pero se encontraba realmente bien”. Veo que pasan los años, claro, pero lo llevo bien, sin asombros, sin horror. Estoy parcialmente contenta conmigo misma. El destape era un virus que había que pasar.
Usted Tiene Ojos De Mujer Mortal
Puso una demanda a los causantes de esa tomadura de pelo cobrando el doble de lo pactado. Maria Luisa San José está inmersa en una obra de teatro y en proyectos televisivos. Llevaría varios reportajes repasar su carrera profesional, todas y cada una de las películas, series y programas de televisión u obras teatrales en las que participó.
En esa época, mediados los años 70, cobraba por película doscientas cincuenta mil “del ala”. No le ha importado a María Luisa San José contar la escabrosa anécdota de un productor, ya fallecido, Pedro Masó, quien la citó en su despacho con ánimo de contratarla. Pero lo primero que le insinuó fue que, como tendría que aparecer en bikini, era preciso que le enseñara las piernas… hasta la cintura.
Años
Explora 26 fotografías e imágenes de depósito sobre maria luisa san jose o realiza una nueva búsqueda para localizar mucho más fotografías y también imágenes de stock. Pero lo que más llama la atención de su historia, es que fue pionera en proteger los derechos de imagen, ganando, en 1977, una demanda contra la gaceta \’Interviú\’. “Firmé un contrato con la publicación. Pacté un reportaje fotográfico con ellos. Elegí el ubicación de rodaje, me pusieron al mejor fotógrafo y procuré siete instantáneas de entre 3.000 carretes. Las fotografías eran increibles, nada feas. Jamás había estado mucho más guapa”. La actriz está orgullosa de todo cuanto trabaja y trabajó.
María Luisa San José Seivane es una actriz española. Su primer trabajo fue en la sección de revelado de un laboratorio cinematográfico, La capital española Film. De ahí salta a la propaganda y después a la interpretación, debutando en el cine en 1964 con Hagan juego, señoras, de Marcel Ophüls.
“Tengo un historial increíble. En los ochenta hice cine con Mariano Ozores, con Alfredo Landa… A este cine la prensa lo denominaba \’de la tercera vía\’, pues creaba películas inteligentes sin perder la comicidad”. “Mi casa ideal debe tener mucho espacio. Aquí tengo el despacho, que es mi rincón, pero también un gran salón por el que moverme. Asimismo, debe haber una buena cocina, un baño grande, una buena cama. Y mucha luz, el sol es fundamental”. Es la historia –cuenta– de un hombre que quiere tanto la independencia que solo la desea para él. Le agradan los pájaros y los mantiene en cautividad, lo mismo que a las mujeres. Deja a su mujer para estar conmigo, pero a mí asimismo me desea encerrar en una jaula.
María Luisa San José Formó Parte En La Producción De Las Siguientes Series
Natural de enero de hace sesenta y ocho años esta madrileña de encantadora sonrisa y agradables aspectos faciales era una modosita joven que se presentó al certamen de “Casta y Susana” en ya lejanos veranos en Las Vistillas y fue entre las ganadoras. Como Casta, la mucho más seria de las acompañantes del don Hilarión de “La verbena de la Paloma”. Trabajaba en unos laboratorios cinematográficos. Pero lo que ambicionaba era ser actriz.
Parece que el día de hoy los hombres no administran ni dominan tanto a las mujeres. Para María Luisa, la palabra decencia tiene resonancias viejas, en el momento en que los educadores exigían recato, escapulario, falda larga y sostener las rodillas pegadas. María Luisa San José era tímida y vergonzosa –aún guarda algo de timidez y vergüenza–, pero ahora sabe que la decencia es otra cosa, por poner un ejemplo, la dignidad, la coherencia con unos principios y la defensa de las causas justas. Es una mujer de izquierdas sin partido. En 1974, en el momento en que sus sueños cinematográficos comenzaban a hacerse carne, interpretó «Mi mujer es muy aceptable en lo que cabe», la película que el viernes próximo obsequia este periódico.
“Me parece que es una película mítica. Pero también me agrada el cine de en este momento. He visto mucho cine y lo seguiré viendo por el hecho de que me chifla”. Logré cosas sin perder la dignidad. No he sido ni soy muy consumista, las joyas y los coches jamás me dijeron nada. Vivo en Villafranca del Castillo y hago senderismo. De los 8 a los 16 hice natación sincronizada y salto de trampolín.
Consigue particular notoriedad a lo largo de la década de los setenta, llegando a ser una de las actrices mucho más asiduas en las comedias sin pretensiones de la época. Fue patrona de la Fundación Casa del Actor. Si algo caracteriza la vivienda de la actriz son los grandes espacios, limpios y con luz. Y la proporción de cuadros que lucen en las paredes.
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