Por precaución, y dada la gravedad del caso, le prohibimos jugar y correr; cosa que le dejamos realizar a fines de octubre, en vista del buen estado del paciente. Antonio, nieto del doctor palmero Pérez-Camacho, que regentó la clínica de La Palma y vivía entonces aunque se encontraba enfermo, ten en cuenta que los médicos querían eludir a toda costa una decisión tan radical. Al final, “los doctores Miguel López y los Capote dijeron que había que recortar por el hecho de que si no me iba a dar una septicemia y me iba a morir, y no se podía esperar más tiempo”. “Recuerdo de qué forma me sacaban los trozos de carne putrefactos y yo no me enteraba; era carne completamente en descomposición”. En esta tradicional historia de la vida de San Martín de Porres, Mingote ha plasmado magistralmente con sus dibujos la gran talla de uno de los santos mucho más populares. Mingote ha plasmado, con su penetrante intuición y su fina agudeza humorística, las situaciones repletas de heroísmo escondido, que pulsan los resortes más sensibles de nuestra emoción…
La enfermería del convento era grande, como correspondía a una red social tan numerosa como la del Rosario de Lima, y precisaba de alguien que supiera dirigirla con habilidad y dedicación. No debieron escapar al nuevo superior, fray Alonso de Sea, las cualidades de Martín como cirujano y boticario y por eso, tras su profesión solemne, fue nombrado enfermero de la vivienda, oficio al que se dedicó ahora el resto de su vida. Según testimonió fray Fernando Aragonés, Martín “se ejercitaba en la caridad día y noche, curando enfermos, dando limosna a españoles, indios y negros. A todos quería, amaba y curaba con singular amor”.
A su velatorio asistieron multitud de personas, tan deseosas de hallar una reliquia que su hábito tuvo que ser reemplazado múltiples ocasiones antes de ofrecerle sepultura. Hijo natural de Juan de Porras, natural de Burgos y caballero de la Orden de Alcántara, y de Ana Velázquez, hija de español y de negra, liberta y natural de Panamá. Desde allí, Ana Velázquez siguió a Juan hasta Lima con la promesa del matrimonio. Pero, ya en la Ciudad de los Reyes, la promesa quedó sin cumplir y el caballero alojó a la joven mulata en una humilde vivienda de la calle Malambo, en la collación de San Lázaro, donde la visitaba habitualmente.
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Concluida su misión en Panamá, Juan de Porras había regresado a Lima y tenido noticias de la vocación de su hijo. Si bien aprobara su decisión, no veía con buenos ojos ni podía aceptar, de acuerdo con su propio estatus popular, que su hijo permaneciera en el convento como donado. Tras seducir a fray Juan de Lorenzana haciendo servir sus muchas influencias, logró que la Orden aceptara a Martín como hermano lego, lo que habría equivalido a omitir legalmente su condición racial.
Pero su padre no lo deseó reconocer, ni a él ni a su hermana. Martín no nació negro, sino más bien mulato; sus hombros eran anchos; sus brazos fuertes; su frente levantada; sus ojos negros; su nariz mucho más pequeña que grande; sus labios gruesos … Fue bautizado en la iglesia de San Sebastián de Lima, exactamente el mismo templo donde también se bautizó Santa Rosa de Lima.
Padeció entonces muchos asaltos del demonio, pero sintió el consuelo y compañía de la Virgen. En el momento en que la viruela empezó a causar estragos en Lima, la actividad y los cuidados de Martín se multiplicaron. Se cuenta que disfrutó del privilegio de la multilocación , pues le veían curando y consolando simultáneamente en múltiples sitios. Martín aprendió el trabajo de barbero, que incluía el de cirujano y la medicina general. Cumplía bien su oficio, sobre todo a favor de los pobres, y aprovechaba la ocasión para hablarles de Dios, y era tal su bondad que conmovía a todos. Acceso instantáneo a millones de ebooks, audiolibros, gacetas, podcasts y considerablemente más.
Unión De Hermandades, Cofradías Y Patronazgos De Gran Canaria Semana Santa 2009
La sencillez de corazón de Martín dejó deslumbrado a su padre, que movido por su conciencia se lo llevó a Guayaquil , país donde se encontraba designado. A los 8 años de edad, Martín entró en una escuela principal, pero su estancia en esta localidad duraría tan sólo dos años, puesto que Don Juan fue nombrado Gobernador de Panamá. Entendidos de su buena predisposición al trabajo y de su natural dedicación a los humildes, sus superiores decidieron destinarle durante unos meses a la hacienda de Limatombo, propiedad de la Orden situada a unas dos millas de la región. Allí Martín se empleó personalmente en las labores del campo, en la enseñanza de la doctrina a los indios y esclavos negros y en el cuidado de los enfermos. Poco a poco, sus proyectos de caridad empezaban a ser conocidas en la localidad y Martín supo aprovechar esa popularidad para reunir enormes limosnas con las que proseguir su tarea. En él, alojaba a los mendigos y recogía a los niños y pequeñas huérfanos y expósitos.
Siempre fue un niño muy inteligente sintiendo gran atracción por la medicina. De muy joven llegó a estudiar las primeras nociones en la droguería ambulatoria de sus vecinos. En esa época ser barbero tenía mucha relación con la medicina y por largo tiempo ejerció esta carrera doble. La vida espiritual de Martín se completaba con la práctica constante de la oración y con una severa penitencia. Los religiosos de la Localidad Virreinal van de sorpresa en sorpresa, con lo que el Superior le prohíbe efectuar nada increíble sin su consentimiento.
Patrón de la justicia popular, de los barberos, barrenderos, enfermeros, farmacéuticos, protector de los pobres. Patrón de la justicia social, de los barberos, barrenderos, enfermeros, farmacéuticos, asegurador de los pobres… Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio a fin de que amorosamente te ayuda entregado a mis hermanos y a llevar a cabo el bien. En los días 31 de octubre y 4, 11,18 y 25 de noviembre se efectuarán durante la noche conciertos gratis y los dominicos pidieron que las personas traigan víveres que se destinarán a la Casa San Martín de Porres. En Perú, merced a los frailes dominicos de Lima, las celebraciones en honor a San Martín de Porres se celebran a lo largo de 40 días.
Bibliografía Bibliografía Representativa Sobre San Martín De Porres
Padre, Hijo y Espíritu Santurrón, a quien nosotros también deseamos ser útil y adorar ahora y por toda la Eternidad. Por la prontitud con que socorría fray Martín a los necesitados, le llamaban Padre de los Pobres. En multitud de casos acudió prodigiosamente al que le llamaba, enfermo o necesitado.
San Martín De Porres, El Beato De La Escoba (3 De Noviembre)
Pero solo fue aceptado como hermano “donado”, esto es, como terciario regular, una orden particular para seglares expectantes de llevar una vida religiosa. A él no le importó este régimen diferencial, sólo deseaba estar en casa de Dios y servirle fielmente, si bien fuera en el último peldaño. Su trabajo era el de barrer (de allí el apodo de “Fray escoba”), adecentar las celdas, hacer recados, ayudar en la cocina, en la sacristía, en la huerta…
Su muerte causó profunda conmoción en la ciudad. Había sido el hermano y enfermero de todos, singularmente de los más pobres. Todos se disputaban por hallar alguna reliquia.