Tras un comienzo difícil, gracias a la hostilidad del clero local y la desconfianza hacia la Orden recién nacida, los dominicos comenzaron a ser acogidos y apreciados en todas partes. Aunque vivían de limosnas, varios recibían enormes donaciones de incondicionales y simpatizantes. Ya hemos citado la devoción mariana de Santurrón Domingo de Guzmán y la aparición de la Virgen de la que habría sido personaje principal.
Por orden del papa Honorio III, en un quinto viaje a Roma, reúne en el convento de San Sixto a las monjas desperdigadas por los distintos monasterios de la región para conseguir para los monjes el convento y la Iglesia de Santa Sabina. Domingo de Guzmán, fatigado físicamente de su trabajo apostólico, murió cubierto de sus monjes en el convento de Bolonia. Viajaba solo por una región casi en guerra, predicando en las encrucijadas de los caminos, en las iglesias, en los castillos.
Ya con su Orden de manera perfecta estructurada y mucho más de sesenta comunidades en desempeño, cansado físicamente, tras una breve patología, murió el 06 de agosto de 1221, a los cincuenta y un años de edad, en el convento de Bolonia, donde sus restos continúan sepultados. Con su orden claramente estructurada y más de sesenta comunidades en desempeño, fatigado físicamente, muere el 6 de agosto de tras una corto patología, a los cincuenta y un años de edad, en el convento de Bolonia. Sus restos permanecen enterrados en la basílica de Santo Domingo de esa ciudad. Fue a causa de la experiencia mística de Santurrón Domingo que el Rosario adquirió la forma que aún conocemos y practicamos hoy, con el papel de la Virgen María central y el movimiento circular que expresa el sendero espiritual de los fieles, su avance progresivo hacia Dios.
Fundación Didáctica Santurrón Domingo
Su familia pertenecía a la nobleza castellana y sus progenitores, don Félix de Guzmán y doña Juana de Aza, descendían de los condes de Castilla. Nativo de una familia profundamente fiel y muy encumbrada, jamás se dejó cautivar por las mieles de la fama, la ostentación o la opulencia. Sus padres, don Félix de Guzmán y doña Juana de Aza, descendían de los condes-creadores de Castilla. Legado que él jamás deseó heredar, tras estudiar Humanidades, Filosofía y Teología y ser profesor del Estudio General de Palencia. Expresa el deseo de devoción comunitaria, la intención de fomentar la Espiritualidad dominicana y la filosofía de amor ligada al Beato Rosario.
Al terminar la carrera de Artes en 1190, recibida la tonsura, se realizó Canónigo Regular en la Catedral de Osma. Fue en el año 1191, ya en Palencia, cuando en un rasgo de caridad heroica vende sus libros, para aliviar a los pobres del hambre que arrasaba España. A los veinticinco años, en 1195, Santurrón Domingo recibió órdenes sagradas y pronto fue nombrado canónigo de la Catedral de Osma por su obispo Martín de Bazán al que ya le habían llegado buenas referencias de las valías del joven. Enseguida fue nombrado sacristán del cabildo catedralicio.
Sus progenitores, don Félix de Guzmán y doña Juana de Aza, parientes de reyes castellanos y de León, Aragón, Navarra y Portugal, descendían de los condes-creadores de Castilla. Domingo de Guzmán contaba que veía a la Virgen manteniendo en su mano un rosario y que le enseñó a rezarlo y le dijo que lo predicara por todo el planeta, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. El santo se levantó muy consolado y abrasado en celo por el bien de estos pueblos, entró en la Catedral y en ese instante sonaron las campanas para reunir a los pobladores. De este modo han quedado establecidos los fundamentos de la Orden de Predicadores, los dominicos, que sería aprobada por Honorio III en 1216.
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En este contexto también nació la Orden Mendicante de los Franciscanos fundada por San Francisco de Agarráis. El Movimiento Dominicano del Rosario, o Cofradía del Beato Rosario, desde hace tiempo ha acogido a todos aquellos que desean comprender mejor y aprender a practicar esta forma de devoción. El Movimiento organiza oportunidades de oración y acercamiento común, peregrinaciones a santuarios y conferencias destinadas a reflexionar sobre los misterios del Santo Rosario. Santo Domingo de Guzmán nació en 1170 en Caleruega, en las montañas de Castilla la Vieja, España.
Al terminar la Teología en 1194, se ordenó sacerdote y es nombrado Regente de la Cátedra de Sagrada Escritura en el Estudio de Palencia. Para predicar la doctrina católica entre los pueblos apartados de la fe, en 1215 establece en Tolosa la primera casa masculina de su Orden de Reverendos, cedida a Domingo por Pedro Sella, quien con Tomás de Tolosa se asocia a su obra. En el mes de septiembre del mismo año llega nuevamente a Roma en segundo viaje, acompañando del obispo de Tolosa, monseñor Fulco, para ayudar al cuarto Concilio de Letrán y solicitar del Papa la aprobación de su orden como organización religiosa de canónigos regulares. De regreso de Roma escoge con sus compañeros la regla de San Agustín para su orden y, en septiembre de 1216, vuelve en un tercer viaje a Roma llevando consigo la regla de San Agustín y un primer proyecto de constituciones para su orden.
Conceder
El 22 de Diciembre de 1216 recibe del Papa Honorio III la Bula “Religiosam Vitam” por la que confirma la Orden de Frailes Predicadores. Al año siguiente regresa a Francia y en el mes de agosto dispersa a sus monjes; envía cuatro a España y tres a París,5 y él escoge marchar a Roma. Se dice que allí se manifiesta su poder taumatúrgico con numerosos milagros y se acrecienta de modo extraordinario el número de sus monjes. A fines de 1218 regresa a Castilla a recorrer Segovia, Madrid y Guadalajara. Vivió solo cinco años mucho más; fue una época de enorme actividad y de viajes por Francia, Italia y España. En este tiempo trabó una gran amistad con el cardenal Hugolino, quien siendo escogido papa , apoyó el desarrollo de la Orden de Reverendos.
Sobre La Fesd
No se sabe bastante sobre su juventud, además de que fue educado en artes liberales y teología. Desde muy joven probó una gran piedad, tanto que preocupado por la miseria a la que las guerras y carestías habían condenado a muchas personas, vendió todas sus posesiones, aun libros y pergaminos, para ayudar a los pobres. Diríase que era un joven muy apuesto, de manos largas y distinguidos y de voz fuerte y musical, que inspiraba simpatía y tranquilidad.
Santurrón Domingo De Guzmán, A Los 800 Años De Su Fallecimiento
En 1206 Domingo consiguió el permiso de su obispo para permanecer el sur de Francia (Langüedoc) predicando a los albigenses y procurar su conversión. A pesar de ser elegido canónicamente para ello renunció a los obispados de Conserans, Béziers y Comminges, para ocuparse a los pobres y a la predicación. La herejía albigense admitía 2 principios divinos, uno para el bien y otro para el mal, al estilo del viejo maniqueísmo que en numerosas ocasiones anteriores había intentado corromper desde Oriente al catolicismo. Se llagaba al nivel de fanatismo que se prohibió la procreación de hijos y muchos y también sus seguidores acababan muertos por sus penitencias descomedidas o por ser “liberados” del cuerpo por compañeros que los asesinaban. Su infancia y adolescencia estuvo influida por la exquisita educación que recibió de su tío el Arcipreste don Gonzalo de Aza.
Próximamente supo llamar la atención de sus superiores, y en 1203 el obispo de Osma Diego de Acebes lo quiso con él para una misión diplomática de suma importancia y delicadeza en Dinamarca. De esta manera, entre los cristianos nórdicos y los herejes cátaros del norte de Francia, el joven descubrió su vocación de misionero. Adjuntado con el obispo y amigo Diego fue a Roma, a pedir permiso al Papa para lograr dedicarse a la evangelización de los paganos del noreste de Europa. Nació en Caleruega en 1170, en el seno de una familia intensamente fiel y muy encumbrada.