Sus obras fueron reseñadas en revistas nacionales y también internacionales y obtuvo el reconocimiento de certámenes literarios, como el de Los Cuentos del Granja. Fué el segundo creador español mucho más leído por adolescentes en este país, según la Federación de Editores de España. «La Quimera de Nur se percibe como un rompecabezas de hilos narrativos trazados con paciencia y con sabiduría, para terminar envolviendo al lector. Su tono es directo, sin grandes metáforas o analogías, posibilita la lectura y la comprensión al público, eminentemente juvenil, al que está apuntada la novela». (Víctor Javier Sanz. Escritor y instructor de la Escuela de formación de escritores). Una célula yihadista asentada en la ciudad de Sevilla persigue a muerte a Nur, una joven imaginativa y también indomable, soñadora de mundos tan irreales como probables.
Miguel Fernández Villegas, natural de Jerez de la Frontera (Cádiz), es profesor y licenciado en Geografía e Historia por la Facultad de Sevilla. Estudioso de la música, es creador de varias composiciones, tanto religiosas como profanas.
(con 85 Años)
En la versión tradicional, previo al libro de Eduardo Torres Corominas, la primera novedad sobre Antonio de Villegas la daba su petición de permiso de impresión para una obra que tenía escrita en 1551, cuando solicita la autorización, si bien la obra, por fundamentos que se ignoraban, no se publicó entonces. Villegas es vecino de Medina del Campo, así como se indica en las gestiones para divulgar el libro en 1565, fecha efectiva de la primera edición. Vuelve Antonio de Villegas a pedir un privilegio por diez años, en 1574, antes de que termine el que había logrado antes, y en su petición aún se titula vecino de Medina del Campo. Parece que con posterioridad escribió un nuevo y riguroso poema, la “Cuestión y disputa entre Ayax Telamón y Ulises sobre las armas de Aquiles”, que pasa la censura en el mes de octubre de 1576. Villegas pide entonces permiso de impresión y se le concede el 25 de octubre de 1576.
Como ocurre con el Abencerraje, Sepa y soledad de amor se acostumbra relacionar con la Diana de Montemayor, esta vez por ser el texto del portugués el tradicionalmente reconocido primer hito de la novela pastoril. Menéndez Pelayo juzgó con dureza la novelita pastoril y concluyó, de su cotejo con el Abencerraje, que ambas obras se debían a plumas distintas. No obstante, López Estrada no se expone tan tajante y estudia las concomitancias que se perciben en ambas obras y que dejarían aceptar la posibilidad de que hayan sido compuestas por el mismo creador.
Villegas, Alonso De, 1534-1615 (
La muerte inesperada del Cónsul le permitiría subir a cónsul de la esencial ciudad estadounidense, estallando en 1861 la Guerra de Secesión. La posición neutral de españa y la estratégica posición de Novedosa Orleans permitió a Callejón entablar una tupida red de negocios, al amparo de la inmunidad diplomática, para el suministro sureño en todo el río Mississippi, introduciendo en sus inversiones trueques con los indios de las praderas. Sus contactos con la burguesía cubana, así como el acompañamiento de su familia política , le abrieron las puertas a pingües negocios, donde aprovechó los flujos comerciales algodoneros transatlánticos, en especial de las navieras catalano-gallegas. Las quejas del gobierno norteño, tal como la del resto de sus compañeros diplomáticos (especialmente el cónsul de Alabama), llevaron al embajador, García Tassara a reprenderle. Sin embargo, Callejón continuó especulando gracias a sus inversiones personales, destacando su connivencia para la evasión de capitales franceses a Cuba tras la ocupación de la ciudad sureña por el ejército de la Unión.
Fue el séptimo de los ocho hijos del matrimonio compuesto por Francisco de Villegas y Francisca González. Su padre era perteneciente de la montaña santanderina y este suceso justificará las pretensiones hidalgas del escritor. Su madre, natural de Pedroso, localidad ubicada en la cuenca media del Najerilla, contribuyó a potenciar otro de los valores sociales de la temporada, el del estatuto de cristiano viejo. Asentado el matrimonio en la ciudad vecina de Matute, basó su economía en la compra de censos y juros, que, para no sufrir los riesgos de las bancarrotas reales, ubicaron sobre sus propios vecinos. El padre del escritor fue, en la práctica, un prestamista local con garantías hipotecarias.
Sus poemas épicos no destacaron, pero sí sus versiones de Anacreonte, Horacio y Boecio, que tuvieron gran influencia en autores del siglo XVIII como Meléndez Valdés o Iglesias de la Casa. Su obra mucho más famosa es Las Eróticas , publicada en 1618, en las que se refleja la influencia de la obra de Góngora. En el chato diplomático, dio cobertura a las compañías exteriores del gobierno de O´Donnell, especialmente a la expedición del general Prim a México y la guerra de restauración de Beato Domingo. Enriquecido en radical y habiendo recibido protestas formales el gobierno español de Washington, en con el gobierno Narváez-, fue sustituido por el cónsul de Gibraltar.
Francisco Pradilla (1848- , Esplendor Y Ocaso De La Pintura De Historia En España
Se cree que ejercitó la abogacía y que tuvo problemas con la Inquisición, por lo que sufrió destierro en 1659 a lo largo de cuatro años. Fue discípulo de Bartolomé de Argensola, pero se inclinó a otro género de poesía menos severo que el de su profesor, buscando sus inspiraciones en los versistas helenos. Introdujo en nuestro idioma el verso lésbico y anacreóntico, y sus cantinelas llenas de felicidad y cadencia tienen una versificación simple y armoniosa.
Lucio Villegas
Ello aseguró el devenir económico de la familia y la estabilidad futura del poeta. Fallecido el padre en 1592, la madre trasladó la familia a Nájera, lugar definitivo de residencia. Vibrante historia de una joven indomable perseguida a muerte por una maligna célula yihadista que no tolera su deber por la independencia y el feminismo.
Institución Origen
Vuelto a la Península, pediría una excedencia, participando de la oposición a Isabel II y prestando asistencia a nivel económico a los revolucionarios para su derrocamiento. Tras la Revolución Gloriosa, el gobierno provisional del general Prim lo nombró, en octubre de 1868, cónsul en Argel, colonia francesa por entonces en apogeo. En este destino, de nuevo, en abril de 1869, se vería implicado en novedosas supones sobre su enriquecimiento personal a costa de su situación diplomática, lo que le llevaría a un cambio de destino al consulado de Bayona. La entrada, poco después, en 1870, del rey Amadeo I, dejaría sin efecto esta última orden, más allá de que, en aquel año Callejón se jubilaría.