“Se le apreciaba que llevaba la docencia en la sangre y que disfrutaba enseñando a los alumnos. Mucho más que un trabajo, y más allá de que se tomaba muy seriamente lo que hacía, parecía ser una diversión para él”. Durante un par de años, Francisco Javier Iglesias está distanciado de las salas. El 21 de mayo de 1996, un tribunal compuesto por tres jueces de la Audiencia Nacional vota el fallo. Los magistrados deben posicionarse acerca de la solicitud del recurrente, que “pide la anulación de la resolución y que se reconozca su derecho a compatibilizar ambos puestos”. Javier Iglesias, el padre del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias.
Muerto su padre por aquellas datas, se encargó del negocio familiar, en unión de su madre y hermana. Como pudimos comprobar, ninguno de los nombres nombrados coincide con el del padre del dirigente de la formación morada, Pablo Iglesias. Tampoco en una búsqueda por la hemeroteca hace aparición Francisco Javier Iglesias relacionado a ningún asesinato, ni a los descritos en este texto ni a algún otro. Cayetana Álvarez de Toledo llamó «terrorista» al padre de Pablo Iglesias. El vicepresidente del Gobierno afirmó que va a invitar a su progenitor a ejercer las acciones legales oportunas contra la declaración de la miembro del congreso de los diputados.
Sendos contenidos escritos desembocaron en la citada condena contra el eurodiputado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Zamora. El magistrado Manuel García Sanz destacó que “el contenido del tuit constituye una intromisión ilegítima y una vulneración del derecho al honor, a la privacidad y a la propia imagen” del padre de Iglesias. A día de hoy, Javier Iglesias Peláez, nativo de Madrid en 1954, es un vecino de Zamora jubilado. Licenciado en Derecho por la Complutense y en Historia Contemporánea por la Universidad de Zaragoza, el grueso de su currículo son los años que ejerció de Inspector y Delegado de Trabajo en Soria, Guipúzcoa, Zamora, Almería y Madrid. El 26 de abril de 1973, un joven de 19 años llamado Francisco Javier Iglesias Peláez repartía propaganda -por entonces ilegal para el Régimen de Franco- para la celebración del 1 de Mayo.
Observaba la administración, respondía la correspondencia, hacía el ajuste de las peanas de la imprenta, corregía pruebas, asistía a componerlo y se encargaba de preparar las fajas para su distribución. Con las «treinta pesetas por semana» que le asignaron sus compañeros quedó «liberado» para consagrarse al trabajo organizativo y propagandístico. Desde que abandonó el Hospicio en 1863 hasta 1886, pasó por numerosas imprentas de La capital de españa. Comenzó haciendo un trabajo en la imprenta de la calle de la Manzana, donde se tiraba el diario El Períodico Universal. Por mediación de Casimiro Muñoz entró en la imprenta de la calle La Bola, propiedad de Alcubilla, donde se componían El Consultor de los Municipios y el Diccionario de Alcubilla. En esta imprenta hacía trabajos para un librero de la calle Carretas, entre otras proyectos, las Matemáticas de Cortázar y un Tratado de Química de Ramón Torres Muñoz de Luna.
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“No es mi intención agredir a nadie. Solo quiero dignificar la memoria de mi generación”, avanza. Horas antes de esta entrevista, Javier Iglesias ya había comunicado su intención de acudir a los tribunales. Las lecturas, como la filiación política, tienen largo paseo en el árbol sanguíneo de Pablo Iglesias Turrión. “Mi familia está marcada por las lesiones del compromiso”, dijo en varias oportunidades el líder de Tenemos la posibilidad de. Hijo de un prominente cargo republicano represaliado por el franquismo, el humanista Manuel Iglesias, Javier Iglesias tuvo una juventud marcada por la lectura de Marx y el deber político. Era la España del franquismo, la misma que había condenado a muerte a su padre Manuel, quien logró socorrer el pellejo en tanto que la pena fue conmutada por prisión.
La participación de Javier Iglesias en diferentes “acciones subversivas” contra el régimen de Franco lo llevaron a la cárcel. José Bono fue su abogado y logró librarlo de una condena. Y si bien hay quienes afirman que Javier Iglesias llegó a cometer delitos de sangre, su hijo Pablo asegura que lo encarcelaron por “repartir propaganda antifranquista”, así como recoge Iván Gil en su libro Pablo Iglesias. Tanto María Luisa Turrión, hija del fundador de la UGT, como Javier Iglesias militaron en el Partido Comunista Español. No obstante, Javier Iglesias tuvo asimismo relación con Izquierda Unida, en cuyas listas por Zamora se presentó como candidato en múltiples ocasiones. La bronca política del momento se enfoca en la figura de Pablo Iglesias Peláez.
Las Dos Vidas Del Padre De Pablo Iglesias En Zamora: El Inspector De Trabajo Y Su Percance Como Profesor
Fue él quien ingresó a su hijo Pablo en la lectura de Julio Verne o Emilio Salgari. Nuestro Pablo Iglesias ha aceptado que empezó a leer El Príncipe, de Maquiavelo, por su padre. Aparte de inspector del trabajo, Javier Iglesias fué instructor de Historia Contemporánea e Historia de Relaciones Laborales en la Escuela de Relaciones Laborales de Zamora, que depende de la Facultad de Salamanca. Al llegar a La capital de españa, donde aguardaban acogerse a la asistencia de un familiar, se hallaron que este había fallecido y han quedado desamparados.
Pensaba que un Frente Revolucionario debía ser mucho mayor y que teníamos que proseguir haciendo un trabajo en el comité para ampliar el grupo. Para ser más y para que pudiese tener éxito una huelga popular revolucionaria que impidiera la continuidad del franquismo. Éramos muy jóvenes y seguíamos los esquemas de Mao.
Nos Preguntáis Por La Vinculación Del Padre De Pablo Iglesias Con El Frap
Yo no era absolutamente nadie, pero mi padre, que aparte de ser socialista era practicante católico, tenía buenos amigos. Y entre ellos, estaban Tierno Galván y Peces Barba. Creo que Bono era un recién licenciado que estaba trabajando en el despacho de Galván y fue a visitarme a prisión una vez para poder ver si precisaba algo.
Fuera Del Frap
Público el pasado 28 de mayo, horas una vez que la miembro del congreso de los diputados del PP Cayetana Álvarez de Toledo llamara al vicepresidente del Gobierno “hijo de terrorista”. Ese día, la Policía franquista lo detuvo en Madrid. Desde un año antes, el padre de Pablo Iglesias formaba una parte del comité que había desarrollado el FRAP y de su rama académico, la Federación Universitaria Democrática De españa . “Se desvivía en sus clases”, enseña un antiguo compañero en aquella escuela adscrita a la Facultad de Salamanca.
Al morir su padre con 9 años de edad, se trasladó al lado de su madre y su hermano menor Manuel, que poco tiempo después moriría de tuberculosis, a La capital de españa. De hecho, en alguna ocasión, Iglesias ha compartido imágenes que muestran a su padre implicado activamente en la vida política, aunque ya en unos comicios democráticos. Las fotografías se corresponden a las selecciones en general de 1986, en las que Javier Iglesias se presentó por IU en Soria. Pese a la vinculación por la parte de Hermann Tertsch a un asesinato, el padre de Pablo Iglesias no fue detenido por ningún delito de sangre, sino más bien por repartir publicidad sobre el Primero de Mayo. De hecho, en el momento del asesinato del policía Fernández Gutiérrez por el FRAP, Iglesias se encontraba ahora en la cárcel de Carabanchel.