La capital de este Imperio cristiano se encontraba en Constantinopla (en heleno, Κωνσταντινούπολις, actual Estambul), de cuyo nombre viejo, Bizancio, fue creado el término Imperio bizantino por la erudición ilustrada de los siglos XVII y XVIII. Ciertos académicos, como Theodor Mommsen, afirman que hasta Heraclio existió elImperio de roma de Oriente y tras este emperador hubo el Imperio bizantino, que duró hasta 1453. En efecto, Heraclio abandonó el antiguo título imperial de «Augusto» y poco después fue llamado basileus (palabra griega que significa \’rey\’ o \’emperador\’), título que los mandatarios bizantinos llevarían hasta el desenlace del Imperio. También reemplazó el latín por el griego como lengua administrativa en 620 y, después de su reinado, el Imperio bizantino tuvo un marcado carácter helénico. A lo largo de su dilatada historia, el Imperio bizantino sufrió numerosos reveses y pérdidas de territorio, especialmente a lo largo de las Guerras Romano-Sasánidas y lasGuerras arabo-bizantinas.
Los exegetas musulmanes interpretan que este Ahmad alude al profeta árabe, torciendo un versículo del evangelio según Juan. En el capítulo de su relación con las mujeres, resalta el escabroso tema del casamiento de Mahoma con Zaynab. Un buen día, llegó el profeta en busca de su hijo adoptivo Zayd y llamó a la puerta de su casa. Él no estaba en casa, pero sí su mujer, que salió a abrir la puerta y lo logró entrar. La mujer estaba vestida ligeramente y era tan bella que Mahoma quedó prendado de su hermosura y muy turbado dentro suyo. Después de varias peripecias, la historia prosigue contando que, al poco tiempo, la hermosa Zayd optó por divorciarse de su marido Zaynab, con la intención de que el padre adoptivo de este pudiera casarse con ella.
Parecer, A Lo Largo De Los Tres Primeros Siglos Del Islam, Los Relatos Mahométicos
Hubo ciertas excepciones, como Elías y Eliseo, en el siglo IX a. Pero lo habitual es que los enormes profetas ofrezcan una resistencia no beligerante a los abusos de poder, como hicieron Isaías, Jeremías, Ezequiel o Daniel. No sorprende que a ninguno de estos últimos se los mencione en el Corán, al tiempo que allí son relevantes las figuras de Elías (Corán 55/6,85; 56/37,123; con alusiones en otros pasajes, como la sura 74) y Eliseo (Corán 38/38,48; 55/6,86).
De esta forma, la historiografía islámica seria no comienza hasta los siglos XII-XIII d. Mahoma manifiesta que él ha sido enviado como profeta para los árabes, a los que reitera una y otra vez que él viene a corroborar lo que había en los libros de la Torá y del Evangelio desde antes, por lo que él solo es un anunciador y advertidor de ellos para el pueblo árabe en lengua árabe. Por otro lado, la afirmación de que Mahoma es el enviado a los árabes por la misericordia de Dios, «a fin de que adviertas a un pueblo al que no vino ningún advertidor antes de ti» (Corán 49/28,46), pone en prueba una de tantas contradicciones con las que tropezamos en el Corán.
Para Toda Sensibilidad Que No Sea Musulmana
«Si bien pidas perdón para ellos setenta veces, Dios no los perdonará nunca, pues no han creído en Dios y en su enviado» (Corán 113/9,80). Ordenan lo favorable, prohíben lo reprobable, acuden al rezo, pagan el tributo, y obedecen a Dios y a su enviado» (Corán 113/9,71). «¿De qué manera habrá para los asociadores un pacto por parte de Dios y de su enviado, salvo esos con los que habéis hecho un pacto junto al santuario prohibido? «Son fieles únicamente los que han creído en Dios y en su enviado, entonces no han dudado, y han luchado con sus fortunas y sus personas en el camino de Dios» (Corán 106/49,15). «Los fieles son solamente esos que han creído en Dios y en su enviado, luego no han dudado, y han luchado con sus fortunas y sus personas en el sendero de Dios» (Corán 106/49,15). Creed en Dios, en su enviado, en el libro que hizo descender sobre su enviado y en el libro que hizo descender anteriormente» (Corán 92/4,136).
Por esa época empezó a deambular solo por las montañas ubicadas al norte de la región, donde tuvo visiones del arcángel Gabriel, cuyas palabras transmitiría en versículos que iban a convertirse en los primeros fragmentos del Corán (que significa literalmente “recitación”). El mensaje trasmitido a Mahoma era una advertencia sobre los terrores del Juicio Final, día en que Alá, único Dios, castigaría a los pecadores si no manifestaban una perfeccionada “sumisión” a su intención. En la tradición musulmana se refleja con nitidez y crudeza el accionar de Mahoma con relación a las mujeres adúlteras. Queda descrito sin paliativos en múltiples casos que se cuentan, tanto en la biografía escrita por Ibn Hisham, como en las compilaciones de hadices llamados auténticos. A las esposas de Mahoma se refieren varios pasajes coránicos, en los que se les hacen severas advertencias a fin de que sean discretas, fieles, devotas, arrepentidas, siervas de Dios y ayunantes (Corán107/66,1-5). La lectura musulmana del «sello de los profetas», transformada en doctrina que considera a Mahoma como el profeta último y definitivo, supone que ya no va a haber más profetas, lo que establece que en el islam ya no haya profecía, ni se acepte que pueda haberla.
Él Mismo, De La Misma Su Primera Mujer, Jadiya, Pertenecían, Quizá Desde Una
Entonces, si alguien os afirma que el Mesías está aquí o allí, no le hagáis caso. Pues surgirán falsos mesías y falsos profetas, que harán prodigios y prodigios, hasta el punto de mentir, si fuera posible, a los elegidos» (Marcos 13,21-22). Esta mención de Mahoma es probablemente un añadido posterior al artículo, según distintos análisis. Además de esto, la misma pretensión de ser «sello de los profetas» no es original, ya que ahora se empleó para Mani, el principal creador del maniqueísmo, en el siglo III.
Con lo que semeja, los sacrificios por superar el trauma de esta disonancia tuvieron como resultado que los árabes rompieran con sus socios penitentes, olvidasen la venida del Mesías y silenciaran el molesto recuerdo de Mahoma, el predicador escatológico. Habría que esperar años, hasta que, más adelante, conviniera a los califas apostar por la recuperación de Mahoma, y renovaran el desarrollo de creación mítica que lo formó en profeta y fundador de una nueva religión. De esta forma culminó la mitificación del personaje y se afianzó el Mahoma del mito califal, tal como en este momento lo hallamos en las biografías y los hadices de la tradición. Así, el Mahoma histórico y el Mahoma mítico de la fe islámica acabaron estando inextricablemente entrelazados.
Todo El Artículo Coránico
Estas ‘cadenas de transmisión’ de la información se conocen comoisnad. Si bien hoy día se frecuenta admitir el compendio biográfico de Mahoma como una realidad histórica, sería más exacto calificarlo de historia de historia legendaria áurea, al no existir testimonios independientes ni descubrimientos arqueológicos sobre esto. En el siglo VI, las ricas ciudades mercantiles del mar Colorado y de las costas del golfo Pérsico despertaban desde hacía largo tiempo la avaricia de las potencias vecinas. Tal es la situacion del Imperio Bizantino y del Persa que mantuvieron largas guerras y alianzas con pueblos árabes. El comercio con el planeta exterior atrajo influencias extranjeras a Arabia.
Resulta Tanto Más Extraña Cuando Verificamos De Qué Forma El Corán Explicita Y Reitera,
«El que sale de su casa, para emigrar hacia Dios y a su enviado, y lo consigue la desaparición, su recompensa va a estar al cargo de Dios» (Corán 92/4,cien). La idea de que Dios envía, esto es, el verbo enviar y los sustantivos derivados, se remacha obsesivamente en el Corán, hasta un total de 600 ocasiones. El término «enviado» se contabiliza hasta 370 ocasiones en todo el texto. «Te hemos enviado como testigo, anunciador y advertidor» (Corán 111/48,8). «No te hemos enviado para todos los humanos mucho más que como anunciador y advertidor» (Corán 58/34,28). «No enviamos a los enviados más que como anunciadores y advertidores» (Corán 55/5,48; igual en Corán 69/18,56).