Fueron instructores de Gramática latina Miguel de Anda, Gaspar de Astete y, quizá, Jerónimo Ripalda. Superados estos tres años, se podía pasar a una cuarta parte de Humanidades, en el que los estudiantes aprendían a redactar con corrección en latín, a construir versos latinos y a traducir a Cicerón, César, Virgilio, Ovidio, ciertas cosas de Marcial y aun de Horacio. En la clase de Retórica se leía la Epístola ad Herennium, ciertos libros de Quintiliano y diversos discursos de Cicerón. Desde 1557 Juan Bonifacio, profesor de Retórica, actuaba, además, como directivo de estudios, sustentando un nuevo espíritu que incorporará las nuevas corrientes del humanismo cristiano y que van a marcar una huella decisiva en la mentalidad de San Juan de la Cruz.
1580 fue un año esencial en la resolución de disputas entre los carmelitas. El 22 de junio, el Papa Gregorio XIII firmó un decreto, que se titula Pia Consideratione , que autorizaba la separación de los carmelitas viejos (después “calzados”) y los recién reformados, “descalzos”. El fraile dominico Juan Velázquez de las Grutas fue designado para supervisar la resolución. En el primer Capítulo General de los Carmelitas Descalzos, en Alcalá de Henares el 3 de marzo de 1581, Juan de la Cruz fue escogido entre los “Definidores” de la comunidad, y redactó una constitución para ellos. En la época del Capítulo Provincial de Alcalá en 1581, había 22 viviendas, unos 300 frailes y 200 monjas entre los Carmelitas Descalzos.
En 1564 comenzó sus estudios en la Universidad de Salamanca, donde conoció a Teresa de Jesús . Entre ellos brotará una amistad espiritual escenciales en la vida y obra de ambos. En 1577 prosperaron las intrigas de los carmelitas calzados en su contra y fue encarcelado en un convento de Toledo, donde escribió las primeras 31 estrofas de los “Cánticos”. Pasó el resto de su historia en Andalucía, donde llegó a ser vicario provincial. En 1591 volvió a caer en desgracia y fue depuesto de sus cargos religiosos.
Infancia Y Adolescencia En Castilla
Una copia delCántico Bexplícitamente datada en 1593 fue hallada por José Guillermo García Valdecasas en 1991. No había cumplido un año en Mancera en el momento en que retornaba al ámbito universitario. En la primavera de 1571 se le nombraba rector del primer instituto fundado por la incipiente reforma carmelitana en Alcalá de Henares con el título de San Cirilo. Además de organizar y regentar el colegio, tuvo que desplazarse en más de una ocasión a Pastrana para hacer otro tanto con el noviciado que allí funcionaba desde hacía algo mucho más de dos años. Su presencia y actuación en Alcalá impactó a muchos alumnos de la célebre Facultad que solicitaron ingresar en la reforma teresiana. Como poeta, inicia San Juan su obra tarde, durante el mencionado cautiverio de 1578, a los treinta y seis años, y continúa hasta 1586.
San Juan hubiera querido ser hermano lego, pero sus superiores no se lo dejaron. Tras haber hecho con éxito sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote en 1567. Las gracias que recibió con el sacerdocio le encendieron en deseos de mayor retiro, de suerte que llegó a pensar en ingresar en la Cartuja. Asistió a una escuela de niños pobres en Medina del Campo y comenzó a aprender el trabajo de tejedor, pero como no tenía aptitudes, entró después a trabajar como criado del directivo del hospital de Medina del Campo. Al tiempo que seguía sus estudios en el instituto de los jesuitas, practicaba rudas mortificaciones corporales.
Biografías Que Citan A Este Personaje
En el año 2018 se publicó “La Vida Del Místico Doctor San Juan De La Cruz” , biografía escrita por el Padre Gerardo San Juan De La Cruz. Conoció a Santa Teresa de Jesús, quien influyó notablemente en su obra y con quien colaboró para reformar la Orden. San Juan de la Cruz, de nombre verdadero Juan Yepes Álvarez, nació el 24 de junio del año 1542 en la población de Fontiveros, un pueblo de Ávila (España).
Más allá de todo, para ella era la persona ideal para hacer lo proyectado. Es imposible individualizar con precisión el nombre de los instructores que brindaron clase al joven espiritual, pero coincidió con un momento de consagrados y renombrados catedráticos. La verdad es que siguió los tutoriales regulares durante los 4 años de permanencia en Salamanca. Radicaba en el colegio de la Orden, bajo el patronato de San Andrés. En él, fue nombrado durante algún tiempo “prefecto de los alumnos”, pero no es seguramente en aquel centro completase los estudios cursados en la Universidad. En 1618 vio la luz la editio princeps de sus obras en Alcalá de Henares, aunque sin contener el Cántico espiritual.
San Juan De La Cruz: Vida Y Obras
Pero no todos estaban dispuestos a dejar en paz al santurrón, ni siquiera en aquel rincón perdido. Siendo vicario provincial, San Juan, durante la visita al convento de Sevilla, había llamado al orden a dos monjes y había restringido sus licencias de salir a predicar. Por entonces, los dos monjes se sometieron pero un consultor de la congregación recorrió toda la provincia tomando reportes sobre la vida y conducta de San Juan, lanzando acusaciones contra él, aseverando que tenía pruebas suficientes para hacerle expulsar de la orden. Varios de los monjes prefirieron continuar la corriente adversa a Juan que decir la verdad que hace justicia. Algunos llegaron hasta abrasar sus cartas para no caer en desgracia. A la mañana siguiente de la muerte de Juan, un gran número de pobladores de Úbeda entraron en el monasterio para ver su cuerpo; en el enamoramiento, varios pudieron llevarse a casa trozos de su hábito.
Esta edición fue seguida en gran medida por editores posteriores, si bien las ediciones de los siglos XVII y XVIII incluyeron gradualmente ciertos poemas y cartas más. Pocos meses antes de su muerte, radicando en el convento de la Peñuela (Jaén), examinó asimismo esta última obra, por lo que llegó en dos redacciones distintas. En Granada escribió también laNoche obscura del alma,prolongación o complemento de laSubida del Monte Carmelo. Es posterior a esta, pero tampoco la remató, dejando incompleto el comentario al poema homónimo al comenzar la estrofa tercera.
Pedro Juan Gutiérrez, Alfonso García Ramos
Como consecuencia de estas tensiones, fray Juan se encontraba aislado en la Solicitud. En el Capítulo General festejado en junio de 1591 es cesado de todos sus cargos y restituido como mero súbdito a la comunidad de Segovia. Se pretendía exiliarlo a México y se le extendió una patente para proceder a las Indias al lado de otros frailes, más allá de que su talante espiritual e intelectual no se ajustaba en modo alguno al perfil de un misionero.
De a poco se extendió la fama de ese obscuro convento de suerte que Santa Teresa ha podido fundar al poco tiempo otro en Pastrana y un tercero en Mancera, a donde trasladó a los monjes de Duruelo. En 1570, se inauguró el convento de Alcalá, que era a la vez instituto de la facultad; San Juan fue nombrado rector. Entre tanto, surgían graves dificultades entre los carmelitas descalzos y los mitigados. Como si eso fuera poco, el prior general, el capítulo general y los nuncios papales, daban órdenes contradictorias. Por último, en 1577, el provincial de Castilla mandó a San Juan que retornase al convento de Medina del Campo. El santurrón se negó a ello, aduciendo que había sido destinado a Avila por el nuncio del Papa.
Su corazón era como una ascua candente en su pecho, hasta el punto de que llegaba a quemarle la piel. Su experiencia en las cosas espirituales, a la que se añadía la luz del Espíritu Beato, hacían de un consumado profesor en materia de discreción de espíritus, tal es así que no era simple engañarle diciéndole que algo procedía de Dios. El prior Maldonado penetró la víspera de la Asunción en aquella celda que despedía un fragancia pestilente bajo el tórrido calor del verano y dio un puntapié al beato, que se encontraba recostado, para anunciarle su visita.