En el epílogo, las nieves hacen descender al valle a esa misma vida, en ordenado reflujo. Solamente adentro, las esperanzas y las desolaciones medran. Este ver el tipo de enfermo-ombligo del mundo es un paso para ayudar a la curación15del posible enfermo lector.
Temor, un temor inexplicable; me imaginé a los muertos saliendo en esqueleto a verme pasar»…, «apreté el paso»… Espigando en todo el libro, con voluntad estable de desentrañar de qué manera es su accionar… Aparte de libros, en la cárcel asimismo editábamos los diarios El Alcázar, Redención y Siete Flechas para Europa. No admitimos a mucho más gente porque los apoyos no nos dejaban tener mucho más personas. La gente iba cayendo, las torturas eran terroríficas y decidimos no admitir refuerzos.
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Acompañados de múltiples Obispos y ciertos amigos de los tiempos duros, difundieron públicamente sus votos religiosos de pobreza, castidad, obediencia y servir a los enfermos aun apestados, fin primordial de la nueva fundación. Mirando el camino que habían hecho hasta allí, alababan a Dios, a quien todo lo atribuían; pero sobre todo miraban hacia el futuro, confiados… Él mismo, más allá de que no estuvo a la muerte, su pierna llagada se le inflamó bastante y le impedía caminar como deseaba; y la carestía y las permanentes privaciones le dejaron como recuerdo para toda su historia unos cólicos nefríticos que siempre volvían de nuevo. En su forma de ver las cosas a la luz de la fe, llamaba a aquella patología una felicidad y misericordia de Dios, por la que le daba gracias. Tienen poco que discutir, no son hombres de teorías ni de estudios. Son hombres intuitivos, contemplativos, de carisma y de oración, más allá de que todo esto no tiene para ellos valor abstractamente, sino solo en cuanto los acerca al lecho del enfermo.
Estable con sus asambleas, poco a poco más estable y unido en sus especiales y llevando a la práctica de uno u otro modo lo que ante Dios reflexionaban y oraban. No incordiaban a nadie y mejoraban su servicio al hospital. No obstante Camila murió a los trece años de la vida del hijo con una espina en el corazón. En los últimos tiempos Camilo mostraba un carácter alterado, díscolo y fuerte; eludía la tutela materna y sobresalía en las fechorías de la muchachada del sitio, más que nada en el juego de naipes y dados. La madre se inquietaba, oraba con mayor intensidad, padecía y exhortaba con lágrimas al niño. En 1886, León XIII declaró a San Camilo, juntamente con San Juan de Dios, protectores de todos los enfermos y centros de salud de todo el mundo católico; patrono universal de los enfermos, de los centros de salud y del personal hospitalario.
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Las rayitas que dibujó la niña que se pasó la mañana saltando a la pata coja, los redondos, los inmejorables orificios que cavó el niño que gastó avaramente sus horas fallecidas jugando a las bolas». Emocionante contraste de instintos sin freno, de tristeza, de inocencia compasiva, al borde de la vida misma, lejos de la caliente hondura del lecho santificado y cómodo. Extendida espera, vacilante, ante el cuerpo dormido, noche adentro.
Brotó el flechazo, al comienzo secreto, pues Cela la presentaba como su asesora. En 1988, tras su grave operación, creyendo que moriría próximamente decidió dejar a Rosario por Marina, último tren de este empedernido mujeriego. Un año después, cuando consiguió el Nobel, Rosario, su mujer durante 45 años, declinó ayudar para evitar padecer. Además, otros muchos conjuntos, asociaciones, cofradías… Etc., de muy diverso tipo y estructura, han surgido aquí y allí, en tiempos pasados y presentes, cuyo común centro de interés y de cohesión está en ser útil a los pobres y enfermos siguiendo el impulso atractivo y vital de Camilo de Lelis.
A pesar de la broma de sus jóvenes compañeros, que le discriminaban por el hecho de que le hallaron bastante viejo para decidirse por el sacerdocio, se ordena sacerdote el 26 de mayo de 1584. La vivienda donde se crio y el lote que pisaban los 4 bueyes, las seis vacas, el caballo y el burro de parada —o sea, un semental— que tenían. No era una mala casa, pues hasta despachaban cacao.
La Fuerza Del Destino (Serie)
«Tras todo, era mi madre…», «con echarme al planeta no me hizo ningún favor, completamente ninguno»…, «llevaba una hora larga al lado de ella, como guardándola, como velando su sueño. ¡Y había ido a matarla, a hacerla desaparecer, a quitarle la vida a puñaladas! » Después de la pelea, dura, atroz, tras el chorro caliente de la sangre, escapándose por la herida del cuello, sentimos, con Pascual Duarte, ahora en el campo libre y fresco, «una sensación como de alivio», remontando, despacio, las venas. Allí, en el camastro de la choza, se quedó el odio estrangulado, cosido a punta de acero contra el jergón donde fue naciendo… Catedrático de Filosofía Moral en la facultad de Baleares y profesor en la universidad de California, regresó a Mallorca en 2019 para enfrascarse en el estudio de las redes cerebrales. «De todos modos, la caridad cristiana se prolonga a todos sin distinción de raza, condición social o religión; no espera lucro o agradecimiento alguno.
Si bien él le quita importancia, aquel niño campesino se convierte en una figura legendaria. “Partió de Ourense y llegó a Ferrol monte a través, entonces embarcó hasta A Coruña y entró a golpe de máuser en la prisión. Huyó entre tiros, no sin antes disfrazarse con el uniforme que le había quitado a un guarda y también intentar liberar infructuosamente a sus camaradas”, añade la participante en la exhumación de Perfecto en Chaherrero.
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Su padre, un capitán de aviación del Ejército Republicano, había estado en la cárcel. En el momento en que estalló la guerra, escapó a Portugal, logró llegar a Francia y después regresó a España para batallar con la República. Busqué una compañera que me entendiera y se identificase con mi forma de pensar, y tuve la suerte de hallarla.
La Junta de Gobierno está satisfecha y se congratula de tener a Camilo de Gerente. El hospital incrementa su prestigio al exterior y no pocos gentiles hombres, atraídos por el ejemplo de Camilo, vienen a prestar voluntariamente distintos servicios a los enfermos. Mucho bien hace Camilo; de guiarse con lo que se dice y se comenta, debería sentirse halagado y satisfecho.