Transcurridas prácticamente cuatro décadas desde la Guerra de Yom Kipur, el paisaje y, probablemente, la biodiversidad de esta meseta han experimentado cambios difícilmente reversibles. Habitualmente después de un enfrentamiento la regeneración espontánea de una cubierta parecida a la preexistente no es posible gracias a los cambios que este genera en la población y en los usos del suelo. Las guerras tienen la posibilidad de desatar desplazamientos de población, el abandono de ciertas áreas, la masificación de otras o la aparición de novedosas demarcaciones administrativas todo lo que, inevitablemente, afecta a la evolución posterior de la vegetación y de los ecosistemas.
En 1982 de la La capital de españa se había proclamado presidente con el 74,3% de los sufragios, cifra precisamente aplastante pero que ya en su instante había dado bastante que charlar por ser la más moderada lograda por un candidato priísta desde hacía tres décadas. Que seis años atrás el país hubiera reaccionado con sorpresa ante el bajo volumen de votos sacado por de la La capital de españa daba un concepto de la trascendencia de los resultados de en este momento. Podía hablarse sin reservas de terremoto político en México, aun en caso de que Salinas hubiese ganado a Cárdenas limpiamente y sin asomo de duda. Las elecciones de 1988 supusieron para México el comienzo de la transición desde un sistema de partido hegemónico –el cual, por otro lado, había hecho de él el país más estable de América Latina dentro de su peculiar democracia formal- a otro de partido predominante o simplemente mayoritario.
Las victorias francesas en la guerra de los Cien Años siguieron, lo que les llevó a recobrar París. Mientras tanto, Inglaterra se debilitaba entre en la mitad de enfrentamientos internos, mientras que en 1435 perdía su coalición con Borgoña. Con Enrique V reinando en Inglaterra y Carlos VI como rey de Francia, las tensiones entre franceses e ingleses fueron en incremento hasta desembocar en una nueva guerra. De este modo, Enrique V volvió a reclamar el trono de Francia y en 1415 logró desembarcar un gran ejército en Normandía. En este intérvalo de tiempo de la guerra, donde las derrotas inglesas se sucedieron, Inglaterra solo mantuvo el control de un puñado de plazas en suelo francés . La guerra civil castellana entre Pedro I de Castilla y Enrique de Trastámara también se convirtió en un ámbito de disputa de la guerra de los Cien Años.
La Guerra Fría, Medio Siglo De Enfrentamientos
Los bosques que se formaron o que fueron plantados sobre los antiguos escenarios de guerra suelen presentar una gran simplicidad estructural y una biodiversidad moderada si bien tienen dentro bastantes taxones exóticos denotando su carácter artificial y corta edad. La destrucción del bosque y la alteración del lote producidos por la guerra repercuten en otros aspectos del medio físico (erosión, hidrología, microclima…) y deja un ámbito desolado que evoca con mucha crudeza episodios que la gente desea olvidar. Por eso en los países que se tienen la posibilidad de aceptar se pongan frecuentemente en práctica acciones destinadas a restaurar el bosque o a hacer más simple su rápida recuperación. Tras ciertas guerras extensas superficies quedan sembradas de minas lo que obliga a la población a abandonar su empleo y permite la conservación o recuperación del medio natural.
Para el Ejecutivo de Salinas, la primera borrasca seria empezó a descargar el 1 de enero de 1994, coincidiendo con el comienzo de la aplicación del TLCAN. El presidente apostó primero por silenciar a los zapatistas manu militari, pero próximamente cambió de estrategia al entender que un aplastamiento sin contemplaciones de Marcos y sus hombres tendría un coste político colosal, a nivel familiar y también en todo el mundo. El presidente, que había cogido la costumbre de destituir a mandos policiales y sindicales por estar adquiridos por las mafias de la droga, aun obligó a renunciar a tres gobernadores priístas prestando oído a las manifestaciones que la comisión de flagrantes irregularidades electorales había desatado en sus propios estados.
En semejantes casos una resiliencia completa no es siempre viable y, caso de serlo, resulta siempre y en todo momento delicada y muy lenta. Cuando se generan estos acontecimientos, que pueden celebrarse de forma muy inmediata y que obligan a anteponer la asistencia a las personas frente a cualquiera otra consideración, los impactos ambientales pasan relativamente inadvertidos más allá de su gravedad y solo es viable hacer un cómputo a posteriori, habitualmente en el momento en que es ya demasiado tarde para actuar de forma eficaz. Las ocasiones mucho más graves son las ocasionadas por los enormes movimientos de población que causan la ocupación incontrolada de nuevos territorios y un aumento de la presión sobre el medio susceptible de producir su humillación. En Darfur, por poner un ejemplo, los refugiados han intentado poner en cultivo superficies no capaces para ello generando una fuerte erosión del suelo y favoreciendo el avance del desierto (lo que, a su vez, ha agravado aún más la situación de los afectados). No es raro, por tanto, que al lado de las consecuencias directas de impactos intrínsecamente asociados al conflicto armado (por servirnos de un ejemplo destrucción física o incendios ocasionados por explosiones…) los ecosistemas acusen los efectos indirectos de múltiples ocasiones asociadas a él (polución, presión sobre determinados elementos, etcétera.).
Salinas observó atentamente toda posibilidad que dejara a México adherirse a las ideas emergentes de la nueva economía globalizada. El diez de enero de 1991 Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas, acogió una cumbre entre Salinas y los cinco presidentes centroamericanos que significó el relanzamiento del protagonismo de México en la región y que preparó el acuerdo, firmado por los cancilleres en Managua el 20 de octubre de 1992, sobre la creación de una región de libre comercio a seis. Abierto su apetito expansionista, USA, imbuido ahora por el espíritu de la doctrina del Destino manifiesto, no estaba presto a conformarse solo con Texas. Poco tiempo después, la administración estadounidense se dispuso a comprar Nuevo México y Alta California. Las autoridades federales mexicanas se negaron de nuevo a vender su territorio a los estadounidenses, decisión que puso al país en un punto de no retorno en la senda de la guerra. Los estados sureños de Estados Unidos fueron los que con más entusiasmo apelaban a un enfrentamiento abierto.
La Intervención Francesa En México Y El Segundo Imperio De Maximiliano I (1862-
Zaragoza dispuso sus tropas en el campo de guerra dejándole la iniciativa al enemigo, y se mantuvo en una posición protectora. Además, la oficialidad gala, sobre todo su jefe, despreciaron el valor militar de los mexicanos, a los que calificaban de sencillos bandidos. En Puebla, 4000 soldados mexicanos derrotaron a 6000 franceses, toda una proeza que alentó las esperanzas del Gobierno republicano de ganar la guerra. Ciertamente, observadores imparciales coincidieron en señalar que el desarrollo contra Raúl Salinas en la situacion Ruiz Massieu estuvo plagado de irregularidades y que las pruebas incriminatorias carecieron de base. Por una parte carecía de solvencia económica y además se encontraba intensamente endeudado con el gran vecino del norte, USA, así que Huerta aumentó los impuestos endeudando profundamente al país y obligado a los terratenientes a cooperar con los gastos militares. Pero el rechazo estadounidense al gobierno de Huerta y su acompañamiento a Carranza tendría consecuencias deplorables para el primero.
En la década de 1820 e principios de la de 1830 México se había convertido en un hervidero de conspiraciones y de inestabilidad política. En estos años se realizó con el poder el general Antonio López de Santa Anna, quien se sublevó contra el gobierno electo en las urnas. En este golpe de Estado logró imponer su intención y colocar de presidente a Vicente Guerrero, manteniéndose él como jefe del ejército mexicano. Aprovechando estas intrigas políticas en la capital de la República, los inmigrantes estadounidenses texanos se pusieron de pie de guerra y solicitaron que se les concediera la independencia, ya que ellos habían jurado lealtad al gobierno constitucional y no a las nuevas autoridades nacidas del golpe de Estado. Allí se confrontaron, un 5 de mayo de 1862, el ejército mexicano del general Ignacio Zaragoza y el ejército francés del general Latrille.
El Efímero Segundo Imperio De Maximiliano De México (1864-
No obstante, lo habitual es que tras la finalización del enfrentamiento las plantas reaparezcan espontáneamente y las ruinas o suelos devastados reverdezcan muy deprisa. Así se inicia un nuevo desarrollo de sucesión que, con el pasar de los años, dejará la recuperación de una cubierta vegetal similar a la preexistente. Esta primera fase es muy rápida en tanto que, comunmente, el conflicto no suprime todas las maneras de vida, tal como sucede con ciertos enormes accidentes, sino produce una destrucción selectiva y muy desigual en el territorio que deja la supervivencia de especies resistentes y de veloz crecimiento que se encargarán de suministrar abundantes semillas. Algunos días tras ser fumigados todas las plantas perdían sus hojas y morían velozmente junto a la fauna presente en cada rincón.
La Guerra Entre 1360-1380
Tras abandonar la residencia oficial de Los Pinos Salinas y su mujer firmaron el divorcio, poniendo fin a un matrimonio que habría empezado a naufragar luego de entender él a Ana Paula Gerard Rivero, una analista del Citybank 12 años más joven y ex alumna de Harvard también. Gerard y Salinas entablaron una relación profesional y indudablemente también sentimental luego de ser contratada ella como secretaria técnica del Gabinete Económico de la Presidencia. La perspectiva de CIDOB amplía el foco a los países del Sahel, Irán, Turquía y los países del Golfo, centrándose en activas de fragmentación, interdependencia y periferización. La destrucción y abandono de asentamientos humanos a consecuencia de la guerra genera a medio plazo cambios fundamentales en el paisaje y en los ecosistemas. La presencia de minas impide tanto la explotación de la madera como el mantenimiento de las labores silvícolas y está propiciando cambios, no necesariamente convenientes, en la composición y composición de varios bosques de todo el mundo.
Los Desastres De La Guerra De La Independencia Española
Sobre antiguas parcelas agrarias o en zonas cercanas a ellas el primer estadio suele ser protagonizado por las “malas yerbas” que acompañaban a los cultivos y que se adueñan del lote una vez desaparecidos estos. Velozmente se les unirán distintas plantas nitrófilas y ruderales (como ortigas, zarzas o distintas gramíneas en dependencia de la región) y, a veces, taxones de carácter invasor que sacan provecho de la existencia de nichos vacíos. Por fin, aparecerán los entornos preforestales en los que las herbáceas cederán importancia a las plantas leñosas preludiando las formaciones maduras. Algunas veces alteran los ecosistemas o cambian el equilibrio entre las especies aunque su impacto ambiental no resulta de forma fácil perceptible a fácil vista. En otras oportunidades, en cambio, sus consecuencias son extendidas y quedan impresas en los panoramas durante largos periodos de tiempo.