Como dice José María Martínez, en frente de la idealización de lo francés en lo literario, las visualizaciones del «espacio concreto de la región parisina mezclan la óptica idealizada con la mucho más cruda y verdadera que recopila nuevamente la incompleta adaptación de Rubén a la vida urbana»41. En exactamente el mismo sentido se pronuncia Álvaro Salvador al referirse a un Darío «desencantado en su relación con la ciudad de París», que «no se corresponde con la ciudad ideal modernista que él había imaginado en sus sueños librescos y supermercado»42. Sueños -insistimos- que había prolongado a fortiori en su visita primera. Por contra, más allá de encontrarse distanciadas de la aglomeración urbana, sus 2 playas, anexas aunque separadas por el montículo de Piquío que ejercita de barrera natural entre ambas, fueron una aceptable muestra de la segregación popular puesta en práctica dentro de un espacio público.
Siglos atrás, el hallazgo de culturas indígenas en América, había ido minando la autoridad de la Biblia como fuente única de entender. Se señala el año de aparición de cada uno de los libros mencionados en tal edición, añadiendo, eventualmente algunas precisiones a ese respecto. El Rey Burgués «El Rey Burgués » de Rubén Darío es un cuento del libro Azul que fue escrito en 1888 y que prueba la repercusión francesa en el creador y sus aspectos modernistas, donde expresa y detalla sitios en formas muy elegantes y con un lenguaje refinado. Para el caso de Santander, en el Fichero Histórico Provincial, hemos encontrados los bandos municipales de los años 1875, 1879, 1881 y 1884. Además, en El Correo de Cantabria de 9 de julio de 1886 y de 15 de julio de 1891 se publican los bandos propios de cada año.
Dra Verónica Azcue Span 493 Escena Y Literatura Dramática Española Descripcion General
De esta manera, al menos inicialmente, los balnearios ofrecieron asistencia a costos módicos o completamente gratis para los ámbitos de población menos solventes. Sin embargo, conforme en ellos fue incrementándose la actividad empresarial como lugares de ocio, el interés pasa a centrarse ante todo en capturar a las clases acomodadas , de forma que los enfermos pobres y las clases con inferiores recursos económicos van viendo restringida su entrada a los balnearios o limitando su presencia a las zonas de baño comunitario o a los servicios de coste mucho más asequible y que quedaban mucho más obsoletos. En lo referente a los espacios de costa, para comprender el proceso de cambio o de innovación es necesario tener en cuenta que esta valoración del tiempo y de los ambientes marítimos no siempre fue positiva. Por contra, el temor ante el mar como un espacio inseguro y irreconocible y la repulsión inspirada por las emanaciones putrefactas de las riberas marítimas o por la acumulación de despojos, traídos a la playa por el oleaje habían sido dos experiencias predominantes hasta prácticamente finales del siglo XVIII, como revela Delumeau . En consecuencia, no es hasta el siglo XIX en el momento en que comienzan a establecerse consideraciones favorables sobre estos ámbitos litorales. A partir de entonces, manuales como el del doctor Gaudet o el de Pedro Felipe Monlau resaltan la suavidad y uniformidad de las temperaturas oceánicas, las diferencias de presión atmosférica, las brisas y los vientos como elementos purificadores y propicios a la oxigenación y la abundante insolación, que más tarde contribuye al desarrollo de la helioterapia o baños de sol en relación con problemas médicos como el raquitismo.
No es materia parva la que concierne a la situación de Darío frente a una Europa seriamente afectada por crisis religiosas. Ahora en entre los artículos de España Contemporánea, «La España negra», apoyándose en libros declarados (Emile Verhaeren, Darío de Regoyos, Maurice Barres, Yves Guyot, Georges Lainé) mostraba sus visualizaciones sobre las luces y sombras de la religiosidad española en la que pugnan integrismo y antiintegrismo. No dejó de denunciar la superficialidad del catolicismo español (III-117, III-122), el contraste de sus preciosas liturgias con la impropia situación social (III-117, 122), así como la ridícula exhibición de reliquias en la catedral de Oviedo (O, I-421). Darío refleja no sólo una extraordinaria sensibilidad sino un profundo conocimiento de la verdad de españa tras los penosos acontecimientos que desembocaron en el tratado de París, firmado el 10 de diciembre del 98, siete días una vez que él se embarcara en Buenos Aires con rumbo a España. Cierto que la guerra había terminado meses antes y el tratado era previsible, pero aun de este modo llama la atención la posibilidad con que se organizó el viaje de Darío.
Todo lo anterior favoreció el desarrollo de nuevas industrias que acabaría en la Revolución Industrial posterior a la Ilustración. En este contexto, el papel fundamental de la burguesía hace que esta se convierta en la auténtica personaje principal del Siglo de las Luces. Al ir ganando paulativamente lote en lo económico, la burguesía salió enfrentando con el absolutismo monárquico y los permisos que tenían el clero y la nobleza. Poco a poco, desde distintos frentes, se busca provocar el desenlace del Antiguo Régimen y su modelo social. Sometido a abundantes condicionantes contrarios a toda innovación.
Tema 3 Modernismo Y 98
Tras una época de poesía postromántica, se siente atraído por el Modernismo, Ánimas de violeta y Ninfeas argumentan a un Modernismo sensorial que abandonará en sus siguientes obras. En líneas generales se puede concluir que el Modernismo español se caracterizó por una menor brillantez externa y un mayor predominio del intimismo. (Preocupación por los sentimientos soledad, tedio, amor, paso del tiempo, la muerte o la existencia de Dios). » (A, I-113), curioso artículo de los enormes días argentinos); la evocación de los viejos y adorados profesores, John Ruskin, Burne-Jones, William Morris y por supuesto, Rossetti. Asimismo ciertas rachas censoriales para la guerra de los boers y la intervención en China (LCP, III-693).
De hecho, desde 1915 a 1931 existió un pabellón o caseta real construido a cargo del ayuntamiento en la parte más cercana al promontorio de Piquío. Además de esto, todo el perímetro próximo, esto es una tercer parte precisamente de la primera playa, se delimitaba cada verano como espacio exclusivo para el rey y su cortejo palaciego, alojados en la península de la Magdalena. La enorme ciudad en la literatura alemana de la primera mitad del siglo XX. La literatura en lengua alemana en el contexto de las vanguardias europeas. El teatro anterior a Tendencias, autores y proyectos primordiales. Señala Verdadero o Falso en cada una de estas frases sobre el contexto social de la Ilustración.
La Obra Poética Blas De Otero
El periódico argentino «La Nación» le envía como corresponsal a España en 1896, y sus crónicas acabarían recopilándose en un libro, que apareció en 1901, que se titula «España Contemporánea. “el concesionario de las Playas ponía en juego los medios de atracción que imaginaba convenientes para su industria y luego transformaba el trozo de playa concedido, de salvaje en urbano, edificando en el mismo suntuosos balnearios, y dotando aun de medios de acercamiento del núcleo de población a la playa. Y todo este aparato se hacía con miras lógicas y naturales al negocio pertinente”. En síntesis, la innovación que en todo el siglo XIX se produce en el campo médico, enlazada con un considerable esfuerzo conceptual y con la progresión de un espíritu crítico, no se implanta sin tropiezos ni sin contrariedad.
Literatura Previo A 1939 Movimientos Literarios José María González-serna Sánchez Gonzalezsernawordpresscom
UNIDAD 3 LO DIVINO Y LO HUMANO LA LITERATURA DE LOS SIGLOS DE ORO. Reconocer las peculiaridades del siglo de oro. El modernismo Por Javier Macías M. El siglo XIX acabó con una renovación en todos y cada uno de los campos, como preparando el lote para el siglo XX. Estas crónicas acabarían recopilándose en un libro, que apareció en 1901, titulado España Contemporánea. Recuerda que en este régimen el rey era la figura primordial y absoluta de la sociedad. De a poco, se había ido superando la crisis económica del siglo XVII, a eso que asistió la llegada de metales preciosos desde América.
Éste no solo exaltó los mitos del Cid y don Quijote, «arquetipos de la regeneración»30, sino compartió con éstos la condición de «arbitrista»31, como puede verse en múltiples artículos de España contemporánea32. Este género de contexto se enmarca en las reglas jurídicas de una sociedad. Darío critica el materialismo de la sociedad burguesa y defiende los artistas que esta sociedad no sabe valorar. El anhelo de acumulación del rey refleja el materialismo de la sociedad. A pesar de que el Ingeniero ha propuesto la suspensión de los trabajos y la demanda de responsabilidades legales, la intervención de Cesar Pombo, presidente del consejo de administración de la mencionada Sociedad, paralizó toda actuación posterior y dio curso al reconocimiento de las obras ejecutadas.
El Modernismo Caracteri Sticas La Repercusio N De Rube N Dari O Y El Modernismo En Espan A
Poco después es nombrado ministro residente en Madrid del gobierno nicaragüense de José Santos Zelaya hasta febrero de 1909. Entre 1910 y 1913 pasa por múltiples países de América Latina y en estos años redacta su autobiografía, que hace aparición publicada en la gaceta «Caras y caretas» con el título «La vida de Rubén Darío escrita por él mismo», y la obra «Historia de mis libros», fundamental para el saber de su evolución literaria. Entre 1889 y 1893 vive en varios países de Centroamérica ejerciendo como periodista mientras prosigue escribiendo poemas. En 1892 marcha a Europa, y en Madrid, como miembro de la delegación diplomática de Nicaragua en los actos conmemorativos del Descubrimiento de América, conoce a varias personalidades de las letras y la política españolas y en París entra en contacto con los entornos libres de la ciudad. En sus poemas juveniles, publicados en un periódico local, se muestra muy independiente y progresista, defendiendo la libertad, la justicia y la democracia. Con 14 años empieza su actividad periodística en múltiples periódicos nicaragüenses.