Fundamentalmente ser siendo conscientes de que en política todas y cada una de las fuentes responden a intereses personales o de partido, salvo que el nivel de confianza alcanzado permita una comunicación honesta. De ahí la relevancia de discernir la verosimilitud de la información y contrastarla. También, hay que huir de la práctica cada vez más extendida del periodismo declarativo que interesa a las formaciones políticas para vender su mensaje. Aunque es difícil sustraerse a una actualidad que nos arrolla, es necesario dejar el carril informativo. Por otra parte, si bien el presente formato digital necesita capturar la atención del lector entre la enorme oferta que hay, el periodismo político de calidad no puede centrarse en la búsqueda de visitas.
Su otro enorme jefe, el que le dio la enorme oportunidad para dar el salto a enseñar fue con Antonio García Ferreras. En laSexta empezó como notera siguiendo la actualidad del Partido Habitual, siendo substituta durante las vacaciones en ‘Al rojo vivo’. Y cuya dilatada actividad pública estuvo acompañada de las grandes cruces americana de Isabel la Católica , la de Carlos III , la del Mérito Militar y otras con las que fue condecorado. En el que se aboga por su conservación en frente de las propuestas tendentes a la inclusión de estas clases en el régimen civil común.
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La periodista Cristina Pardo pertence a los rostros mucho más identificables de La Sexta y, no obstante, fué con la capacidad de mantener a raya la curiosidad sobre su vida personal. A sus 41 años, esta profesional tiene una dilatada carrera que, con frecuencia, le ha exigido sacrificios y más que nada mucha dedicación. Si bien en este caso, la sabiduría habitual es aplicable y sarna con gusto no pica. Nacida en La capital de españa donde he creado toda mi carrera profesional. Diplomada en Ciencias de la Información por la Facultad Complutense, empecé a trabajar en el obsoleto diario YA, una genuina escuela de periodismo donde se dio cita una generación de informadores que aún dan mucha guerra.
Tras pasar por diferentes partes del periódico acabé recalando en política, lo que marcaría el resto de mi desempeño a lo largo de mucho más de 30 años. Al final de este año, con el agotamiento de la hegemonía progresista bajo la regencia de Baldomero Espartero y la férrea afirmación de los moderados en el poder que acompañó al comienzo del reinado efectivo de Isabel II, se abrió para José Fernández de la Hoz la faceta de la actividad política. Desde noviembre fue vocal de la Diputación Provincial de La capital española por el partido de Chinchón y, desde octubre del siguiente año, ocupó uno de los escaños correspondientes a esta provincia en el Congreso de los Miembros del congreso de los diputados. Su hermano Octavio Pardo es un diseñador gráfico señalado, un campo al que asimismo se dedica otro de sus hermanos.
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No llegó a las Islas pues, frente a una grave afección pulmonar, se le permitió cumplir el confinamiento en Jerez de la Frontera (Cádiz). Entre medias escribí un libro sobre la sucesión de José María Aznar, Pacto de Caballeros, y empecé a ser cooperadora habitual de tertulias de radio y televisión desde donde se procura desentrañar un planeta poco a poco más complejo en el que la incertidumbre dejó de ser una variable para convertirse en una incesante. Por eso no dejo de intentar -ahora desde El independiente y antes desde el Ya, A.C.o Tiempo-enterarme de las cosas y contarlas.
Cristina Pardo, a pesar de ser entre las cronistas mucho más conocidas de nuestro país, ha conocido mantener su historia privada fuera de los focos. Y lo corroboró como letrado consistorial del Ayuntamiento de Madrid, del que llegó a ser decano, en el renombrado pleito contra los acreedores del Pósito de la capital, por cuyo éxito fue gratificado con una en el centro parcela al lado de la plaza de Cibeles. Es la faceta más increíble (de espectáculo, se entiende) de Pardo. Cristina estudió Periodismo en la Facultad de Navarra y tuvo que simultanearlo con su trabajo en la Cadena COPE desde tercero de carrera.
En primer lugar, reconocido como ilustre jurista, se le integró como vocal en la sección de Derecho Penal y Enjuiciamiento Criminal de la Comisión General de Codificación, reorganizada en mayo. Seguidamente, como político de orden y de experiencia, fue elegido en el mes de enero de 1876 senador por Lérida. Mantuvo un ritmo de trabajo similar en la legislatura que empezó a la par de esta designación, pero lo redujo de forma considerable en la siguiente, al trasladarlo el Gobierno, en el último mes del año de 1878, en calidad de integrante de la comisión de Codificación el encargo legislativo de compilación general de las disposiciones actuales sobre enjuiciamiento criminal.
Cristina De La Hoz
De este modo, tras el largo Parlamento de la Unión Liberal, José Fernández de la Hoz recobró en las elecciones de octubre de 1863 el acta de diputado por el distrito de Puenteareas y la convalidó en las siguientes de noviembre de 1864 y diciembre de 1865, respectivamente, por los distritos de Maravillas y Madrid capital. Ya que bien, en el proceso ahora de descomposición del régimen moderado frente al deslizamiento del moderantismo histórico al autoritarismo, José Fernández de la Hoz se trasladó a las filas de la Unión Liberal. Fueron las actuaciones contra los instructores universitarios y la subsiguiente opresión infringida en la llamada “noche de San Daniel” en el mes de abril de 1865, las que, tras manifestar su más enérgico rechazo, le hicieron tomar la resolución y fue la persecución sufrida la que la confirmó. En diciembre de 1866, como los otros miembros de la Diputación de las Cortes, encargada de presentar a la Reina una exposición que denunciaba la postergación que éstas padecían y las ilegalidades que el Ejecutivo de Ramón María Narváez cometía, fue apresado y desterrado a Canarias.
Allí trabajó a las órdenes de Federico Jiménez Losantos, de quien siempre y en todo momento alaba su talento y su capacidad para remover conciencias. Pero a quien siempre reconoce como su mejor jefe es precisamente a García Ferreras. Le conoció con 19 años, en la capacitad de Periodismo, y desde ese momento mantuvieron contacto hasta el momento en que se puso a sus órdenes. Este libro quiere ofrecer, en forma de radiografía, las claves de un proceso lleno de incertidumbres que tiene como personajes principales a Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy, alumnos aventajados del presidente del Gobierno y los tres líderes que parten con virtud en la carrera sucesoria. Mi experiencia en la década de los ochenta es limitada porque no empecé a formar parte de la plantilla de una redacción hasta muy avanzada esa década. Recuerdo, quizá mucho más por la edad que yo tenía entonces, una enorme efervescencia.
José María Fernández De La Hoz Gómez
Su trabajo y enorme popularidad le valieron a fin de que la cadena le ofreciera enseñar su propio programa. Tras años adelante de ‘Liarla Pardo’ cada fin de semana, la navarra encaró en 2021 un gran cambio al formar pareja con Iñaki López en el renovado ‘Mucho más Vale Tarde’ tras la marcha de Mamen Mendizábal y José Yélamo. En un comienzo, Cristina Pardo quiso ocuparse al mundo deportivo, fin con el que comenzó a estudiar periodismo en la Universidad de Navarra. Sus progenitores, que padecieron su rebeldía, son sanitarios de profesión, lo que le logró estar preocupada por ellos a lo largo de lo peor de la pandemia. Su poco trabajo en el momento de estudiar traía de cabeza a sus progenitores, que consiguieron inculcarle el planeta del periodismo debido a que en su casa se escuchaban los programas de José María García.