Así, con Palmeras, India Martínez abre una puerta a esas experiencias, las que han hecho de ella la mujer que es en este momento para rendir de este modo homenaje al humilde vecindario de Córdoba pues, como afirma la artista, «quien no tiene raíces jamás podrá desplegar las ramas”. Y de esa niñez recuerda las tardes de limpieza general del patio del barrio, «aquello parecía la celebración de la espuma»; «o los veranos que venían los profesores a Las Palmeras y los niños hacíamos varios juegos». Asimismo rememora con cariño las reuniones familiares, en casa de sus tíos y sus abuelos. Nos cuenta que con Palmeras precisaba recordar quién es y de qué está hecha. Rememorar «esas emociones y sensaciones que tenía de pequeña para no perderlas nunca», pues el tiempo te arrastra, y con él también se transporta recuerdos, memorias e ilusiones.
Pero contamos docenas de alumnas de mi misión que son médicos, arquitectas, microbiólogas y muchos de maestras. Me tocó dirigir el primer colegio público y ahí les enseñábamos en inglés y en su idioma intentando encontrar la integración entre ricos y pobres. Y una vez jubilada, allí a los 58 años, en otro instituto nuevo, con los jesuitas, asimismo conseguimos juntar a los hijos de ministros, marajás y criados. En las metas católicas nunca hemos tenido problema en cuestiones religiosas. Teníamos 105 cristianas de 1.600 pupilas. Con la vida resuelta, diplomada en Químicas cuando la mujer apenas estudiaba en España, formó parte de un conjunto de mujeres navarras que, a fines de los años 40 y comienzos de los 50 , optaron por fundar metas en una India recién independizada.
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Ya se ven algunos movimientos de protesta. Es horrible y ahí es donde los cristianos dan la vida por ellos. Si eres « sudra» no tienes derecho a coger agua del pozo. Los brahmanes no quieren que ayudemos a los que Gandhi llamaba hijos de Dios.
Cierto que hay gente que igual se marcha a Londres a hacer compras. En Calcuta me impresionaban esos ricksham luchando por vivir. De 1.100 millones unos 500 viven bajo una línea de pobreza, pero de una comida cada día con una torta de chaptis y una cebolla. Y nos dan mil vueltas a nosotros. Es riquísima, de una cultura milenaria, de una variedad inmensa de lenguas, de bailes espectaculares, de costumbres, de cocina, de trato y gente amiga del alma. Pero requerimos algo más de ayuda que ese 0,7% que dan los gobiernos.
Hacen el trabajo informático a los americanos. Probablemente halla unos 300 millones de clase media. Tenemos varios premios Nobel como Rabindranath Tagore, en literatura, y Raman en matemáticas. Y tres miss planeta de lo guapas que son. Y ellos en India sueñan con estudiar en Inglaterra o USA. Para mí es despiste de la gente de aquí que no conoce a Jesucristo y atiende a los gurús.
Verónica Forqué: Una Familia De Cine, Viajes A La India Y Una Hija De La Que Siempre Estuvo Orgullosa
El pasado día me hallaba con una voluntaria que había estado en India buscando al santón mucho más popular de allí, Sa-Baba, al que van turistas de todo el planeta a rezar. «Y allí hallé a Jesucristo», me ha dicho. Pasa igual con el muy famoso movimiento OSHO, el de los vestidos granate. Es un negocio, pero en el momento en que quieren la realidad van a Jesucristo. Vivíamos un ambiente muy misionero. En Navidad íbamos todos y cada uno de los críos de Pamplona a la novenica del cordero, por el hecho de que rifaban un cordero, y se llenaba la iglesia de San Lorenzo.
Católicos somos unos 30 millones de 1.cien millones. Verónica Forqué, que este 1 de diciembre cumplía 66 años, ha sido hallada fallecida hoy, 13 de diciembre, en su residencia del distrito madrileño de Chamartín, conforme han confirmado a El Confidencial fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Conocida Por
En la última película de Ángeles Reiné, ‘Salir del ropero’, daba vida a la abuela Sofía, una mujer que revoluciona a su familia y la boda de su nieta al elegir casarse con su mejor amiga, interpretada por la actriz catalana fallecida. Entre los primeros en publicar esta hipótesis fue un aventurero judío de nombreNikolai Notovich. En 1894 publicó un libro titulado La vida segrega de Jesús en el que aseguraba que el mesías del cristianismo se habría unido a una caravana de comerciantes que viajaba hasta la India. La publicación suscitó una ola tremenda de controversia y negados, pero marcó un antecedente.
En el fondo era una educación de cooperación con los pequeños pobres del mundo. Operada en Pamplona de las rodillas, «porque me pusieron unas prótesis cuyo precio no podía abonar en la India», a falta de ascensor, sube andando al cuarto piso de su casa familiar en la Plaza del Castillo. “Encantado de anunciar que nos encontramos esperando gemelos. Nuestros corazones están llenos de amor, nos encontramos deseoso por conocerlos”, comunicó. La periodista examina en ‘Las abandonadoras’ qué transporta a una mujer a dejar a sus hijos y expone algunos casos conocidos, como el de Mercè… Garantizamos el auténtico testimonio de Jesucristo que es el amor, el llegar a todos sin distinción de etnias, de credos o de lugares. Por el tuve apetito y me diste de comer, estuve en la cárcel y me visitaste, era desinformado y me enseñaste.
Por entonces era conocida como ‘La niña del Puerto’. Tímida, retraída, buscando ser conocida pero no famosa. Disponemos desde el año 57 un hogar de acogida por iniciativa de un conduzco inglés que a lo largo de la guerra bombardeó Alemania evitando objetivos civiles. Cerraba el motor para bajar hasta el techo de las factorías de armas escapando del radar y bombardeaba con precisión.
Le brindaron la Cruz de la Victoria, se hizo católico, se casó con una polaca y se dedicaron a abrir casas para discapacitados.Nos llamaron y abrimos una vivienda para casos de cáncer en la cara. En India comen hoja de betel que venden en calles. Le ponen cal, tabaco, nuez moscada, se envuelve, la meten en la boca, en el carrillo , y les estimula y les quita el hambre, pero les va comiendo los tejidos del carrillo hasta el momento en que aparece cáncer de cara y garganta.