A continuación se alió con la nobleza de Cuzco, partidaria de Huáscar, lo cual le dejó llenar sin solamente resistencia la conquista de Perú. Tras nombrar rey a un hermano de Atahualpa, Túpac Hualpa, marcha hacia Cuzco, capital del Imperio Inca, ocupándola en Noviembre de 1522. El 18 de Enero de 1535, fundó en la costa la Localidad de los Reyes, próximamente famosa como Lima, con lo que se inició la colonización de los territorios conquistados.
Mientras tanto, Almagro ya estaba en camino con 50 hombres dentro del “San Cristóbal”, y para su mala fortuna desembarcó en el Fortín de Cacique de las Piedras. En el combate una flecha le cayó en un ojo a Diego de Almagro, quien por poco es tomado por los originarios. Almagro mandó incendiar el fortín rebelde, que desde entonces es recordado como Pueblo Quemado.
La Capitulación De Toledo De 1529
Los dos caudillos estaban al parecer reconciliados; mas Almagro que bien hubiese podido moderar del todo sus protestas, debió experimentar sinsabores de otra especie que las revivieron antes que tengan la posibilidad de llegar a extinguirse. Pizarro trajo en su compañía cuatro hermanos suyos que gozaban de su protección, que todo lo aguardaban de él, y que era de suponer fueran objeto de sus preferencias en las colocaciones primordiales, y en el depósito de íntimas confianzas que siempre y en todo momento sirven para dominar la voluntad de los que gobiernan. La concurrencia de estos hombres predominantes excitó el desagrado de Almagro, a quien se hizo mucho más repugnante el mayor de ellos, Hernando Pizarro, por su insolencia y altivez; como si un misterioso presentimiento le obligara a mirar en él al hombre siniestro que sería su encarnizado enemigo, y más tarde el que atentara contra su misma vida. A la llegada de don Francisco Pizarro al Istmo, cuidó Almagro de recibirlo con muestras de aprecio, sin ofrecer señales de su resentimiento, que reservó para hacérselo ver a solas. Lo verificó así, exponiéndole que no había cumplido sus deberes para con él ni sus juramentos de guardarse recíproca amistad; olvidando los trabajos sufridos por los dos, y lo macho que él había gastado en beneficio común. En lo que más se fijó fue en la vergüenza que lo apuraba el sufrimiento, y en las glosas que para mengua de su reputación era factible se formasen.
Defensa española de la ciudad de Lima.Pizarro organizó además una expedición bajo las órdenes de Pedro de Agüero y Hernando de Montenegro para perseguir a los indios escapados, la cual contó con la ayuda exterior de Alonso de Alvarado, que encabezó una brutal expedición de castigo contra los indígenas. Se podría resaltar a su vez la valía que las tropas socorrieres indígenas demostraron a la hora de defender la localidad, ya que hubo un elevado número de deserciones entre las filas de Manco Inca. Al unísono que el inclinado hacia Almagro partía dirección a Cuzco, Francisco envió a su mensajero Melchor Verdugo con una secuencia de documentos que revocaban los privilegios concedidos a Almagro por parte de Pizarro como gobernador de la ciudad, poniendo el gobierno de la misma al cargo de su hermano Juan Pizarro . Sin embargo, la sepa de sus hermanos habría con limite el margen de capacidad de maniobra de Pizarro, de la misma su campo de acción, poniendo en su camino un mayor número de óbices que le habrían impedido saber su poder de forma eficaz. Sin embargo, la expedición de Alvarado hacia Quito se puede considerar un fracaso, ya que en su marcha perdió a una cuarta parte del total de su ejército. Además de esto, Benalcázar, hombre de confianza de Pizarro, enterado de la llegada de este, inició una serie de movimientos para tomar él mismo Quito, cerciorándose de que los rumores sobre riquezas en la ciudad eran completamente falsos.
La Conquista Del Imperio Inca
Logró don Diego aprender en la localidad a Garcilaso, Gómez de Tordoya, Gómez de Alvarado , Diego Maldonado, y otros notables por considerarlos adeptos al bando contrario. Y sabiendo que uno apellidado Villegas iba a fugar llevándose a Paullu, fue tomado, y estando confeso le mandó cortar la cabeza. Vista con demasiada claridad la intención de don Francisco Pizarro de romper hostilidades, mandó Almagro al Cuzco de rincón teniente a don Diego Alvarado, y emprendió su marcha en retirada por las sierras de Guaytará con muchas precauciones. Logró que Paullu Inca mandase a los indios juntar piedras para evitar algunos pasos y que rompiesen y también inutilizasen algunos caminos.
Además, la marcha de una cantidad ingente de hombres junto a Almagro hacia Chile dejará desguarnecidas las situaciones españolas, hecho que agudizará el posterior alzamiento indígena del Manco Inca, que se extenderá a lo largo de todo el Perú español. Al final, el 3 de julio de 1535, el primer cuerpo expedicionario de Almagro, compuesto por cien jinetes, comenzó su marcha hacia la conquista íntegra de Novedosa Toledo, si bien a los nuevos territorios descubiertos se les conocía como Chile. Dos semanas más tarde, Almagro les prosiguió con cincuenta caballeros mucho más, un gran número de porteadores indígenas y del sacerdote del culto solar de Cuzco, Villac Umu, aparte de Paullu-Tupac, hermano del Manco Inca, el nuevo emperador coronado por los españoles.
Almagro peroró a sus soldados que mostraron bastante entusiasmo; y les ofreció repartirles los recursos y hasta las mujeres de los contrincantes que matasen. Esta sentencia se publicó con aparato, dándoles el período de seis días para someterse a la Real autoridad, y añadiendo que de no hacerlo los recursos de ellos serían para los vencedores; resolución que el gobernador tomaba sin estar en sus facultades. Un clérigo que viene de Lima llamado Márquez llegó al campo de Almagro extendiendo voces de que Vaca tenía poca gente y mal armada, son otras falsedades similares. Celebró allí misa, y en ella juró por la hostia que había consagrado, que todo lo referido por él era verdad. Rodeaban al nuevo gobernador del Perú, expuesto a desaciertos y a caer en las asechanzas de tantos irredentos incapaces de buena fe ni arreglo en sus procedimientos.
Llegada De Pedro De Alvarado A Las Costas Peruanas
Todavía se hace más reparable que el cronista Herrera los silencie completamente; Herrera que como ningún otro escritor de entonces tuvo a su disposición los archivos y todo tipo de documentos oficiales. Tras estos pactos hubo mucha actividad en los preparativos; pero nunca se olvidaron los rencores y las murmuraciones, ni se vio mudar de conducta a los hermanos de Pizarro, razón por que los ánimos no estuvieron tampoco en la quietud deseada. Se determinó que Almagro quedara en Panamá para recibir la gente que vendría de Nicaragua y otros puntos, y Pizarro salió con 185 individuos de guerra en tres buques a objetivos del año 1530.
Almagro desembarcó exactamente en el mismo puerto de donde había huido su socio, con tan mala fortuna que les atacaron los naturales. Varios españoles resultaron heridos, entre ellos nuestro Almagro, que perdió el ojo derecho. Y pudo ser peor, pues lo hubieran rematado en el suelo de no ser por la intervención de Juan Roldán y de un esclavo africano propiedad de este último.
Holguín fue feliz en pasar de Jauja fuertemente inferior y en buen orden; hecho que se debió a la inacción de sus contrarios. Juan de Rada murió en Jauja dejando un vacío irreparable en el ejército de Almagro que se dirigió al Cuzco. Alvarado sin querer agrupar sus tropas con las de aquel, se vino a Caraz y determinó asimismo esperar al Gobernador. Los dos rogaban a Vaca se apresurase para no dar tiempo a Almagro de obtener incremento y ventajas en el Cuzco. En esta ciudad se había prestado obediencia a la cédula real y reconocido a Vaca su autoridad, tomando el mando el licenciado Antonio de la Gama.