Quedó fascinado por los jalones milenarios del Reino Antiguo que le rodeaban en Menfis. En cada restauración, inscribió los nombres y títulos de los “dueños” auténticos del edificio, tal como su nombre y el de su padre. Un milenio después de su muerte, fue venerado como erudito y su figura protagonizó una serie de historias sobre sus logros. Ramsés II era conocido como \’Ramsés el Grande\’, pues lideró varias campañas militares y extendió el imperio egipcio desde Siria en el este hasta Nubia (actual Sudán) en el sur. Está claro que la presencia de Ramsés fue esencial para esta civilización y muchos historiadores le piensan el último enorme faraón de Egipto.
Desde joven su carácter de mujeriego ahora era evidente, ya que con tan solo 15 años estaba casado y era padre de cuatro hijos. Su mujer era Nefertari, pero no era la única, ya que Ramsés II también tuvo otras esposas reales, como Isis-Nefert, otras secundarias, y ciertas concubinas. Sin embargo, para los especialistas fue Nefertari la que mucho más influyó en la vida del gobernador, ya que no solo se dedicó a tener descendientes, sino que también fue una mujer bastante activa en la vida política y popular del Viejo Egipto. Siendo uno de los faraones mucho más conocidos, esenciales y longevos de la fascinante civilización egipcia, resaltó prácticamente en todos los campos en los que un faraón debía resaltar. Algunas de las piezas más impresionantes con las que nos sorprendemos en los museos de todo el mundo fueron responsabilidad suya.
Ramsés Ii, El Faraón Que Edificaba A Lo Grande
Su reinado estuvo marcado por la expansión de Egipto y su prosperidad. Su muerte encumbró a la segunda Enorme Esposa Real de Ramsés II, Isis-Nefert, con la que también estaba casado desde la adolescencia y con la que también tuvo hijos desde una edad muy temprana. Al revés que su rival, esta mujer permaneció siempre y en todo momento en la sombra, pero se piensa que era muy capaz, ya que logró situar a sus hijos en los puestos más esenciales del Estado. Todos y cada uno de los expertos definen a la primera como la mujer más importante en la vida de Ramsés, y fue su primera Gran Mujer Real.
Una supervisión persistente, pues ambos elementos, orden y caos, no tienen la posibilidad de subsistir el uno sin el otro. Así, el rey –la realeza– es el garante de ese estado de creación, con un poder terrenal, pero también divino, que le deja ratificar día a día el nacimiento del mundo. De entre los más de 100 descendientes de Ramsés II, resalta en particular el príncipe Jaemuaset. Ocupó el prestigioso cargo de sumo sacerdote de Ptah, el dios patrón de Menfis. Los bajorrelieves le representan en su esencial tarea de proteger la tumba del toro sagrado de Ptah, Apis, en el complejo subterráneo conocido como el Serapeum.
A los 16 continuó su educación política y comenzó a participar en campañas bélicas y a reforzar en su afición por la construcción de inmuebles. Usermaatra Setepenra Ramsés Meriamón, mejor popular como Ramsés II, fue un famoso emperador egipcio que rigió desde el año 1279 a.C. Hasta 1213 a.C., y, en la actualidad, se considera como uno de los faraones mucho más célebres con los que contó el país africano en su historia debido al elevado número de adelantos que se generaron a lo largo de su activo reinado. Sus maltrechas tropas se retiraron de Qadesh, pero Ramsés no iba a permitir que una verdad insignificante empañara su supuesto triunfo. Ordenó que se elaboraran murales que lo representasen venciendo sin ayuda a los atacantes en las paredes de los templos de todo Egipto.
El Faraón Se Representa En Grandes Dimensiones En Relación A Los Demás Fatales
De todos modos, tras años de negociaciones, Ramsés II terminó firmando un tratado de paz con los hititas. Sus cláusulas contemplaban, entre otras disposiciones, que ambas partes se comprometían a extraditar a los asilados y a noexigir represalias tras su regreso. Además, acordaron asistirse mutuamente si eran atacados por contrincantes extranjeros o nacionales. Una copia del tratado, en jeroglíficos, fue tallada en una estela del templo de Karnak.
Un aspecto interesante que no puede dejarse de lado es el de la usurpación de monumentos por parte de Ramsés II. Sólo algunas de las proyectos que llevan su nombre fueron construidas por él. Conocemos partes de edificios (paredes, columnas, frisos…) o estatuas con su titulatura grabada que resultan sorprendentes, puesto que el estilo artístico que muestran en nada se parece al de su reinado. Para una población iletrada en un 97%, el mensaje de la divinidad del rey, de su función benefactora y de su intermediación frente a los dioses, se comprende solo por medio de la obra figurada y de su grandeza.
Con esto, según los expertos y, por qué no, ciertas leyendas, Ramsés II llegó a tener a lo largo de su historia la friolera de 152 hijos. Todos ellos, frutos de sus incontables relaciones con diferentes mujeres, y entre los cuales resaltaba el príncipe Khaemwese. Fue entre los mucho más populares de esta descendencia y, además, de los favoritos del faraón. Segundo descendiente de Isis-Nefert, nació en el momento en que su padre solo tenía 20 años, y heredó de él su capacidad militar y política desde la juventud. Ramsés II quiso seguir la obra de su padre y proteger, o aun ampliar, sus fronteras en la zona de Siria, las que se encontraba disputándose con el pueblo hitita.
Su influencia se extendió desde oriente medio a Libia y desde la desembocadura del Nilo hasta la alta Nubia. Este producto se publicó en el número 420 de la gaceta Historia y Vida. Los turistas del museo admiran una enorme talla del faraón Ramsés II. Se transformó en Ramsés el Grande y, por último, fue adulado como un dios.
Antiguo Egipto
Este interesante fenómeno se produce dos veces por año, coincidiendo con el día de su cumpleaños y con el día que subió al trono. Ramsés II es de esos pocos casos en los que las leyendas no se alejan tanto de la verdad como podríamos pensar. Un líder respetado en todo lo que logró que prosigue levantando pasiones entre quienes conocen su figura.
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La civilización del antiguo Egipto, conocida por sus pirámides, faraones, momias y tumbas, fue próspera durante una cantidad enorme de años. De esta forma contribuyó el antiguo Egipto a la sociedad con su evolución cultural, singularmente en lengua y matemáticas. El rey Ramsés II se realizó popular como Ramsés el Grande por su liderazgo superior en la guerra y la conquista de muchas naciones circundantes.
El padre de Ramsés II, Seti I, garantizó la riqueza de la nación abriendo minas y canteras. Además, fortificó la frontera septentrional contra los hititas, una tribu de la presente Turquía. Cuando Ramsés II, de 14 años, subió al trono, los hititas aprovecharon la ocasión para poner a prueba al joven rey y la frontera septentrional de su imperio. Invadieron y tomaron la esencial ciudad comercial de Qadesh, en la presente Siria.