Y eso deberíamos hacérnoslo observar nosotros y ver exactamente en qué podríamos mejorar. [Se ríe] Pues sí, porque en el momento en que tú vas aEl Señor de los anillos, la gente sale cantando los temas y sintiéndolos, se están emocionando con los temas de Gondor y de Rohan y el tema de la promesa, esto que nos comenta Jaime Altozano en sus vídeos. Y eso que está en las películas, su origen es Bruckner y es Mahler y es Wagner. Conque tú has manifestado que en el momento en que esas formas clásicas te las envuelven en un buen envoltorio, te encantan. Lo que no te chifla es cuando te encierran en el Auditorio Nacional o en el salón de actos de no sé dónde, ahí no te encanta nada, como no vaya a ser que te transformen un tanto el concierto.
Bueno, en diferentes instantes de la historia hay imperativos estéticos muy marcados. Por poner un ejemplo, Haydn, el compañero y amigo de Mozart , debía llevar a cabo sinfonías que fueran tratados morales, que enseñasen buenas costumbres. Eso lo dice su biógrafo y amigo, Georg August Griesinger. Tenía que ver con que sus sinfonías ordenasen tu cabeza, sembrasen en tu cabeza que lo primero es la devoción al señor, al príncipe, a las formas, a los estamentos… Él decía que Haydn pretendía que sus sinfonías fueran como novelas morales, novelas de costumbres.
Varios lustros después, cuando mi existencia radiofónica había perdido toda esperanza de resurrección y reconciliación con los frikis, en 2008, yo organizaba uno de mis tutoriales en la UIMP de Cuenca y dije unas cuantas ponencias con las payasadas inherentes a mi condición humana. Pero semeja que eso le agradó a la pianista Menchu Mendizábal, que se encontraba allí de miranda y le charló bien de mí a su esposo Fernando Palacios, el entonces director de Radio Clásica. En tanto que estamos en un portal de filosofía, le deseo preguntar por las relaciones de la filosofía con la música, y en concreto por Nietzsche, al que usted dedicó un programa por su enfrentamiento con Wagner. En música, si tú conoces la mínima semiosis te puedes enterar de varias cosas. La Novena sinfonía de Beethoven, por servirnos de un ejemplo, podemos disfrutarla sin más ni más porque es música muy bonita, muy hermosa, y la gozas del mismo modo.
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Esa desvinculación del señorío es lo que cambia la música. Y a partir de ahí hay una evolución hasta el XIX, en el momento en que ya todo el planeta siente cuándo la música es irascible, cuándo es lamentosa, cuándo es cariñosa, cuándo es tierna, cuándo es apacible… Y la gente se siente muy compenetrada con aquello. Y el público del siglo XIX por el momento no son aristócratas, son burgueses, gente normal que va a los recitales independientemente de su apellido solo con pagar su entrada. Y esta democratización de la música es lo que lleva a un encuentro de la música con la multitud común.
Y James Rhodes revela asimismo que la gente no va al concierto a que tú le impresiones con tu nivel técnico o aun expresivo, pues hay pianistas mucho más idóneos y también mucho más expresivos. Ya que Rhodes demuestra que la multitud no va a eso, sino a que le cuenten historias que les involucren a ellos, por el hecho de que Rhodes es un gran story-teller que además de esto toca el piano, y mete sus stories en su piano. Eso es una fórmula que parece que es novedosa (que no es así, pero él la ha renovado) y él es un hombre común al que le pasaron cosas y él las cuenta y las arroja en su música, y eso a la multitud le fascina y le encanta, les hace reír y llorar al mismo tiempo.
Luis Ángel De Benito: «la Vida Musical Enriquece La Aptitud De Una Nación»
Y esa fue la tesis de Schoenberg, pero dio por hecho en su teoría que los humanos somos mármoles o somos monolitos y se nos puede clasificar como elementos pasivos que responden a teoremas evolucionistas sin más ni más. Disponemos etnias, poseemos madres, progenitores, vinculaciones, poseemos historias. Pero no pues lo diga Luis Ángel, sino más bien porque nadie le escucha, salvo sus allegados y aquellas capillas de músicas contemporáneas, de esta manera llamadas, a las que prosigue un 0,0% de la humanidad. Entonces, hay cosas naturales, aunque el enfrentamiento está abierto y yo estoy abierto a que alguien me convenza. Aparte de instructor del Real Conservatorio Superior de La capital de españa, el musicólogo Luis Ángel de Benito es directivo de los tutoriales de Análisis Musical de la Facultad En todo el mundo Menéndez Pelayo, profesor invitado de Máster en la Facultad En todo el mundo de Valencia, instructor del Centro Integrado Moreno Torroba y profesor de Máster de la Escuela Superior Katarina Gurska.
Asimismo, comisionado por dicho general al lado de los ingleses, concurrió a todas y cada una de las acciones que tuvieron sitio, tanto en la marcha sobre Burgos como en la retirada a Salamanca. En el mes de enero de 1809 fue nombrado capitán del Regimiento de Cazadores de Caballería de Sevilla, con el que participó en la guerra de Talavera los días 27 y 28 de julio, y, al mando de las Guerrillas de Caballería del Ejército de Extremadura, hasta la retirada a la isla de León, en el mes de febrero de 1810, servicio por el que, el 6 de abril de 1810, alcanzó el nivel de coronel. Asimismo intervino con los escuadrones de granaderos del 4.º Ejército en la acción parcial de Viviendas Viejas, en las retiradas de Moguer —el 15 de mayo de 1811—, y de las tropas expedicionarias de Ayamonte, y en las peleas de Talavera, Alburquerque y Chiclana. Por su destacada actuación en la guerra de la Albuera ascendió a brigadier de Infantería el 23 de junio de 1811.
Y entonces llega Schoenberg y piensa que, como la historia ha ido de esta manera, a él lo que le toca es romper totalmente con la consonancia. Y crea el atonalismo, y encima dice sobre 1920 que más adelante hasta los carreteros cantarán esa «música». Pues, claro, antes sí había discordancias, pero se remitían o se «alojaban» en consonancias, como creando tensión y alivio, ¿no? Pero Schoenberg cree que a él le toca ofrecer un paso mucho más, suprimir toda consonancia y hacer música de este modo . Eso podía ser de Schoenberg, pero es mío, lo acabo de improvisar, voy a ver si lo patento.
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Pero Beethoven era un tío muy terrenal, muy comercial. Pero, sacando que era un genio, le gustaba el dinero y sabía de qué forma expresar cosas y dónde pegar la conciencia de la multitud, con un timbal aquí, un silencio repentino acá, una melodía hermosa aquí y una tormenta allá, y lo hacía mejor que nadie en la historia. Eso en la época del siglo XIX, pero a finales ahora hay compositoras que componen sinfonías buenas, si bien lo siguen realizando a la forma de los hombres. Por poner un ejemplo, Amy Beach, en Estados Unidos, la madre del sinfonismo americano (bueno, la madre y el padre, porque solo está ella en esos inicios), escribe en 1894 la sinfonía Gaélica, de nuevo con toques muy masculinos, así que parece que entiende que para ser sinfonista hay que adoptar esos patrones.
Pues James Rhodes es un tío también impresionante y que demuestra alguna de las cosas que te estoy diciendo, yo creo. Yo jamás he ido a un concierto de James Rhodes ni creo que vaya, no pienso que yo sea su público o que me entusiasmase mucho en un concierto suyo. Ahora bien, su figura me entusiasma, me fascina y me encanta y yo la apoyo con mi alma. Es un pianista que no es Trifonov, ni Sokolov, ni Rubinstein y todo el mundo sabe que tiene sus restricciones como pianista o que debería estudiar mucho más en algunas ocasiones, lo que tú quieras. Ahora, el hecho de que él cobre la entrada a cincuenta euros y pete los auditorios tal y como si fuera un rockero tendría que hacernos pensar a nosotros, los oficialistas, qué hacemos mal o qué podríamos hacer mejor.
Luis Angel Sanchez
Bajo el eslogan “Para mirar de cerca la música y la danza”, el blog de docenotas.com tuvo una época dorada mientras la revista se iba asentando de a poco en internet. En este momento que nuestros objetivos como gaceta en línea empiezan a cumplirse, queremos reavivar esta herramienta invitando a nuestros leyentes y ayudantes a contar sus experiencias con la música o la danza. Instantaneamente comuniqué a Jefatura de Estudios el hecho de que ningún tutor me comunicara las problemáticas de sus alumnos, cuando lo afirma la ley. Pues que acabé teniendo y tengo mucho más problemas con el Aparato Directivo y con el resto de maestros.