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Miguel Conde Biografia

En su decisión de contribuir a Antonio Pérez pesó la buena relación que habían mantenido los padres de los dos. Por eso, en el momento en que el fugitivo ex secretario llegó a tierras aragonesas, Morata le visitó en su celda de la Prisión de Manifestados y le puso en contacto con el prior del monasterio dominico de la localidad de Gotor, que le sirvió de mensajero para hacer llegar a la Corte una última oferta de solucionar su causa por medios pacíficos. Tras el motín del 24 de mayo de 1591, resuelto con la devolución de Pérez desde la prisión del Santo Trabajo, ubicada en el palacio de la Aljafería, a la Prisión de Manifestados, ligado del justicia de Aragón, los condes de Morata y de Aranda acompañaron al preso en su salida de la Inquisición, lo que les valió ser elogiados en algún pasquín del momento, que cantó “Del de Morata, el valor / y del de Aranda, la popularidad”. No obstante, tras el motín su actitud varió de modo radical, como se cuidó de poner de manifiesto ante el comisario Lanz, frente quien subrayó “que hera criado de S.M., de quien tenia reçibidas muchas merçedes y favores”.

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Como el conde de Clavijo se encontraba al mando de la escuadra que operaba en Italia, se demoró su presentación en Cartagena. El 31 de mayo de 1739, el marqués de la Ensenada comunicó a Alejo Gutiérrez de Rubalcaba que el conde de Clavijo había sido nombrado para enviar la flota que saldría de Cádiz para Novedosa España a inicios de julio. En vista de la orden recibida, salió el 5 de junio de Cartagena, pero, por haberse anulado la salida, regresó a su departamento el 7 de abril de 1740. Tomó asimismo el mando de la escuadra que estaba a cargo del conde de Bena-Maserano, por ser este nombrado embajador en la Corte de Rusia. Cesó en el mando de dicha escuadra el 9 de junio de 1741, en que falleció en la ciudad de Cartagena. El conde de Clavijo, en el tiempo que mandó el departamento de Cartagena inició su organización, dedicándose eminentemente a la construcción de su arsenal, a estudiar y reconocer los pinares del valle de Cofrontes a riberas del Júcar en Valencia y los del marquesado de Moya.

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La mayoría de las armas que tenía, y aquella con la que presuntamente asesinó a su mujer y a la amiga, eran de colección. Tenía escopetas de perdigones con las que practicaba en el patio de su vivienda, así como reafirmaron algunos de los vecinos. Según parece, años atrás sí que había participado a monterías en fincas próximas a La capital española y por contactos de su tío abuelo, Miguel López y Díaz de Torra, que fue su valedor mientras que vivió.

Les acompañaban una balandra a cargo del teniente don José de Zapiaín y un aviso a cargo de don Pedro de Garaycoechea. Para contrarrestar el contrabando en las costas de la presente Venezuela se acordó el envío a aquellas aguas de múltiples barcos para el servicio de guardacostas, siendo los primeros destinados a esta comisión los navíos Incendio y Capacidad, al cargo del jefe de escuadra don Miguel de Sada y Antillón, conde de Clavijo. Pasó embarcado en la escuadra del Mediterráneo, la que el día veinticuatro de febrero del año de 1704 a cargo de la combinada hispano-francesa el conde de Tolosa, se encontró con la anglo-bátava a la altura de Vélez-Málaga, teniendo sitio el combate de este nombre sin un claro vencedor. En ella ya se distinguió el guardiamarina don Blas de Lezo, quien perdió una pierna. El supuesto homicida, de 53 años, “no era un buen vecino” y, según algunos de los propietarios de la vivienda, le agradaba alardear de su patrimonio y de sus relaciones. En junio de 2015 y con motivo del bicentenario de la fundación de la Diputación de la Grandeza, asistió adjuntado con otros cuatrocientos nobles al palacio de El Pardo para ser recibido por el rey Felipe.

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Desde aquella fecha, la familia prefirió no tener relación con el hijo y hermano salvo lo indispensable, lo que permitiera la relación con la menor. Continuó en el mando hasta el día treinta y uno de mayo del año de 1739, cesando por ser designado para el mando de una Flota de Indias, tuvo que esperar a que va a llegar su sustituto y el día cinco de junio zarpó de transporte rumbo a Cádiz, donde estuvo hasta el día siete de abril del año de 1740, ya que la Flota no se había podido alistar y recibió una notificación del Rey a fin de que retornase a Cartagena. Se le dio el mando de otra división, zarpando el día veintiocho de abril del año de 1731 de la bahía de Cádiz, con la misión de batallar a los corsarios berberiscos, dando comienzo de nuevo otra campaña en el Mediterráneo. Estando en la mar le llegó orden de aproar tras San Vicente, puesto que se habían visto velas contrincantes y se estaba esperando de la llegada de la flota de azogues al cargo de don Rodrigo Torres, a los pocos días de estar cruzando sobre ellas divisaron la flota, pasando a darle escolta hasta dejarla a salvo en la bahía de Cádiz el día catorce de julio siguiente. La tarde del 20 de marzo encuentran los buques españoles a dos buques holandeses, que trataron de escapar.

Quinientos caballos y dos mil soldados y algunas piezas de artillería, por el hecho de que por el momento no habia otro antídoto para hallar lo que se pretendia, por tener Antonio Perez muchos amigos públicos y secretos”. Acto seguido abandonó Zaragoza para dirigirse a la localidad de Morata de Jalón, cabeza de su estado. Su tercera mujer, con quien no tuvo hijos, fue Francisca de Pinós y Fenollet, que le subsistió y, tras enviudar, contrajo segundas nupcias con Juan Francisco Cristóbal Fernández de Híjar, IV conde de Belchite y III duque de Híjar, que asimismo le premurió.

Hijo de Pedro Martínez de Luna, I conde de Morata, y de su segunda esposa, Inés de Mendoza y de la Cerda, en 1547 Miguel Martínez de Luna formó una parte del séquito que acompañó al príncipe Felipe en su viaje a Flandes, lo que le dejó entrar en contacto con el mundo cortesano. Poco mucho más se sabe sobre su biografía, a menos que casó en tres oportunidades y solo tuvo descendencia femenina. De la segunda, Ana Martínez de Arellano, tuvo a Francisca, que murió sin descendencia, y a Ana, que heredó su estado, fue la III condesa de Morata y se desposó con Antonio Manrique de Lara, del linaje de los condes de Osorno. Los ingleses se hartaron de cometer todo tipo de tropelías y homicidos, tal como indignidades y sacrilegios, más que nada en los conventos y también iglesias, ya que se dio la coyuntura que en un caso así en contraste a lo habitual en los sacos, fueron los en general y jefes quienes los cometieron, y no la tropa.

Aficionado Al Boxeo Y Actor, Así Es Mateo Conde, El \’no Primo\’ De Alba Díaz

En cuanto a su vida pública, hay noticia de que en 1579 fue extraído integrante de la Diputación aragonesa por el brazo nobiliario y en 1588 firmó una memoria que se entregó a los diputados del reino para representar los excesos cometidos por el Concejo de Zaragoza en la aplicación del Privilegio de Veinte, que concedía a este consistorio un poder descomedido para castigar a quien le causase agravios. Este apunte permite incluir al segundo conde de Morata entre los integrantes de la oposición política aragonesa, lo mismo que su participación ocasional en diferentes juntas celebradas en la Seo de Zaragoza durante la crisis de 1591. Estando en estos cargos le sobrevino el óbito el día nueve de junio del año de 1741, en la ciudad departamental de Cartagena. Entre las mucho más reconocidas acciones de los guardacostas del conde de Clavijo fue la atrapa de la fragata de holanda San Francisco en la costa de Tierra Estable en 1726, haciéndose con un millón de pesos que transportaba. Este buque pertenecía a una flotilla de 4 fragatas que los holandeses habían enviado a primeros de 1726 al océano Pacífico. No le amedrenta saltar a la palestra como nuevo rostro de la cadena, como lo han sido Rubén Cortada, Hiba Abouk o Jesús Castro.

Su hermano es Jaime Conde, otro atractivo joven que mantuvo una historia amorosa con Rocío Crusset hace ahora unos años. “Mi padre vería que yo sea actor como algo legítimo; como algo que antes o después debía pasar. Siempre hemos estado muy ligados en varios aspectos y nos parecemos mucho en nuestra forma de ser, de comprender la vida. Hemos sido tan afines que esto ha salido natural. Seguro que está muy orgulloso de mí”. De él dice que ha heredado “la impulsividad, el entusiasmo por la vida, por hacer cosas”. La policía de Homicidios que inspecciona el suceso baraja la posibilidad de que esta noticia del abandono acelerara el enfado del González de Castejón.

Teniente general de la Armada, primer comandante general del departamento marítimo de Cartagena. Se cumplen 40 años del Encuentro de Intelectuales catalanes y castellanos en Sitges, una cita que apostaba por el entendimiento y que hoy…

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Cuando se recobró de su herida, se le ordenó embarcar, haciendo un tornaviaje en la Flota de Indias, al mando del general don Pedro Rivera, arribando nuevamente a la bahía de Cádiz el día diez de abril del año de 1713. En el año de 1710, estaba de segundo comandante de la conocida fragata sin nombre, que a cargo de don Blas de Lezo, efectuó once presas en sus navegaciones por el mar Mediterráneo y como no, en el combate y apresamiento del navío mercante armado británico Stanhope, en el que resultó herido. El día veintiséis de agosto desembarcaron una parte de las tropas entre Rota y el Puerto de Santa María, encaminándose hacía Rota donde solo treinta jinetes al mando de un capitán se les enfrentaron, siendo todos fallecidos en combate. El Gobernador de Rota don Francisco Antonio Díaz Cano, viendo que no disponía de ninguna fuerza entregó la población y la fortaleza en lugar de no padecer el saqueo, esto fue concedido por los enemigos y aceptaron que exactamente el mismo Gobernador con su docena de hombres saliera, pasando de forma directa a incorporarse a las tropas del marqués de Villadarias. Este familiar era realmente el que manejaba un importante patrimonio y no el sobrino. Una parte del como, así como confirmaba Mariángel Alcázar en \’La Vanguardia\’, fue a parar a manos de su secretario, Vicente Marín, que estuvo junto al previo conde Atarés a lo largo de treinta años.