Los estudiosos conocían desde el comienzo es que las tres muertes se cometieron con exactamente la misma arma y que no había más personas implicadas en el asesinato. Laescena del crimen hallada por los agentes descartó que la meta del suceso fuera un roboya que no se encontraban perturbados los cadáveres. Mercedes González también indicó que a la Policía Nacional tampoco le constan demandas de vecinos por inconvenientes de convivencia o prácticas de tiro en el patio de la red social, algo que ayer denunciaron algunos habitantes. Es una mentirosa compulsiva, le he enviado copias de todas las denuncias que he puesto en comisaria y se las he debido hacer llegar pues me bloquearon todos de WhatsApp. Incluso han hablado con mi ambiente, tal y como si yo estuviera mal de la cabeza. Ha habido múltiples momentos de estar convencido de que me se encontraba volviendo orate, me hacía unas películas en la cabeza de «todo el planeta contra mi»…
Supuestamente, el conde de Atarés empleó entre las muchas armas que tenía en la vivienda para las que no tenía permiso y con las que atemorizaba al vecindario. Según la información de los investigadores, en el hogar había una suerte de armamento. La mayoría de las armas que tenía, y aquella con la que presuntamente asesinó a su mujer y a la amiga, eran de compilación. Tenía escopetas de perdigones con las que practicaba en el patio de su vivienda, así como reafirmaron algunos de los vecinos.
“La Guarda Civil no tiene perseverancia de licencia y si las recibió de herencia o donación familiar debe comunicarlo”, ha apuntado. La mujer no había denunciado a su presunto asesino por castigo y por tanto no constaba en el sistema VioGén. Este familiar era realmente el que manejaba un importante patrimonio y no el sobrino. Una parte del cual, así como confirmaba Mariángel Alcázar en \’La Vanguardia\’, fue a parar a manos de su secretario, Vicente Marín, que estuvo al lado del anterior conde Atarés a lo largo de treinta años.
¿Por Qué Razón Salió En Televisión El Conde De Atarés?
El funeral por Miguel Ángel Conde, con la familia en el primer banco de la derecha. En el vecindario era todo un “personaje” y durante los primeros meses de pandemia fue asiduo a las manifestaciones callejeras contra el Gobierno de Sánchez tras levantarse el confinamiento. «Era habitual verle paseando en primera fila por las tardes con su perro y la bandera de España a lo largo de la revolución de los cayetanos», según una vecina.
En 1790, la II Marquesa fue su hija, María Josefa García de la Peña y Torres, natural de Perijá, que se casó el 6 de mayo de 1793 con el II Marqués de Sotomayor, Marqués de Gelo y de Villamagna. El título fue sucediendo hasta llegar, en diciembre de 1964, a manos de José Miguel López y Díaz de Tuesta, como VIII Marqués de Perijá, al igual que XV Conde de Atarés. Y fue a este a quien remplazó su sobrino-nieto, Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes, el 8 de noviembre de 2012. González de Castejón se crió al lado de sus padres y hermanas en Madrid. Nieto de un marqués de Vadillo y de un marqués de Ayerbe, sus títulos fueron heredados entre vaivenes durante el franquismo, y pasaron a Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes, el 8 de noviembre de 2012. El ascenso se publicó en elBoletín Oficial del Estado del 22 de octubre de 2012.
Actualidad
Hasta que, a dios gracias, las cosas se han ido enderezando y, de a poco, he conseguido tener múltiples personas que me ayudan. Me ha propuesto hacer una sociedad para llevar a cabo zapatos, «tú diseñas, Víctor es el otro socio y yo llevo la sociedad, yo gestiono». Yo venía de una situación familiar incómoda, y fuera lo que fuera lo que me hubiese propuesto Alejandra, hubiese dicho que sí, solo tenía agradecimiento en todos los sentidos para ella; teníamos una amistad desinteresada en todo instante. Fue una vecina y Fernando, el portero, los que vieron por la ventana entre los cadáveres y llamaron al 091 este lunes a las 10.20 horas.
De todos modos, González de Castejón no era ni tan rico como presumía ni tan amado en los entornos aristocráticos. Pese a ser grande de España al ostentar el título de conde de Atarés y también el de marques de Perijá, no frecuentaba los ambientes comunes de las asambleas sociales o de la Diputación de la Excelencia. Fernando González de Castejón recibió una parte del legado que va unido al título nobiliario. En este sentido, Miguel López y Díaz de Tuesta favoreció al primogénito de la familia.
Fernando González De Castejón
Condé ha recibido varios premios de todo el mundo y es miembro titular de la Societé des Peintres Graveurs Français. Muy relacionado en los últimos tiempos al ambiente artístico catalán, mostró su obra gráfica en las primordiales galerías de arte de Europa y América, habiendo recibido el unánime elogio de la crítica de ambos continentes. Solo cuando no había otro antídoto y había que coger la mercancía o según se iban vendiendo…».
Heredó El Título De Su Tío Abuelo
Tras lo sucedido, los vecinos del inmueble en Serrano han asegurado que González de Castejóncreaba muchas afecciones en el vecindario pues salía a disparar con una escopeta de perdigones al patio interior del edificio. La personalidad del conde no pasaba inadvertida entre el resto vecinos del número 205 de la calle Serrano. Varios de ellos hoy narraban a los medios de comunicación sus excentricidades. Disparaba con una escopeta de perdigones en las áreas comunes del edificio.Por esta razón múltiples veces debieron llamar a la Policía Nacional para que controlara la situación.
Me fui de su casa por el hecho de que iba a acompañar al aeropuerto a Mario Conde padre, le escribí por WhatsApp para decirle que debía pagarle a la sastre y entonces me envió unos mensajes… Alejandra le cogió manía a los zapatos, se lo propuse y aceptó. Yo no sé ni de qué forma se vendió nada, y decir yo mismo eso de un trabajo propio es durísimo. Creía que ya nunca mucho más iba a realizar nada ni medio atrayente y había perdido el poco talento que he tenido por la edad, las depresiones, por todo…
Por consiguiente, no consta en el registro del Instituto Armado ningún permiso a nombre de Fernando González de Castejón, pese a que en su casa la Policía halló escopetas, pistolas, munición y un silenciador. Una de esas armas fue la que empleó para matar a su esposa de 44 años y a una amiga de su mujer de 70 años. Al lado de los 2 cadáveres, en el suelo, estaba la pistola con la que el aristócrata habría cometido supuestamente el doble homicidio y después se habría suicidado. Los vecinos ya estaban acostumbrados a las discusiones, pero absolutamente nadie imaginaba que ese día no habría vuelta atrás.