” \’ Nuevo Rico Nuevo Pobre\’, la nueva novela se estrena el 16 de julio” .
El hombre y la mujer son, como semejantes, distintos de sus órganos y de su organismo. Son muy precisamente significantes, por el hecho de que, en el nivel donde hablamos de seres, es necesario, para que se establezca un vínculo, pasar por el Espíritu Beato, quiero decir por la palabra, por un discurso, por el sentido. En último término, entre estos seres hablantes, estos “parlêtres”, neologismo de Lacan, se puede hilar algo que se asemeje a una relación, pero jamás va a ser mucho más que una parte añadida, un nudo contingente, singular, inestable, revocable, que siempre se establece de forma torcida. Las mitologías, las religiones, las sabidurías, las tradiciones, pero también las novelas, las películas o las canciones, se proponen para brindarte cuentos, liturgias, mimos, que reemplazan la relación faltante, que “la remuneran”, en expresiones de Mallarmé. Lo que caracteriza a los autores del género —me agradaría entender si estás según esta idea, pero creo que sí, en tanto que la encontré expresada en tu libro— es el rechazo, la negación, la anulación de la oposición hombre / mujer, diferencia sexual. Esto explica por qué el transexual es un auténtico obstáculo epistemológico para ellos, puesto que nadie cree más en la diferencia sexual que un verdadero transexual.
Ignoro si el estudio de Henry James tuvo algo que ver con lo que ahora voy a explicar, pero no dudo que el éxito de este relato hay que a la extraordinaria pericia del escritor estadounidense a la hora de abordarlo. Por un lado, nos muestra una historia fácil, contada sencillamente por un joven norteamericano sencillo que vive en la puritana Ginebra y que decide pasar unos días sencillamente relajados junto a su tía en un balneario de los Alpes suizos. Esa iniciativa que los libros que nos agradan en la adolescencia no son para mayores, es tan idiota como pensar que alguien tiene una sensibilidad mucho más profunda en el momento en que mucho más viejo es.
Algunos Libros Que Preferiría No Haber Leído Nunca
Es cierto que ella tiene todos los tics de las muchachas que son hermosas y lo saben, pero es imposible decir que haya en su conducta nada repudiable. Al día siguiente Winterbourne regresa a Ginebra y se entera de que Daisy sigue sendero hacia Roma, donde el joven asegura verla en relación vaya a la localidad italiana, nuevamente para acompañar a su tía. Daisy Miller es probablemente el artículo más popular y leído de Henry James, y quizá también una de sus historias que quedaron mucho más anticuadas, más limitadas a la temporada en la que se escribió, pero es un hecho indudable que desde su publicación se transformó en un best-seller que no dejó de crecer en interés por la parte de los que leen hasta la actualidad. Lo que no tengo claro es dónde está el punto. Que no logre releerlos no quiere decir que no sean buenos aún.
Es cierto que sus novelas de jovenes quedan un tanto superadas una vez alcanzada la madurez, pero considero que es ahí donde reside su mérito, en la fiabilidad del retrato. Es como decir que El Desarrollo de Kafka es bastante espeso y aburrido…; de eso se habla, de reflejar en la prosa la infinita pesadez de la burocracia, y el estado demente y paranoico al que puede llevarnos. Ya que debo de ser muy listo, porque… esto me pasa a mí ya con TODOS los libros. Mover o pasar levemente las hojas de un libro o de un cuaderno. Con las obras de Ernesto Sabato me pasa lo mismo; me apasionaron hace varios años, cuando era un chaval, pero ahora no me despiertan el menor interés. No creo que vuelva a abrirlas nunca, ni siquiera para hojearlas.
Reparto: Nuevo Rico Nuevo Pobre (
Me resulta muy difícil conseguir libros que me agradaron bastante en su momento de los que ahora pueda protestar. Si que existen muchos que en este momento no leería, pero eso no es lo mismo. Y no comprendo la inclusión aquí de Manara, salvo que el autor sea uno de estos chimichurris de ahora que llaman “novelas gráficas” a los tebeos (acepto cómic… por los pelos).
Un último acercamiento nocturno con la pareja en el Coliseo va a tener un desenlace funesto. Proveer herramientas en redes sociales y analizar nuestro tráfico. Puedes leer más sobre esto y cambiar tus opciones aquí. A propósito, hago ver, para el que no lo sepa, que Letras Libres es el hogar de los escritores de derecha. Lo digo pues mucha gente, creía que los escritores no tenían especial filiación política, o en todo caso, de izquierda, una izquierda más inocentona que otra cosa. Muchas personas lee el título “Letras Libres” y cree que está frente a una fácil gaceta literaria.
Nuevo Rico Nuevo Pobre
Por consiguiente, no creo que a Lacan se le haya escapado la palabra género. Digo que el día de hoy, en la opinión intelectual de hoy, pero también entre ciertos psicoanalistas, uno tiene la impresión de que las cosas hubieran sido mucho más fáciles si la palabra género, en lugar de provenir de Butler, hubiese manado del campo psicoanalítico. Por tanto, yo haría esta distinción, asimismo válida para Derrida o Barthes, de que Lacan no pasó por alto el término de género, pero que no ocupó un lugar en él. Esas fuerzas contrapuestas, esa tensión constante, es la que provoca la intensidad trágica del relato, de ahí que la trama, meramente circunstancial, haya traspasado el tiempo dejando indemne su éxito. El llamado tema en todo el mundo fue uno de los primeros razonamientos que abordó James para imprimir dramatismo a sus historias. Ahora lo había hecho en Roderick Hudson y en El Americano, además de repetirlo en un puñado de buenos cuentos.
No obstante, en Daisy Miller condensa ese dramatismo en poquísimo espacio y sin que solamente se note por parte del lector, embelesado por las chispeantes palabras de la protagonista y sus caprichosas idas y venidas. En este momento soy incapaz de rememorar solo una línea de esos libros y no alcanzo a comprender qué me atrajo de ellos en primer lugar (pero lo mismo puede decirse de decenas de autores argentinos que ya no me interesan, como Julio Cortázar en su faceta de novelista, Ernesto Sábato, medianamente Leopoldo Marechal, decenas y decenas de coetáneos). Asimismo explicas que el género no sustituye a la noción de sexo, que lo popular no sustituye a lo biológico, por el hecho de que, dices, si fuera el caso, el género no alteraría el desempeño normativo de la sociedad y las asignaciones de identidad. Me agradaría oírle comentar sobre esta idea de que el género no reemplaza a la noción de sexo. Dijo el sabio heleno que nada es comunicable por el arte de la escritura; tras apurar la copa de seca cicuta, su discípulo dilecto lo traicionó y quizá lo mejoró transmitiendo por escrito sus irónicos entendimientos.Como antes hiciera Montaigne, considero que la obra de un creador se alarga y modifica cada vez que se redacta sobre ella. La memoria, que fue oral y minoritaria, ahora se multiplica con cada palabra que integra y justifica el continuo universo, asimismo llamado la Red.
Soy una mujer anciana, pero no lo bastante —merced a Dios— como para no escandalizarme. Cuando llega a Roma descubre que Daisy está saliendo con un italiano sencillo y que se ocupa de pasearse con él primordialmente por los jardines del Pincio, a la vista de todos. Winterbourne los va a acompañar en varias oportunidades y hallará algún instante para charlar con la chica a solas a la visión de todos, sin que en ningún momento logre no intuirse algo inmoral ni en el seguir ni en las palabras de Daisy .