Las relaciones con personas déspotas, es una de la relaciones mucho más peligrosas de cara a cualquier relación. Tras escuchar la demanda de la otra parte, es importante que pensamos qué verdaderamente deseamos y si vamos a ceder o no a la petición de la persona déspota. Si poseemos un autodiálogo positivo en el que nos digamos a nosotros que somos capaces de hacer frente a la situación, probablemente salgamos airosos de ello. Si te cuesta decir que no, esta es una de las técnicas más adecuadas para tu caso.
El déspota es la persona que preside el Gobierno despótico o quien protagoniza la situación despótica. “Llegó a lo más prominente de su trayectoria y se convirtió en una imbécil insolente y soberbia”. Políticos, atletas, empresarios, vocalistas o periodistas que un día probaron las mieles del éxito y el día de hoy no existe quien les baje de su pedestal. Aires de suficiencia, exaltación del yo y menosprecio hacia el resto son algunos de los síntomas de la soberbia. Slave controlador, whip-cracker nEl jefe de personal es un déspota con los obreros. De esta manera, es difícil que se ponga en el sitio de los demás en tanto que, si unicamente se importa a sí mismo, es realmente difícil que denote interés por los otros.
Diferencias Entre Despotismo Y Tiranía
Por ende la persona déspota intentará que los demás actuen de una forma, mediante sus manipulaciones, para conseguir lo que verdaderamente desea. Una persona déspota intenta buscar todo el tiempo la aprobación de los demás. Por este motivo actúan bajo una máscara y con un sentido de superioridad.
El déspota conoce muy bien cómo funciona el juego del poder. Necesita granjearse la admiración de la población y para ello no duda en emplear su carisma a través de pequeñas concesiones. Puede prestar reducciones de impuestos u otros beneficios sociales, y de qué manera no, dominar los medios de televisión para entretener y capturar de esta forma a las masas y justificar su autoridad.
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El concepto de déspota también hace referencia a la actitud egoísta que acostumbran a tener estas personas. De esta forma, los déspotas realizan todas sus acciones, o la enorme mayoría de ellas, solo para su beneficio personal. Una persona déspota es homónimo de no querer aceptar los fracasos u fallos que se cometen. Es por ello que el déspota intentará evitar exponerse ante el resto. Lo último que harán este tipo de personas es exactamente reconocer que han fracasado.
Para Pilar Guerra, la insolencia y prepotencia son rasgos de personalidad que están en los trastornos cariñosos, y la carencia de empatía es un síntoma patológico. Esto se puede contrarrestar con no concederles deferencia o permisos destacables, tratarles como lo harías con cualquier otra persona y enseñar seguridad, solidez y escucha. Muy frecuentemente todos tenemos la posibilidad de tenir una actitud déposta. A pesar de ello, en el momento en que este tipo de comportamientos cuando son permanentes acostumbran a apuntar un problema en nuestra salud mental. Por ello, si te identificas con una personalidad déspota, es necesario que consultes con un sicólogo profesional.
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“Un individuo que se cree mayor a los demás se cree de otra raza, de otra etnia, y su propia ECPATÍA (sepa de empatía) le transporta a un mundo lejano a los cariños y preocupado solo por ganar el primer puesto del ranking del exceso. Dime de qué presumes y te afirmaré de qué careces”, concluye la especialista. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, parágrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual. También, a los efectos establecidos en el artículo 33.1 de Ley de Propiedad Intelectual, la compañía hace constar la correspondiente reserva de derechos, por sí y por medio de sus redactores o autores.
De esta manera, en vez de procurar ser su mejor versión lo que procuran es verse de qué manera si realmente lo fuesen enfrente de los demás. Por este motivo el déspota siempre procurará llevar a cabo quedar mal al resto para su beneficio. Lo que verdaderamente significa déspota es que la persona que actúa así mismo comunmente siente un complejo de superioridad que usa como un mecanismo de defensa frente a un sentimiento de inseguridad que surge de su interior. Según la RAE, un déspota es una persona que intenta abusar de su superioridad, su fuerza o de su poder en su relación con los demás. A pesar de que no permanezca un nivel en sus vínculos o relaciones la persona déspota intentará realizar ver a el resto como inferiores a ellos.
¿qué Realizar Ante Una Persona Autoritaria?
Regístrate gratis en Economipedia y empezarás a estudiar con los próximos contenidos. El saber financiero es primordial para tu prosperidad económica y personal. Acceso a los clips (píldoras breves de contenido en vídeo) del Campus. Como representantes del despotismo ilustrado poseemos los ejemplos de Carlos III en España, Federico II de Prusia y Catalina II de Rusia. La tiranía y el despotismo tienen la posibilidad de parecer sinónimos, ya que ambos mencionan al ejercicio del poder de una forma abusiva, pero varios autores se han centrado en establecer su distinción.
Además de esto, sigue en constante actualización formativa en psicología y psicopedagogía clínica. Para que una actitud déspota no afecte a tu autoestima o seguridad, tienes que rememorar tus virtudes y remarcarlas ante la persona que intenta eliminarlas frente el resto. La idea es reafirmarte en ellas e procurar hacer ver que mereces lo que has conseguido. A veces al cruzarnos con una el déspota es muy posible que terminemos de los nervios debido a su accionar. En estas situaciones lo malo que puedes hacer es perder la tranquilidad ante sus permanentes asaltos.