En “El poeta y los sueños diurnos”, Freud aborda la función de la obra de arte, en este caso literaria, así como el proceso de sublimación, que permite al poeta transformar lo repugnante en placentero y lo siniestro en una categoría estética propia. Según la definición del diccionario de Laplanche y Pontalís , la sublimación es un desarrollo postulado por Freud para explicar ciertas ocupaciones humanas que aparentemente no guardan relación con la sexualidad pero que hallarían su energía en la fuerza de la pulsión sexual. Freud describió como actividades de resorte eminentemente la actividad artística y la investigación intelectual. Se dice que la pulsión se sublima en la medida en que es derivada hacia un nuevo fin, no sexual, y apunta hacia objetos socialmente valorados. Podríamos pensar que para Freud lo que conmueve de una obra debe ver con la intención del artista y que esta intención puede ser explicada a través del análisis de la obra de arte.
Es popular el interés de Andre Breton a fin de que el padre del psicoanálisis abrazara la causa surrealista. Sin embargo, el psicoanalista vienés, pese a los números intentos, siempre y en todo momento se sostuvo ajeno del conjunto surrealista. En este artículo procuramos argumentar las probables causas de esa posición. Se comienzan a juntar y superponer las diferentes disciplinas (teatro, danza, pintura, escultura, performances, happenings,…), creándose un arte mucho más complejo, con un lenguaje polisémico, reflejo de la temporada actual donde los límites son más confusos, las nosologías son mucho más de frontera. Se nos muestra un arte que incita al espectador a formar parte en el hecho artístico, involucrándose con su cuerpo, interrogándose y formando parte activa de la escena.
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También, uno puede opinar razonablemente que la apreciación de una obra de arte puede accionar de la misma manera, situando o aun en ocasiones abriendo vías psíquicas inesperadas. Mediante el arte, estos fenómenos psicológicos tienen la posibilidad de conseguir su salida a la área, o aun alcanzar su forma creada. Visto desde esta visión, el arte toma la forma de un enorme sistema de amplificación, una cámara de resonancia donde reverberan multitud de cosas –cosas, sin embargo, ubicadas en un marco que impone límites y crea relaciones.
Hoy en dia, la evolución de la teoría psicoanalítica, desde sus diferentes enfoques, y desde su concepción de la psicopatología, puede hablar de la dificultad de las manifestaciones artísticas y hacer más simple la comprensión y acercamiento a estas manifestaciones. El planeta del inconsciente, la percepción de que a través del arte se expone lo que falta, lo sublime y lo siniestro, conviven y, lejos de aclarar o definir, nos interrogan, nos ofrecen algo múltiple, complejo y abierto a nuestra propia lectura. Nos encontramos ante la indecisión, y el reto es de qué manera cada cual la encara. Habría que considerar que el psicoanálisis freudiano contempla “la sublimación” del lado de la neurosis y el psicoanálisis lacaniano incorpora el término de “suplencia”, que estaría del lado de la psicosis.
Gaceta Electrónica De Psicología Popular «poiésis» Issn 1692 0945 Nº 24 Diciembre De 2012
No consideraban su forma de ver e interpretar la obra de arte, por su falta de metodología histórico-artística. Sin embargo, algunos autores a lo largo del siglo pasado han considerado que tanto la metodología histórico-artística como la psicoanalítica son compatibles y complementarias, y piensan que Freud inaugura una forma de leer la historia del arte que da un gran valor a esa especialidad. El psicoanálisis asimismo se utiliza para explicar la estructura básica de la narración, la cual fue creada por Vladimir Propp, basado en el análisis de los cuentos populares rusos. La estructura es triangular, ya que relaciona un sujeto con un objeto de deseo.
Evitó relacionarse con otros adultos diferentes a su madre (de quien, no obstante, se aisló con resentimiento). Ada describió este período como “hacerse la fallecida”, un método de subsistir en lugar de vivir, que se extendió a sus relaciones con pares y a su rendimiento escolar. Es importante enfatizar que la visión, la apreciación, el placer estético de un cuadro por parte del que lo ve no es simplemente una fotocopia de la configuración sensible del artista, sino la expresión de un sistema considerablemente más extenso y complejo que el de un bulto enviado por correo tiempo atrás. Una fantasía toma forma pero al mismo tiempo está a puntito de desvanecerse. La contemplativa, que posibilita la pasividad del espectador aunque necesita de una proyección empática. En algunos casos, se puede impedir agregando un cuarto elemento, el síntoma, que mantiene unidos los otros tres.
La Mente es Fantástica Revista sobre psicología, filosofía y reflexiones sobre la vida. Indicó que el arte podría ser una forma de contener las angustias. Sugirió el arte como un reorganizador de la composición de la cabeza.
Algunas Observaciones Sobre La Presentación De Casos
Los autores preservan los derechos de creador de las obras publicadas y garantizan a la revista el derecho de ser la primera publicación del trabajo exactamente la misma permiten la reutilización del mismo bajo la licencia de uso indicada en el punto 2. El arte contemporáneo superpone, junta, apila, elementos separados, fragmentados, opuestos, que se complementan creando un todo complejo y también inconexo. Quizás sea para forzarnos a metaforizar,… a pensar, a pensarnos en este mundo de emergencias en el que parece que todo nos incita a vivir con intensidad,… a parar para cuestionarnos quién soy y qué necesito.
En este sentido, el arte abstracto no le aportaba material para interpretar, como sí se lo dejaba el arte clásico o renacentista. Freud procuraba en un cuadro una entendimiento de lo que se esconde en el inconsciente del creador, más allá de los datos estéticos manifiestos como el color, la forma, la línea o la composición. Para Freud el arte ilustraba, a él le interesaba la narrativa de la obra, no la técnica, y el arte abstracto del momento no le servía. Los cuentos populares como almacenaje de un bagaje colectivo, de una época y de una cultura, son bien interesantes para hablar de las activas de los sujetos, de sus deseos, sus frustraciones, sus represiones también. Existe, a este respecto, un interesante libro, Psicoanálisis de los cuentos de hadas de Bruno Bettelheim, que ahonda en esta lectura de los relatos populares. Esta misión de valor popular o moralmente superior citada previamente Freud la sitúa en Leonardo, de entrada en su gran esfuerzo de entender y también investigar, pero entonces también incluirá su producción artística como actividad sublimatoria.
Podríamos meditar que lo siniestro participa de lo terrorífico, crea angustia y recuerda a la propia muerte (psíquica). Las cosas bellas tienen un valor estético, no por lo que se ve, sino con lo que no se ve, con lo que falta, con lo que está velado, oculto y no se manifiesta. El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado de forma exclusiva con fines estadísticos. Esta página cumple con los estándares de calidad de la información HONCode.