El historiador Tomás de Celano, recuerda a Juan de Florencia, elegido por Francisco ministro de los menores de Provenza, que celebró una reunión capitular, o en la segunda mitad de 1224, o en la primera mitad del año siguiente, durante la cual Antonio hizo un intenso sermón sobre la Pasión de Cristo. Mientras él charlaba, fray Monaldo, vio en la puerta de la salón donde estaban todos reunidos “al santo Francisco suspendido en el aire con las manos abiertas en forma de cruz, en acción de bendecir a sus frailes”. San Antonio hizo su sermón sobre el misterio de la Crucifixión de Cristo, singularmente sobre la inscripción Jesús de Nazaret Rey de los Judíos (Jn 19.19). Me agrada que enseñes teología a nuestros monjes, con la única condición que el estudio no apague el espíritu de santa oración y devoción, según está escrito en la Regla. San Antonio de Padua, cuyo nombre original era Fernando, nació en Lisboa en la segunda mitad del siglo XII. Pero merced a un amigo suyo que había popular a Francisco de Agarráis a los franciscanos y se realizó espiritual de esta Orden, poco después de su ordenación sacerdotal, se realizó él también franciscano.
El gran franciscanista Raoul Manselli, ve en esta carta que autorizaba a Antonio a enseñar sagrada teología a los frailes, un “texto de relevancia” que “tiene un valor y un concepto esencial para toda la crónica de la Orden, y hay que entenderlo y explicarlo, por consiguiente, con su importancia”. Precisamente en Rimini tuvo lugar en 1223 el episodio que nos hizo llegar la tradición, según el que San Antonio ganó la terquedad de un hereje que no deseaba opinar en la presencia real de Cristo en la Eucaristía.Romaña, en la temporada del Santo y desde hace tiempo después, era un paraje atormentado por una guerrilla civil endémica. Las facciones, mayores y inferiores, envenenaban las ciudades y los clanes familiares, disgregaban las construcciones comunales y sembraban por doquier donde se sospechaba, conjuros, golpes de mano, venganzas. Como si no fuera suficiente esta maldición, asimismo en el plano espiritual se padecía la catástrofe de las sectas, la primera de todas, en sus ramificaciones, la cátara.
Venerable Antonio Margil De Jesús, Franciscano
Esta “Vida primera de san Antonio”, se la conoce también con el nombre de “La Assidua”, por ser esta la primera palabra con que comienza el relato antoniano. Su autor fue un escritor franciscano, buen conocedor del ámbito religioso de su tiempo, y especialmente de la vida de Padua y del Santurrón, pero no relata los 7 últimos años de Antonio, años de predicación, de gobierno dentro de la Orden Franciscana, y de magisterio de teología, todo ello por el norte de Italia y el sur de Francia. A lo largo de los días que prosiguieron a su muerte, se provocan guerras intestinas por la conservación de sus restos, entre el convento donde había fallecido, y Santa María Mater Domini, su convento y donde deseaba morir. A lo largo de la disputa se produjeron disturbios, incluso populares, y, finalmente, el padre provincial decidió que el cuerpo fuera llevado a Materdomini. Tan rápido como el cuerpo llegó a su destino, han comenzado los milagros, algunos documentados por testigos.
Su tarea catequética en Rímini en 1223, por servirnos de un ejemplo, fue difícil, pero sus exhortaciones y discusiones públicas acabaron teniendo éxito, logrando transformar entre otros muchos a Bononillo, obispo cátaro. A finales del año en curso o principios de 1224 estuvo también en Bolonia, enseñando teología a otros monjes franciscanos en el convento de Santa María de la Pugliola; fue el primer maestro de la orden, recibiendo para esto el permiso de San Francisco, que le escribió una carta llamándole “mi obispo”. Hacia 1219, fecha en que probablemente era ahora sacerdote, conoció a la pequeña comunidad franciscana de Coimbra, establecida antes en el eremitorio de Olivais, y se sintió atraído por su modo de vida fraterno, evangélico y en pobreza. Cuando poco después llegaron a su monasterio restos de los primeros mártires franciscanos, muertos en Marrakech, decidió ingresar en la novedosa orden, que a causa de su reciente creación aún se encontraba poco popularizada y carecía del prestigio que alcanzaría más adelante. Fray Juan Parenti, provincial de España, encabezó la simple liturgia de toma de hábito franciscano , donde cambió el nombre de Fernando por el de Antonio , símbolo de su cambio de vida.
Gaceta De Los Devotos De San Antonio De Padua – Fundada En 1896
Su intención era en este momento llegar a las costas españolas y desde ellas regresar por tierra a Portugal, pero una tempestad llevó el barco en que viajaba hasta Sicilia. Continuó cierto tiempo en Milazzo , donde había una comunidad franciscana, para llenar su recuperación. En el mes de junio de 1221 asistió al capítulo de su orden en Asís (“capítulo de las Esteras”, que convocó a 3.000 franciscanos); allí conoció a San Francisco y decidió no regresar a Coimbra para ponerse al servicio de fray Gracián, provincial de la Romaña (circunscripción franciscana que abarcaba todo el norte de Italia). Este lo envió en el transcurso de un año al eremitorio de Montepaolo a fin de que se fortaleciese antes de encomendarle alguna misión de apostolado. En la época de 1222, ahora con buena salud, predicó en la catedral de Forli , con ocasión de unas ordenaciones de franciscanos y dominicos. Su provincial le nombró predicador y le encargó ejercer su ministerio por todo el norte de Italia, donde se extendía por varios sitios el catarismo.
La breve biografía de San Antonio de Padua que aquí mostramos, es la primera que se escribió del Santurrón. Asimismo esta traducción, directa del original latino, es al unísono la primera oportunidad que se efectúa en España. Antonio se dio cuenta de que sus hermanos de ideal conjugaban oración y servicio recíproco.
Datos Sobre San Antonio De Padua
En 1226 fue nombrado provincial de la Romaña, cargo al que renunció en 1230, retirándose entonces a Padua hasta su muerte. Antonio abrió nuevas casas, visitó los monasterios para entender en lo personal a todos los hermanos, inspeccionó a las Clarisas y a la Tercera Orden, se trasladó a Florencia, instalándose finalmente en Padua y, en un par de meses, escribió los Sermones domenicales. En Padova consigue la reforma del Código estatutario republicano, según el cual un moroso insolvente, pero sin culpa, después de vender todos sus activos, no puede ser encarcelado. No solo eso, también desafió Ezzelino da Romano, llamado “el feroz”, quien en un sólo día, masacró a once mil padovanos hostiles a su régimen, dándole normas de dejar en libertad a los líderes guelfos enjaulados. Mientras tanto, escribió los sermones para las fiestas de los santos; sus temas preferidos eran los preceptos de la fe, la ética y la virtud, el amor a Dios y la misericordia a los pobres, la oración y la humildad, la mortificación, y el desprecio por el orgullo y la lujuria, la avaricia y la usura.
Antonio no ha podido continuar con su proyecto de predicación por el hecho de que contrajo una enfermedad tropical. Para conseguir recobrar, aunque fuera en parte la salud, decidió volver a su patria, pero sin dejar su ideal de calvario. NOVENA Y ORACIONES A SAN ANTONIO DE PADUA – La Iglesia rinde a los santos y venera sus imágenes y sus reliquias genuinas. San Antonio, glorioso siervo de Dios, popular por tus méritos y poderosos milagros, ayúdanos a encontrar las cosas perdidas; danos tu asistencia en la prueba; y también ilumina nuestra mente en la búsqueda de la intención de Dios. Ayúdanos a conseguir de nuevo la vida de la gracia que nuestro pecado destruyó, y condúcenos a la posesión de la gloria que nos prometió el Salvador.
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Se transformó, por libre elección, en un hombre sin ambiciones sociales; reluctante a cualquier género de ostentación y exhibición de sí mismo y de sus dotes, desconfiado de las polémicas, indiferente a las exterioridades de cualquier clase, a excepción de cuando lo debía realizar por deber del testimonio evangélico.Fernando tenía 17 años. Llegaba a un ámbito donde debía convivir con una red social abundante de unos 70 miembros a lo largo de 8 años, de 1212 a 1220. Entre los santurrones más venerados de la Iglesia, aunque no en todos los casos uno de los más populares.
Después marchó al que sería su último destino, Padua, en la que se entregó con tal ardor que en lo sucesivo a su nombre quedaría asociado el de la región, Antonio de Padua. Se instaló primero en la capilla de la Arcella, junto al convento de clarisas, pero solía predicar en el convento franciscano de Santa María, extramuros de la región. Poco después, el podestá Esteban Badoer le rogó que solicitase al poderoso Ezzelino IV da Romano la liberación de múltiples nobles paduanos que tenia presos; así, viajó a Verona y se entrevistó con Ezzelino, aparentemente sin éxito (unos meses tras la desaparición de Antonio acabaría por ceder). En el mes de mayo, habiendo empeorado su salud por el viaje, se retiró al cercano lugar de Camposampiero para descansar y terminar de redactar los Sermones. Pero la gente tuvo conocimiento del lugar en que estaba y asistió en masa a oírle y pedirle consejo.