Si Walt Disney levantara la cabeza, el tema de sus varios millones de dólares americanos de fortuna le olería a chamusquina. Por ellos es que hay una disputa entre 2 de sus nietos en un tribunal de California. Un tema escabroso protagonizado por 2 de los hijos de Sharon Disney, fallecida en el mes de febrero de 1993, hija adoptiva del magnate de los dibujos animados.
Eternamente menospreciado por su padre, Walt creció unidísimo a su madre, una antigua profesora descendiente de alemanes, y a su hermano Roy, ocho años mayor que él. Walt Disney murió de cáncer de pulmón el 15 de diciembre de 1966, a los 65 años, y Lillian estuvo casada con John L. Truyens desde mayo de 1969 hasta su muerte el 24 de febrero de 1981, a los 73 años. Walt no charló jamás mal de su infancia; solo dijo que “trabajaba bastante”. Tampoco Diane tiene nada malo que decir sobre sus primeros años de vida. Nacida en Los Ángeles en 1933, recuerda de qué forma su padre le leía cuentos y cómo la llevó a ver una proyección de\’Blancanievesy los siete enanitos\’, en el año 1937, en el estudio Hyperion. Di a luz a mi primer hijo el año que Disneylandia abrió y se estrenó «La dama y el vagabundo», fue el inicio de una locura.
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Se confundió, puesto que el primero de ellos, que se titula La isla de las focas , no sólo resultó rentable, sino fue premiado con un Oscar en la categoría de cortometrajes. En 1906, Elias Disney decidió iniciar una nueva vida en una granja cerca del pequeño pueblo de Marceline, Missouri, donde Walt descubrió la naturaleza y los animales. También entonces nació su interés por el dibujo, que compartió con su hermana pequeña, Ruth. Elias Disney hacía trabajar tan duro a sus hijos en el mantenimiento de la granja que los 2 mayores, Herbert y Raymond, eligieron dejar la vivienda para instalarse por su cuenta otra vez en Chicago.
Los gestores entendieron que se había recuperado eficazmente y continuaron a pagarle su dinero al cumplir sus 40 años. Diane no reniega de la marca que fundó su progenitor junto a su hermano en 1920 ni de la clase de vida que le tocó vivir por ser hija de una figura tan importante. “La experiencia tuvo de todo un poco, positivo por una parte y negativo por otro, pero en el fondo él era un individuo dulce y un buen padre, con una vida bastante usual pese a todo, un hombre que siempre y en todo momento llegaba a casa por la noche cuando no estaba viajando”, recuerda. La describió como “una monstruosa parte de basura difamatoria”, antes de arremeter contra la junta de la compañía que presidió su marido Ron Miller de 1978 a 1984 por haber dado el visto bueno al libro.
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Desde ese momento, mi vida empezó a girar en torno a mi propia familia. Conozco la historia y sé lo que pasó después, pero he intentado vivir al margen del espectáculo. Bradford Lund lleva luchando por su herencia de 200 millones de dólares 15 años, asegurando que disfruta de plenas facultades para conducir sus finanzas.
Pero la prosaica situación es que el cadáver Disney fue incinerado por deseo de sus familiares. No ha de extrañar, sin embargo, toda esta mezcla de situación y fantasía en torno a quien pasó a la historia de la civilización occidental como uno de los mucho más prolíficos, contradictorios e influyentes cultivadores de la imaginación infantil. Diviértete con acceso a millones de ebooks, audiolibros, gacetas y mucho más de Scribd. Los recortes son una forma práctica de catalogar pantallas importantes para regresar a ellas más tarde. Ahora puedes personalizar el nombre de un tablero de recortes para almacenar tus recortes. Le pregunto a Diane si contribuyó de algún modo, con ideas de cualquier clase, a la creación de la película.
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Disney pretendió eludir en lo personal el enfrentamiento dirigiendo un alegato a sus empleados, pero éstos, para estupor suyo, en tanto que concebía la compañía como una gran familia, no le dejaron pasar de las primeras frases. El 29 de mayo de aquel año, los estudios Disney quedaron prácticamente paralizados por una huelga en la que participaron la mayor parte de los trabajadores y que duró un año. El conflicto se saldó en el momento en que la empresa aceptó que los trabajadores pudieran elegir libremente su sindicato, incluido el izquierdista Screen Cartoonists Guild. Walter Elias Disney nació el 5 de diciembre de 1901 en Chicago, Illinois. Cuarto de los cinco hijos que tuvieron Elias y Flora Disney, su infancia transcurrió entre apuros económicos y bajo la dureza de su padre, carpintero de profesión, que probó suerte en toda clase de negocios sin que nunca lograra progresar su maltrecha economía.
“No, tampoco crea. En aquellos instantes tanto mi hermana Sharon como yo estábamos alegremente casadas y ejercíamos nuestro trabajo, más que nada, en el hogar”. —Le encantaría, disfrutaría muchísimo porque se entregaba a todo lo más reciente, era muy curioso y le interesaba todo lo que ocurría a su alrededor. Le hubiese fascinado comprender a la gente de Pixar, habrían sido un gran equipo. El día de hoy se prosiguen contando historias que tienen la posibilidad de emocionar y estimular la imaginación de los pequeños tanto como lo hicieron los grandes tradicionales, eso no ha cambiado. Es fabuloso que pudiese mantener su vida personal ajeno de la profesional, pero a mi padre le encantaba mostrar su familia a todo el mundo. En el momento en que muera espero que se ocupen de este museo, que este sueño prosiga, pero no en la industria cinematográfica, es un planeta bastante volátil.
En 1929, con su inusual sexto sentido para los negocios, autorizó que varias compañías reprodujeran en sus modelos la imagen de Mickey Mouse, al que incorporaron guantes y zapatos blancos para eludir que manos y pies desapareciesen sobre fondos oscuros. El 13 de enero de 1930 comenzó a publicarse una viñeta del habitual personaje en múltiples periódicos de Estados Unidos, y ese año se editó un libro de dibujos de Mickey que fue reeditado en numerosas ocasiones. Su sueño era transformarse en un artista del Kansas City Star, el períodico que había repartido en su niñez, pero encontró trabajo como aprendiz en una agencia de publicidad, la Pesmen-Rubin Commercial Art Studio. Con un sueldo de 50 dólares por mes, en aquel empleo conoció a Ubbe Iwerks, un joven de su edad y excepcionalmente dotado para el dibujo, con el que entabló amistad. Cuando los 2 se han quedado sin trabajo montaron su propia compañía, la Iwerks-Disney Commercial Artists. La compañía duró apenas un mes, puesto que Walt prefirió admitir un empleo seguro, aunque persuadió a sus nuevos jefes para que contrataran a Iwerks.
Una vez licenciado, se fue a vivir con su hermano Roy a Kansas City, donde procuró empleo como dibujante. Ingreso instantáneo a millones de e-books, audiolibros, revistas, podcasts y mucho más. E inclusive puede asombrar la naturalidad de los movimientos de sus individuos.
Años Posteriores Y Muerte
En 1987, prometió una donación de 50 millones de dólares estadounidenses para la construcción de una nueva sala de recitales en Los Ángeles. Tras varios retrasos, la Salón de Recitales de Walt Disney abrió sus puertas en 2003, seis años tras su muerte. También asistió a financiar la fundación del Instituto de las Artes de California . Gente como Brad Bird -directivo de \’Los increíbles\’, entre los máximos tradicionales de Pixar, estelar subsidiaria de Disney- ha declarado que fue su inspiración para ingresar en la industria.