Veneran una mezcla de ambición sin límites y un extraño talento que le da soporte. No conocemos a nadie que sea tan próximo a sus hermanos como estamos entre nosotros por el hecho de que llevamos desde los 13 años juntos,” afirma Healy. The 1975 han sentado un precedente que va a ser muy difícil de imitar. Ólafur Arnalds, Nils Frahm, Max Richter, Poppy Ackroyd, Peter Broderick, Joana Gama… En los últimos tiempos, todos estos nombres tan de tendencia se han agrupado bajo la vasta e imprecisa etiqueta de «neoclásico». Antonio Aguilar Rodríguez (Cornellá, Barcelona, 4 de mayo, 1973), más conocido como Tony Aguilar, es un DJ, locutor de radio y presentador de televisión español.
Un tiempo después, Ummagumma dejó la expresión de unas personalidades que se tendrían que amalgamar para conseguir el éxito. Pink Floyd continuó su búsqueda del disco ideal con Meddle, en el que la banda acentuó su dominio del trabajo en estudio, y Atom Heart Mother, antes de alcanzar el nirvana con The Dark Side Of The Moon, cuya perfección aún no fué nunca erosionada. Una de las cosas mucho más entrometidas de este disco, es que, en él, pasan de la canción pop absolutamente mainstream, a temas que tiran hacia el rollo mucho más ambiental y etéreo. Así, uno se encuentra con canciones insulsas que dicen bien poco, como es la situacion de ‘Love Me’, una de las peores imitaciones de Duran Duran que se hicieron nunca, ‘UGH! ’, en la que no falta el toquecillo funky, o ‘The Sound’, en la que se creen Passion Pit, con otras que son el antítesis de la comercialidad.
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Es decir, que este nuevo disco se antoja como una expansión del primero. Así, la banda parte desde el punto donde lo dejaron en el primer LP para expandir su paleta de colores, incorporando así un sinfín de matices que transforman a este nuevo álbum en algo que, quizá, suene como una evolución de su propuesta inicial. En verdad, el encontronazo que generó en nosotros el primer LP es algo que recordaremos a lo largo de un buen tiempo, al tiempo que esta segunda entrega ha sido más de pararse a percibir y observar por dónde iban llegando los tiros. The 1975 han tardado tres años en ofrecer continuidad a su debut, que fue un enorme éxito en su país, y los llevó a ofrecer la brasa en la mitad de los festivales del mundo. Quizá, de ahí que, los británicos han hecho un segundo trabajo con 17 canciones que dura nada más y nada menos que 74 minutos. Lo que semeja que no sabían a la hora de grabar el álbum, es que pocos artistas son capaces de realizar un disco redondo con esa duración.
Temas largos e instrumentales como ‘Please Be Naked’, o la sección primera de la canción que da título al álbum, con las que prueban que han escuchado bastante a Boards Of Canada. Hay que admitir que por lo menos han tenido las agallas de meter una sección intermedia menos facilona, lo que no significa que estemos ante temas que vayan a pasar a la posteridad, pero sí al menos con lo destacado del disco, algo que no es bien difícil, dado lo bajo que está nivel. Y es que, cuando menos, ‘Lostmyhead’ tiene un puntito Sigur Rós que no está nada mal, y ‘Somebody Else’ es un tema aceptable de synth-pop.
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Con “I Like It When You Sleep, For You Are So Beautiful Yet So Unaware Of It”, The 1975 han querido afianzar el estilo que adoptaron con su primer LP. Un primer álbum que, más allá de que difería claramente de los primeros temas que habían anunciado con anterioridad bajo otros pseudónimos como conjunto, proseguía manteniendo cierto regusto a aquellas primeras influencias que supieron llevar a cabo muy suyas. No obstante, y con la inclusión de otros sonidos, la banda consiguió desarrollar una visión muy personal, si bien descubiertamente anclada en referencias precisamente ochenteras. En ese sentido, este segundo largo supone el asentamiento de esa iniciativa, centrada -quizá-, en un viraje algo más comercial y radiable, pero expandida en lo concerniente a términos sonoros. Las opiniones de los clientes del servicio, incluyendo las valoraciones del producto, ayudan a otros clientes del servicio a obtener mucho más información sobre el producto y a decidir si es el conveniente para ellos. El Bowie de los primeros ochenta (“Love Me”), el sonido Depósito, Aitken &Waterman (“She’s American”) o el azúcar glass de las boy bands al empleo (“Change Of Heart”) marcan primero el paso.
I Like It When You Sleep, For You Are So Beautiful Yet So Unaware Of It
De esta manera, a bote próximamente, me viene a la cabeza Prince y su “Sing o’ The Times”, pero, por mucho que procuren robar su sonido, The 1975 no son Prince. No con un disco como “I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful Yet So Unaware of It”, donde todo es demasiado largo, bastante simplón, y demasiado poco entretenido. Si bien suponemos que a ellos les va a dar bastante igual lo que pensemos de sus canciones, ya que, increíblemente, están arrasando en ventas, tanto en su país, como en USA. Al fin y al cabo, estamos ante un segundo álbum que se resiste a cumplir la “maldición del segundo disco” –ésa que, aproximadamente, dice que en el momento en que una banda triunfa desmesuradamente en su primer álbum, cede a sí misma en el segundo-. Estamos frente a un disco que, aún no siendo especial, recoge lo destacado del sonido previo del conjunto, para combinarlo con nuevos sonidos y prestar de este modo una paleta considerablemente más rica.
Este nuevo álbum es la continuación del disco debut del cuarteto, millonario en ventas, que lleva su mismo nombre. Muzikalia inició su andadura en el año 2000, siendo entre las gacetas musicales online pioneras en nuestro país. Un concepto que nació mezclando partes clásicas de publicaciones en papel y las opciones técnicas que ofrecía Internet. Su aparición favoreció la perpetuación de un modelo que ha sido imitado por nuevos portales que fueron surgiendo hasta nuestros días. Un dato a tener en consideración es que el conjunto de Manchester cambia en su estilo del anterior disco a éste. Tanto una como otro formato son iguales en estilo y también interior, salvo el Vinilo que tiene dentro dos vinilos con transparencia.
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De esta manera, lo que algunos sectores de su base de fans original han tildado de movimiento descaradamente comercial, otros lo perciben como una apertura de miras a otro tipo de sonidos –algo que, como afirmábamos, fué una de sus principales características como banda-. Y nosotros nos situamos más en esa opinión, pues las evidencias están ahí. ”, la banda suena muy a radio fórmula, pero también es verdad que en canciones como “A Change Of Heart”, The 1975 mantienen y se recrean en el género de sonido que nos enamoró en su primer trabajo.
Además de esto, es una cara famosa de la televisión, habiendo presentado varias ediciones de Eurovisión y colaborando en programas como “Fantastic Duo”, “La mejor canción jamás cantada” y el recién estrenado “A partir de hoy” en TVE. “I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful Yet So Unaware of It” es un disco, soso, poco entretenido, bastante largo, exageradamente ecléctico, en el que los británicos prueban que no saben copiar con gracia y talento. Todo es excesivo en este trabajo, desde los saxos de los ochenta de ‘This Must Be My Dream’, hasta esas baladas próximas al George Benson más hortera que se marcan. Además, por si esto fuera poco, se “inspiran” en el ‘Every Breath You Take’ de Police para crear la sosa ‘Paris’, y al final del disco se marchan hacia el folk, no vaya a ser que se queden sin un estilo de música por cubrir.
Observaremos si se decantan por alguna de esas dos sendas en su próxima distribución. Consiguieron con su anterior álbum una audiencia masiva que conectó con canciones indelebles como Chocolate, Girls, Sex and Robbers y sus cuentos de temeridad joven. La banda giró por todo el mundo con más de 200 conciertos seguidos –siin días de reposo, actuando frente abarrotados circuitos desde Kuala Lumpur a San Francisco. Es un disco osado y refulgente repleto de contagiosos ganchos pop y extensos sonidos electro, un ambicioso paso adelante de una de las bandas británicas jóvenes mucho más excitantes actualmente. Álbum clave en la discografía de Pink Floyd, The Dark Side Of The Moon es el fruto de una elaboración relativamente lenta que se remonta prácticamente a 1968. A Saucerful Of Secrets (la canción principal del álbum del mismo nombre) fue, para Nick Mason, el punto de inicio.
Su aura naive, a la par que atmosférica y sensual, prosigue copando la mayoría de composiciones. Era un obsequio deseado y causo mucha ilusión quien lo recibió, Destaco la rápidez de la distribución en menos de 24 h lo teníamos ya en las manos. Los gastos de envío, la fecha de entrega y el total del pedido se muestran al terminar la adquisición.