Su mayor obsesión será ahora buscarse mecenas que pudieran definitivamente situarlo en el sitio de privilegio que ansiaba, con la obtención de todas y cada una de las prerrogativas pero tampoco en este sentido lo favorecerá la suerte a pesar de volcar su talento poético en la exaltación de las virtudes de sus protectores. Requiere en primer lugar la protección del Marqués de Ayamonte a quien, tras visitar en 1607 en su vivienda onubense de Lepe, dedica bellos sonetos. Casi todos los viajes dejarán una impronta precisa en la obra literaria de don Luis de Góngora.
Por el contrario, se dejaba llevar por los encantos del juego y próximamente se dio cuenta de que estaba afectando a su trabajo de una forma muy significativa. Otro hito esencial de Góngora fue su papel indirecto en la formación de la \’Generación del 27\’, un conjunto de versistas y escritores vanguardistas que hicieron una sucesión de proyectos geniales que siguen siendo muy reconocidas y también predominantes. Es creador, asimismo, de poemas en arte mayor como la “Oda a la toma de Larache”, donde se comienza a observar el tránsito hacia la etapa final, que comienza, propiamente comentando, con el “Panegírico al Duque de Lerma”, obra en la que las galas del estilo gongorino se hacen pesadas por el poco interés del tema. Tras terminar sus estudios secundarios se matriculó en la Universidad de Salamanca, donde ahora comenzó a destacar por sus poemas. Seguidamente, viajó por diversos puntos de España, al tiempo que escribía un elevado número de sonetos, romances y afines. Góngora es sin duda uno de los escritores españoles mucho más conocidos, y suele considerársele un genio indisputable que era enormemente literario en todas las formas de la cultura, y que asistió a enriquecer el idioma español con sus proyectos.
Con Su Poesía Abrió Paso A Una Renovadora Forma De Redactar Poemas
Por indicación del Duque de Lerma, Felipe III le concede una capellanía real, para lo que necesitará ordenarse de sacerdote. Las metas de Góngora se desmoronaron en el momento en que tanto Lerma como Rodrigo Calderón, a quien llamaban «valido del valido», perdieron el favor del rey. Góngora se niega a admitir el desenlace de sus metas ni siquiera cuando pierde la Chantría de Córdoba que, con tanto furor, había solicitado.
Con posterioridad llegó a ser capellán del rey Felipe III a instancias del Duque de Lerma, aunque nunca se encontró a gusto en los ambientes de la corte. Góngora proyectaba cantar las soledades de los campos, de las riberas, de las selvas y de los eriales. Han quedado inacabadas pero constituyen una de las cumbres de la lírica de siempre.
Luis de Góngora fue un poeta barroco español que estuvo activo en los siglos XVI y XVII. Su trabajo se encuadra normalmente en el Culteranismo, que usa metáforas letradas en la escritura para añadir substancia al artículo y también intrigar al lector. Esta corriente estaba reñida con el Conceptismo, un estilo utilizado por su rival Francisco de Quevedo. Cultivó primero la poesía burlesca y satírica en romances y letrillas influidos por Fernando de Herrera, para más tarde abanderar el culteranismo (asimismo llamado gongorismo), tendencia barroca en la que se hace hincapié en la utilización de un lenguaje pulido y rebuscado con raíz clásica y efectismo sensorial.
Libros De Luis De Góngora
Más tarde, este humilde jurisconsulto desempeñó para la Inquisición, en la localidad de Córdoba, el cargo de juez de bienes decomisados. La incesante providencia del secretario Eraso hacia el padre y el tío de Góngora, don Francisco, procede de un raro episodio acerca de doña Ana de Falces, madre de doña Leonor de Góngora y abuela del poeta. En 1605 aparecen ciertos de sus poemas en Flores de versistas ilustres y en 1611, a la par que se libra de sus deberes en la catedral, da comienzo su segunda etapa interpretada por la Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades. En estos años, además, traba amistad con el duque de Lerma, todopoderoso valido de Felipe III al que adula en bellos versos. Con ellos logra el favor del político a la par que da carnaza para que sigan las críticas que vienen de sus contrincantes. En 1611 nombra coadjutor de su ración a un sobrino de el, lo que le deja una enorme libertad y tiempo para acometer sus mucho más grandes compañías literarias.
No vio sus proyectos publicadas en vida, si bien lo procuró en 1623, pero éstas pasaron de mano en mano en copias manuscritas que se coleccionaron y recopilaron en cancioneros, romanceros y antologías. Felipe III lo nombró capellán real en 1617; para desempeñar tal cargo, vivió en la Corte hasta 1626. Culto y erudito, dominó la lengua con una expresividad inteligente, exprimió su musicalidad, la hizo brillar, frecuentemente desde la transparencia y el desafío del culteranismo y otras subiendo la influencia popular.
Luis De Góngora
Pero igualmente, por estos mismos años, escribía ricas creaciones repletas de humor y también talento, letrillas y romances de tono claramente popular. El Góngora esotérico y el Góngora franco coexistirán sin confrontar durante su vida, marcada asimismo por un incesante ejercicio entre su condición de racionero y sus pretensiones mundanas. En 1587 ya ocupa el cargo de racionero, legado por el mismo tío que dejó bien atados sus ingresos antes de partir para la Facultad. Como observamos, la familia se ocupa de ir colocándolo en diferentes cargos y el poeta puede dedicarse a trabajar en sus obras sin más ni más preocupación.
Recursos
Sólo era par al deseo cortesano, la ardorosa defensa de los suyos que no se perturbó hasta el final de su historia, angustiado como se encontraba por la enfermedad y las deudas. Dramaturgo y poeta español,Luis de Góngorafue entre los mucho más conocidos autores del Siglo de Oro de las letras españolas y parte primordial del culteranismo, también llamado gongorismo, precisamente en su honor. Estas le permitían efectuar continuos viajes –que dejarían poso en su obra– a comisiones del Cabildo ; en ellos se relacionaba con obispos, individuos nobles y, como otros escritores, frecuentaba la corte, que le atraía, pero que le deparó muchas defraudes.
La capital de españa no es Córdoba y las rentas, que en la ciudad más importante andaluza daban para vivir, resultaban pocas para la Corte, dado el insaciable afán del poeta por el juego y la vida acomodada, términos que él no reconocería frente a sus familiares. Hijo de Francisco de Argote, juez de residencia en La capital de españa y de bienes decomisados por la Inquisición de Córdoba, y de Leonor de Góngora, parece que estudió con los jesuitas. Asimismo, la presunta ascendencia judía de la familia fue fundamento de broma, singularmente para Quevedo, que identificó su nariz con la frecuentemente supuesta a los judíos y calificó a su novedosa poesía de “judaizante”. En Salamanca se cuajó la vocación literaria de Góngora, quien se convertiría en el poeta mucho más reconocido de su temporada, recibiendo encarecidos elogios de su paisano Juan Rufo y del mismo Cervantes. Hay que aportar, en su alegato, que conocía el latín y leía el italiano y el portugués, e incluso se atrevió a redactar algún soneto en estas lenguas. El esdrújulo italiano, el léxico latinizante, las mientes mitológicas, el indomable hipérbaton y otras cuestiones estilísticas dejan patente este destino literario.
Biografía De Luis De Góngora
Entre 1612 y 1613 trabaja en sus 2 poemas más extensos y ambiciosos, razón de sus intranquilidades más íntimas. En 1613, la existencia de estos poemas son populares en Madrid, donde versos del Polifemo serán leídos en algún cenáculo. Había cumplido los cincuenta y cinco años en el momento en que empezaba el Panegírico al Duque de Lerma, don Francisco de Sandoval y Rojas, confiando en conseguir los favores del aristócrata, presidente y valido del rey Felipe III. Su situación económica no era exactamente boyante. Su renta le hubiera permitido vivir holgadamente en Córdoba pero don Luis era dispendioso. No duda en beneficiar a sus sobrinos y entre ellos reparte sus cargos eclesiásticos. El gran pagador de estos dispendios es su administrador Cristóbal Heredia a quien esquilmará cuando escoge afincarse definitivamente en la Corte, lo que va a ocurrir en abril de 1617.