Librería El barco de papel es una página con gran contenido de libros, cuentos, material de papelería, juguetes académicos y regalos. Envíos a casa en pocos días, o la oportunidad de recoger tu pedido en nuestra tienda (El Sauzal – Un rincón especial con vistas al Atlántico). De los varios libros sobre Jesús, éste está escrito por un auténtico y reconocido experto, lo que no o sea poco. Me parece que el autor es muy objetivo en sus conclusiones, resultantes de la aplicación de tal método. Este artículo se publicó en el número 499 de la revista Historia y Vida.
Con el gesto, claro, Galileo obtuvo su nombramiento como matemático y pensador de la corte toscana. El duque le había ofrecido, además de esto, una cátedra honoraria en Pisa, sin responsabilidades docentes. Galileo estaba exultante, tanto que redactó a toda prisa un artículo sobre esto. Se publicó en marzo de 1610, y ocasionó sensación en todo el conjunto de naciones por sus ideas revolucionarias. En él, Galileo explicaba que la Luna tenía montañas y que la Vía Láctea estaba formada por una miríada de pequeñas estrellas, describía la composición de la constelación de Orión y comprobaba que algunas estrellas visibles son, de todos modos, cúmulos de ellas.
Librería Papelería El Barco De Papel
Supusieron el impulso definitivo que precisaba el modelo heliocéntrico del clérigo polaco Nicolás Copérnico, en el que la Tierra, como el resto de cuerpos celestes de nuestra galaxia, orbitaba cerca del Sol. Copérnico publicó su hipótesis poco antes de morir, pero a Galileo sus ideas sobre esto le valieron una condena por hereje. Descubrió que Venus mostraba fases como las de la Luna, por lo que dedujo que el planeta debía de orbitar alrededor del Sol, y no de la Tierra. Para Brahe, el Sol y la Luna viraban cerca de la Tierra inmóvil, al paso que Marte, Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno orbitaban alrededor del Sol.
Sin embargo, Galileo no estaba en lo más mínimo convencido de las teorías de Aristóteles, y en sus clases argumentaba en oposición a su visión de la astronomía y la filosofía. Aquello provocó un escándalo, dado el crédito concedido a las ideas de Aristóteles, como la de que todos los cambios en los cielos habían ocurrido en la región lunar próxima a la Tierra, o que el reino de las estrellas era persistente y también inmutable. De vuelta a Florencia, Galileo dio charlas, conferencias y cursos, e incluso logró que la reconocida Academia de Florencia le invitara a charlar sobre las dimensiones y la ubicación del infierno de Dante. Todos estos méritos le valieron una plaza en la Facultad de Pisa en 1589, aunque el trabajo no era precisamente como había soñado. El sueldo era miserable y obligaba a Galileo a compaginar la docencia en la capacitad con clases particulares. Entre otras muchas cosas, compuso un artículo en que cuestionaba las explicaciones aristotélicas sobre la caída y el movimiento de los cuerpos, que era la teoría admitida en aquel momento.
Por el hecho de que todas y cada una de las etapas de ese sendero se ven truncadas ferozmente, pero en cada nueva etapa, paradójicamente, la esperanza se hace poco a poco más espesa. Partiendo del hecho indiscutible de que la misión del Galileo fue un acontecimiento histórico, descubre en ella un auténtico desarrollo evolutivo en tres enormes etapas, que corresponden a los tres proyectos del -reino de Dios- concebidos por Jesús. El Santurrón Oficio, que miraba con lupa todo lo que hacía y decía Galileo, no tardó en abrirle un desarrollo que le sentenció a reclusión perpetua, pese a que el matemático se retractó formal y públicamente. Pasó los nueve años que le quedaban de vida en arresto domiciliario y sin autorización para difundir. A su aflicción moral se sumaron la ceguera, la artrosis y otras enfermedades que fueron minando su espíritu.
Desearía poder cuestionar libremente y contestar libremente sin adulaciones. De este modo se comporta el que persigue la verdad.” La opinión corresponde a Vincenzo Galilei, padre de Galileo, un músico de espíritu renovador, que defendía el cambio de una música religiosa anquilosada en pos de formas mucho más modernas. Su padre tenía grandes esperanzas puestas en él, soñaba con que se convirtiera en un reputado doctor, con lo que lo matriculó en la Universidad de Pisa.
Nuestras Librerías
El Imperio de roma tuvo que batallar sin descanso contra los insurgentes judíos que, inspirados en las gestas de los Macabeos, pretendían dejar en libertad la tierra de Israel del yugo extranjero. Uno de estos insurrectos fue el galileo Jesús el Nazoreo, arrestado y crucificado por el gobernador Poncio Pilato. La figura de Jesús entró rápidamente en un ciclo legendario que haría de él un maestro, un hacedor de milagros, un profeta del Mesías, el mismo Mesías y, al cabo, el Hijo de Dios. La enorme mayoría de las proyectos consagradas a Jesús se mueven en el campo de estas creencias, aceptando como histórico el personaje presentado por el mito y la leyenda. Obra indudablemente polémica, pero difícilmente objetable a la luz de la documentación histórica, a través de un especialista de talla internacional.
Sus declaraciones comenzaron a meterle en frágiles enredos con la Iglesia, con lo que Galileo defendió que era exacto establecer una total independencia entre la fe católica y los hechos probados a nivel científico. Aunque admitía que no podía haber contradicciones entre la ciencia y las Sagradas Escrituras, pensaba que ciertos pasajes no debían interpretarse de forma literal. Sin embargo, el movimiento de la Tierra, que no podía probar con ninguna prueba, impugnaba lo postulado por la Iglesia. En 1616 la Inquisición condenó las teorías de Copérnico, amonestó a Galileo y le prohibió que las enseñara en sus clases.
Galileo terminaba de contradecir la teoría de Aristóteles según la que los elementos caen a una agilidad proporcional a su peso. No obstante, es posible que esa anécdota del matemático italiano subido al Campanile no tuviese rincón. Los estudiosos de la crónica de la ciencia se inclinan a meditar que hablamos de una historia de historia legendaria mucho más de las que, junto con su supuesta frase “Eppur si muove” (“y, no obstante, se desplaza”), pertenecen a la mitología galileana. La verdad es que el matemático no llevó a la práctica muchos de los experimentos que describió y que se convertirían en piedra fundacional de la ciencia actualizada. “Yo, sin hacer el ensayo, estoy seguro de que el efecto tendrá rincón como les digo, porque es necesario que ocurra de esta manera”, mantenía. “Me parece que aquellos que solo se basan en argumentos de autoridad para mantener sus afirmaciones, sin buscar causas que las apoyen, actúan de manera absurda.
Jesús, El Galileo Armado
De las matemáticas apenas podía vivir, y menos aún en el momento en que en 1591 murió su padre. Como primogénito, debió hacerse cargo del sustento de la familia y proporcionar, además de esto, la dote a sus 2 hermanas. Su situación se vio agravada por el nacimiento de sus tres hijos, Virginia, Livia y Vincenzo, a pesar de que no se encontraba casado (Galileo sostuvo una relación con Marina Gamba durante 11 años, en los que jamás vivieron juntos). Como ser profesor de matemáticas en Pisa estaba mal comprado, Galileo comenzó a buscar un trabajo mucho más lucrativo. En el final, gracias a las sugerencias de colegas matemáticos, en 1592 fue a parar a la Universidad de Padua, en la República de Venecia.
¿qué Fundamentos Se Esconden Tras La Condena A Galileo?
Una mañana convocó a todos y cada uno de los miembros de la universidad donde impartía clases, enfrente de la torre inclinada de Pisa, y se presentó con dos esferas en la mano, una de hierro, que pesaba cien libras, y otra de madera, que solamente llegaba a una libra. Subió al Campanile de la popular torre y una vez arriba, frente a la mirada expectante de los descreídos espectadores, dejó caer ambas a la vez, que se precipitaron al tiempo y tocaron tierra en exactamente el mismo momento. El encontronazo de aquellas bolas contra el suelo marcó el final del viejo sistema científico y el inicio de uno nuevo.
Lo que realmente desencadenó ese intento de Jesús fue su muerte en la cruz. La lectura del presente libro contribuye a argumentar por qué esta muerte violenta no formó el fracaso definitivo del último emprendimiento de Jesús. En el trasfondo de la trágica evolución que sufrió el camino de la misión de Jesús se va descubriendo asimismo un espléndido camino de promesa, de una promesa contra toda promesa.