Las vísceras abdominales y las torácicas conservan la vida; el cerebro y los nervios nos dejan sentir el planeta y, a través de los miembros, actuar racionalmente sobre él. Pero estas dos centrales de la activa humana no podrían subsistir sin una envoltura que las tenga dentro y resguarde. En el cerebro tienen su sede la imaginación, el raciocinio y la memoria, las tres facultades hegemónicas de la vida humana (K. III, 641); ellas son las que permiten charlar de un alma raciocinadora, psykhē logistikē (K. III, 700). Y animados por el espíritu animal, desde el cerebro son puestos en actividad los nervios sensoriales, sensitivos y motores, y por consiguiente las funcionalidades que a ellos respectivamente corresponden. Como entendemos, la idea descriptiva es la figura ideal que tácitamente encabeza y establece el orden de los datos positivos contenidos en un tratado anatómico; figura cuya expresión inmediata es el índice del tratado en cuestión.
Ya que la phýsis es «lo divino» y el hombre es retoño de el, sacral va a ser en su raíz misma el cuerpo humano; y ya que en el cuerpo humano tiene su mucho más alta y noble expresión aparente la phýsis universal, como suprema epifanía de ella va a haber de verse el cuerpo del hombre. Hasta el cadáver posee tal dignidad, en el momento en que no es el de un facineroso o un esclavo; a los ojos de un heleno viejo tal fue el fundamento moral de la actitud de Antígona ante el cuerpo muerto de su hermano Polinices y el nervio de su derecho a incinerarlo. Según Bréal, la raíz del término sōma es saos-sōs, lo que se salva. En el planeta viejo solo entre los alejandrinos fue viable, como vimos, la disección de cadáveres humanos. Este extraño ser híbrido, al que conocemos con el término de esfinge, de origen en grecia, es uno de los mucho más llamativos del arte egipcio.
Los Misterios De La Esfinge: ¿un Fanático Musulmán Destrozó La Nariz A Fines De La Edad Media?
Para llevar a cabo lo que hace y para hacerlo del mejor modo posible, la mano tiene huesos, y estos son como son; y de esta manera los músculos y los ligamentos que tiene, y los nervios, las arterias y las uñas de que está provista. La esfinge original era muy diferente a como la conocemos actualmente. Más allá de que ahora se compone del mismo color que su entorno arenoso, el gran monumento ha podido estar cubierto por una colorida cubierta que se preservó durante siglos. Cleopatra, la reina mucho más joven de EgiptoDesde su adolescencia, Cleopatra ocasionó sensación por su cultura y su atractivo personal. Con esas armas sedujo a Julio César, que a su llegada a Egipto la repuso en el trono.
Son como éstos, sí, elementos materiales homogéneos del cuerpo animal, mas también, indiscerniblemente, otros tantos eslabones activos y transitorios en el fluído viviente del universo. Inadecuación e insuficiencia de los conceptos escenciales de la cosmología china para la elaboración de una noción equiparable a la helénica de phýsis o naturaleza, históricamente tan fecunda. En el momento en que procede según la pauta geométrica, el descriptor disminuye imaginativamente la manera de la parte a la figura geométrica que más se asemeje a ella (el cubo, la esfera, el polígono, el tubo, etc.), y de conformidad con tal figura ordena y detalla lo que como anatomista ve.
Los skhēmata de los átomos y sus diversos movimientos serán la causa de las distintas propiedades (dynámeis) de las cosas. El concepto de manera ideal es el que encabeza y centra en el siglo XIX la especulación morfológica de prácticamente toda la morfología biológica previo a Darwin; término del cual se derivan múltiples mucho más, diferentes por el nombre, según los autores, pero idénticos o muy semejantes en el sentido. De Alcamenes y el Apolo Sauróctono de Praxíteles son, por supuesto, dioses, y con esa intención fueron esculpidos por sus creadores; pero lo son con una apariencia que sólo por lo que la estatua quiere representar podemos llamar divina. ¿Hay algo mucho más humano -más divinamente humano, en un caso así- que la acción de matar un lagarto con que ese Apolo se manifiesta? «Hombre deseo parecer, y nada de lo humano puede serme extraño», viene a decir, adelantándose, como dios que es, a Terencio, el Apolo que como cazador de lagartos hace aparición en este momento frente nosotros. A fuerza de ser excelentes, los hombres y las mujeres que Fidias logró vivir en las fronteras del Partenón se divinizan; a fuerza de ser accesibles y familiares, los dioses de Praxisteles se terrenalizan.
Resoluciones Para Parte Previo De La Cabeza Humana – Crucigramas
Un desarrollo de siglos, en el que el epos homérico, la filosofía presocrática, la medicina hipocrática, Platón, Aristóteles y la anatomía alejandrina son hitos primordiales, será necesario para que la actitud griega ante el cosmos llegue a concretarse, con Galeno, en una visión científica y sistemática del cuerpo humano. Mostrar las sucesivas etapas de ese largo sendero, estudiar metódicamente la ciencia anatomofisiológica de Galeno y exponer de modo sucinto las varias formas de la estimación del cuerpo en la cultura antigua será la materia de este capítulo. El conocimiento de los entes naturales -un astro, una roca, una planta, un animal- pertenece a la civilización, y de esta recibe sentido y configuración. Ajeno de su respectiva validez objetiva, la concepción creacionista y la concepción evolucionista del origen de las especies pertenecen a 2 diferentes maneras de la cultura. Por otro lado, el total conocimiento de los entes culturales -una institución, una novela, una escultura- pide tener en cuenta lo que sobre su realidad física dicen las ciencias de la naturaleza.
Próximo a esta actitud mental se halla el anatomista cuando habla del «tendón de Aquiles» o del «monte de Venus». Entre dos modos de ver la danza de un mismo creador del siglo V, Calímaco, el prácticamente quiescente de la tríada de bailarinas de Delfos y el tan dinámico del relieve de Berlín, ya es posible percibir esa intensificación de la expresividad plástica. Inmortales, eviternos e indeficientemente vigorosos los pensaban los helenos; y con su arte, así se esforzaron por mostrarlo sus escultores, cuando llegaron a la plenitud de sus recursos estéticos y técnicos. Con su esquematismo, el cuerpo se restringe a ser una situación material y viviente, capaz para la ejecución de un acto determinado o en pleno trance de ejecutarlo. Estudiar las funcionalidades de la vida vegetativa antes que las de la vida de relación.
¿De Qué Forma Era El Aspecto Original De La Gran Esfinge De Guiza?
Fuente primordial de ellos debió ser la práctica de los enormes sacrificios. La mucho más completa descripción de esta liturgia puede leerse en el Yajurveda. El hotar o sacerdote invocador cantaba versículos del Rigveda; le contestaba, recitando en voz baja trozos de prosa o yajus, otro sacerdote o advarvu (verdaderamente, «el que prepara el camino»); un tercero, el sanitar, daba muerte a la víctima, un caballo, y él mismo u otro sacerdote distinto, el visastar, realizaban la disección ritual. Todo semeja señalar que hasta las autopsias de cadáveres humanos mentadas en la colección de Susruta, en tal ceremonia tuvo su más importante fundamento el comprender anatómico de los primitivos médicos indios. Visto sólo descriptivamente, prescindiendo en la descripción, por tanto, de consignar las causas que lo determinan, ¿exactamente en qué consiste el cambio de las partes anatómicas?
Visor De Proyectos
Galeno se niega a hablar de 2 almas, una vegetativa (physikē) y otra sensitiva (aisthētikē); él elige decir que las plantas son gobernadas sólo por la phýsis, y los animales simultáneamente por la phýsis y la psykhē, por la naturaleza y el alma; y de esta forma, concluye, «el desarrollo y la nutrición son obra de la naturaleza, no del alma» (K. II, 1-2)32. El problema de la determinación del sexo preocupó asimismo a los pensadores presocráticos. Alcmeón enseñó que el sexo del embrión es el de aquel de sus progenitores cuya semilla predomina al mezclarse ámbas en el útero materno (D.-K. 24 A 14). «Mecanismo de la epikráteia» (epikráteia, «predominio») ha llamado Erna Lesky a este modo de ver la determinación del sexo, tan de forma directa relacionado con el sentido agonal de la vida que notificó la civilización de la Grecia arcaica.
La Gran Esfinge De Giza
La respuesta debe ser cansado más matizada que en el caso del Egipto viejo. Mientras yo miro y pienso, mi cerebro no está inmóvil, aunque su movimiento no sea macroscópica ni microscópicamente perceptible, y lo mismo acaece en el seno del parénquima hepático a consecuencia de la digestión. El cerebro y el hígado cambian, pero lo hacen de un modo mucho más sutil que los 2 precedentes; es el cambio molecular, tanto biofísico como bioquímico.
Todo lo expuesto hace ver que la estimación del cuerpo fue altísima en la cultura homérica; no parece improcedente decir que, en el sentido post-homérico del término sōma, esa cultura fue somatocéntrica. A la excelencia del cuerpo iba naturalmente unida la distinción ética (valentía, honorabilidad), y a su flaqueza la descalificación ética y popular. El ulterior término kalokagathía (Jenofonte, Aristóteles, Demóstenes, Isócrates) procede de la fusión de kalós y agathós y tiene como fundamento antropológico y también histórico esa identificación homérica entre la excelencia corporal, la excelencia ética y la excelencia popular. Por naturaleza, el aristós, el noble, era a su tiempo kalós y agathós. Mucho más adelante observaremos de qué manera perdura en Grecia esta altísima cuenta del cuerpo humano. Un poema épico helénicamente concebido y compuesto, no un artículo ritual o mágico, ni una guía para la práctica de la medicina, es, no por azar, el marco que envuelve el nacimiento de la nomenclatura anatómica en la civilización griega.