Leucipo

leucipo

Leucipo fue un filósofo griego, pre-socrático, el primero en afirmar que todo el universo estaba hecho de átomos, abandonando la interferencia divina en la explicación del principio de todas las cosas.

Leucipo nació en la segunda mitad del siglo V a.C., pero se desconoce el año de su nacimiento. Se sabe muy poco sobre la vida de Leucipo. El lugar de su nacimiento es desconocido, podría ser Mileto, Abdera o Eleia. Aunque hay registros de dudas sobre su existencia y todo lo que predicaba, algunos filósofos, como Epicure, niegan que Leucipo existiera. Sin embargo, Aristóteles y Teofrasto afirman que Leucipo fue el verdadero creador de la teoría atomista.

Durante su juventud, Leucipo habría vivido en Eleia, donde siguió las tendencias de la escuela primaria y fue discípulo del Zen, quien le explicó la teoría de la inmovilidad o inmutabilidad del ser. Más tarde, Leucipo vivió en Abdera, donde fundó la escuela atomista, lo que explica algunas similitudes entre la doctrina atomista y la electista.

Atomismo

Según Aristóteles (384-322 a.C.), Leucipo formuló las primeras doctrinas atomistas, que habrían sido desarrolladas por su discípulo Demócrito y posteriormente reelaboradas por Epicuro y los seguidores del epicureanismo como Lucrecio. Según los testimonios de Aristóteles, la filosofía de Leucipo contiene todas las ideas fundamentales que configuran el atomismo.

El atomismo predicaba la existencia del mundo como un gran sistema cósmico. Como doctrina, el atomismo se desarrolló al final del período cosmológico de la filosofía griega, antes de que la figura central de Sócrates se acercara al ser humano como centro de reflexión, iniciando el período antropológico. De hecho, el atomismo representa el último intento de dar una respuesta al problema del principio (el arché) de todas las cosas.

Los primeros filósofos, clasificados como pre-socráticos, desde la escuela jónica (Tales, Anaximander, Anaximenes, Heráclito), la escuela itálica (Pitágoras), la escuela eléctrica (Xenophanes, Parménides, Zenão) y la escuela atomista (Leucipo y Demócrito), se preocuparon por la elaboración de una cosmología, ya que buscaban la racionalidad del universo, y no más que una explicación basada en relatos míticos. Cada filósofo descubre un fundamento, una unidad que puede explicar la multiplicidad, como el agua, el aire, el fuego, la tierra, etc.

Los atomistas vieron este principio en el átomo, explicando que el universo estaba formado por un número inacabado de partículas, los átomos, que no eran perceptibles debido a su pequeña proporción. La mayoría de los escritos de estos filósofos desaparecieron con el tiempo, dejando algunos fragmentos o referencias hechas por otros filósofos posteriores. Estos filósofos escribieron en prosa, abandonando la forma poética característica de las epopeyas de los relatos míticos. La tradición atribuye a Leucipo la autoría de un único libro titulado «El Gran Orden del Mundo».

Leucipo habría muerto en Abdera en el siglo IV, probablemente en el 370 a.C.

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