El evento de Tunguska
A las 7:14 de la mañana del 30 de junio de 1908, una gigantesca explosión sacudió el centro de Siberia. Testigos cercanos al evento describieron haber visto una bola de fuego en el cielo, tan brillante y caliente como otro sol. Millones de árboles cayeron y el suelo tembló. Aunque varios científicos investigaron, sigue siendo un misterio lo que causó la explosión.
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La explosión
Se estima que la explosión ha creado los efectos de un terremoto de magnitud 5.0, causando que los edificios tiemblen, las ventanas se rompan y que la gente se caiga de sus pies incluso a 40 millas de distancia.
La explosión, centrada en una zona desolada y boscosa cerca del río Podkamennaya Tunguska en Rusia, se estima que fue mil veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima.
La explosión arrasó aproximadamente 80 millones de árboles en un área de 830 millas cuadradas en un patrón radial desde la zona de explosión. El polvo de la explosión flotaba sobre Europa, reflejando la luz lo suficientemente brillante como para que los londinenses pudieran leerla de noche.
Aunque muchos animales murieron en la explosión, incluidos cientos de renos locales, se cree que ningún ser humano perdió la vida en la explosión.
Examen del área de la explosión
La remota ubicación de la zona de la explosión y la intrusión de asuntos mundanos (la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa) significaron que no fue sino hasta 1927, 19 años después del suceso, que la primera expedición científica pudo examinar el área de la explosión.
Asumiendo que la explosión había sido causada por la caída de un meteorito, la expedición esperaba encontrar un enorme cráter, así como trozos del meteorito. No encontraron ninguna de las dos cosas. Las expediciones posteriores tampoco pudieron encontrar evidencia creíble para probar que la explosión fue causada por un meteorito que caía.
¿Qué causó la explosión?
En las décadas posteriores a esta enorme explosión, los científicos y otros han intentado explicar la causa del misterioso Suceso de Tunguska. La explicación científica más comúnmente aceptada es que un meteorito o un cometa entró en la atmósfera de la Tierra y explotó a un par de millas sobre el nivel del suelo (esto explica la falta de cráter de impacto).
Para causar una explosión tan grande, algunos científicos determinaron que el meteoro habría pesado alrededor de 220 millones de libras (110.000 toneladas) y viajado aproximadamente 33.500 millas por hora antes de desintegrarse. Otros científicos dicen que el meteoro habría sido mucho más grande, mientras que otros dicen que mucho más pequeño.
Las explicaciones adicionales han variado desde lo posible a lo ridículo, incluyendo una fuga de gas natural que escapó del suelo y explotó, una nave espacial OVNI se estrelló, los efectos de un meteoro destruido por el láser de un OVNI en un intento de salvar la Tierra, un agujero negro que tocó la Tierra, y una explosión causada por pruebas científicas realizadas por Nikola Tesla.
Todavía un misterio
Más de cien años después, el evento de Tunguska sigue siendo un misterio y sus causas siguen siendo objeto de debate.
La posibilidad de que la explosión fuera causada por un cometa o un meteorito que entrara en la atmósfera de la Tierra crea una preocupación adicional. Si un meteorito puede causar tanto daño, entonces hay una seria posibilidad de que en el futuro, un meteorito similar pueda entrar en la atmósfera de la Tierra y en lugar de aterrizar en la remota Siberia, aterrizar en un área poblada. El resultado sería catastrófico.